Historia de la Vuelta a España
Toda la información sobre la Vuelta a España, que se disputa desde 1935, aunque tuvo un parón de 4 años por la Guerra Civil.
2011... Aparece Cobo
Juanjo Cobo fue el inesperado vencedor de la edición de 2011. El ciclista de Geox aventajó en 13 segundos a Christopher Froome y en 1:39 a Bradley Wiggins, ambos de Sky. La gran jugada táctica del director de Geox, Matxin, en La Farrapona terminó resultando decisiva para el triunfo final de Cobo. El francés David Moncoutie logró su cuarto reinado de la montaña seguido, igualando a Chava Jiménez y quedándose a uno de los cinco de Laguía.
Alberto Contador fue el vencedor de la Vuelta 2012, una edición que concluyó con un podio completamente español. Alejandro Valverde y Purito Rodríguez finalizaron segundo y tercero, a sólo 1:16 y 1:37, respectivamente, de Contador. Ya a más de diez minutos terminó el británico Froome.
El veterano estadounidense Chris Horner fue el sorprendente ganador en 2013. A sus casi 42 años, aventajó en la clasificación final al italiano Nibali por sólo 37 segundos. Alejandro Valverde completó el podio en Madrid, a 1:36 de Horner.
Un año después, en 2014, llegó el tercer título de Alberto Contador. El de Pinto se rehizo así de la caída que le dejó sin opciones en el Tour de ese año y se impuso al británico Chris Froome en la clasificación final por 1:10 y a alejandro Valverde, que terminó a 1:50 del líder.
2015 supuso la primera 'grande' del italiano Fabio Aru, que ese mismo año terminó segundo el Giro de Italia. En la llegada de Madrid aventajó a 'Putiro' Rodríguez en 57 segundos y al polaco Rafał Majka en 1:09. Un año después también supuso la primera Vuelta a España, en este caso, para el colombiano Nairo Quintana, primer ciclista de esa nacionalidad en terminar primero en la meta madrileña.
2001-2010: Dominio español
En 2001 se repitió el triunfo español, en una racha que se extendería hasta 2004. La victoria correspondió esta vez a Ángel Casero, que vivió el momento más grande de su carrera. Aventajó en 47 segundos a Óscar Sevilla, con el que luchó por el triunfo hasta el último día.
La edición de 2002 tuvo un final espectacular, por el escenario, el Santiago Bernabéu, y por la emoción que se vivió el último día. Aitor González y Roberto Heras se disputaron la victoria que se decidió a favor del primero en una contrarreloj que finalizó en el estadio del Real Madrid.
La Vuelta celebró en 2003 el 25 aniversario de su matrimonio con Unipublic. La victoria se decidió en una cronoescalada en el monte Abantos, donde Roberto Heras acabó con todas las esperanzas de Isidro Nozal, la gran revelación de ese año.
Roberto Heras tuvo que entregarse al máximo para repetir triunfo en 2004. Santiago Pérez, Alejandro Valverde, Francisco Mancebo y el colombiano Félix Cárdenas impidieron relajarse a Heras, que sentenció la Vuelta en su casa, en el alto de la Covatilla.
Positivo de Heras
La edición de 2005 estuvo marcada por el positivo que dio el vencedor final, Roberto Heras, en la última etapa de la Vuelta. Los resultados se conocieron un mes después y la organización descalificó a Heras y dio el triunfo al ruso Denis Menchov.
Alexander Vinokourov se impuso en 2006 después de superar la fuerte oposición de Alejandro Valverde, que se mantuvo como líder hasta que en la etapa de Granada el kazajo se vistió con un maillot oro que no abandonó hasta Madrid. La sentencia definitiva llegó en La Pandera, donde Vinokourov se exhibió junto a Andrey Kashechkin.
Denis Menchov fue el dominador absoluto en 2007, donde además de adjudicarse la general se impuso en la montaña y en la combinada. El ruso de Rabobank se sumaba al selecto grupo de ciclistas que habían ganado la Vuelta en dos ocasiones.
La edición de 2008 fue histórica, ya que Alberto Contador se convirtió en el quinto ciclista que ganaba las tres grandes. Acompañaba en este Olimpo del ciclismo a Eddy Merckx, Jacques Anquetil, Felice Gimondi y Bernard Hinault. Con su triunfo en la Vuelta, Contador compensaba la decepción que sufrió cuando le impidieron participar en el Tour.
Alejandro Valverde obtuvo en 2009 la recompensa a un año lleno de problemas. Sospechoso de dopaje en Italia, no pudo disputar el Tour porque atravesaba territorio italiano. Con su triunfo en la Vuelta encontró consuelo a tanto sufrimiento. Le acompañaron en el podio Samuel Sánchez y Cadel Evans.
La edición de 2010 contó un inicio novedoso, ya que la primera etapa se celebró en horario nocturno. El italiano Vincenzo Nibali se llevó el triunfo final en la Vuelta con apenas 41 segundos de ventaja sobe Ezequiel Mosquera, que mantuvo el duelo con el italiano hasta la última etapa. Completó el podio el eslovaco Peter Velits.
Melchor Mauri fue el vencedor en 1991, una edición en la que fue capaz de ganar en las cronos a Miguel Indurain, al que resistió en la montaña, territorio en el que experimentó una evolución espectacular el ciclista catalán, que pasó a ser de los más cotizados del pelotón.
En 1992, Jesús Montoya dio la sorpresa en la primera contrarreloj, lo que le permitió vestirse de líder. El fuerte marcaje al que sometió después el propio Montoya a Pedro Delgado terminó beneficiando al suizo Tony Rominger, que logró su primera gran prueba por etapas.
Tony Rominger reeditó en 1993 la victoria en la edición anterior. Sentenció la Vuelta en la etapa que terminaba en el Alto del Naranco, dejando en nada todos los intentos de su compatriota Alex Zülle por desbancarle del liderato.
El suizo Rominger hizo triplete en la edición de 1994, la última en la que participó Pedro Delgado. El gran rival de Rominger fue esta vez el joven Mikel Zarrabeitia, mientras que Delgado se despidió con un meritorio tercer puesto.
La Vuelta celebró su 50ª edición con un cambio de fechas como consecuencia de la reordenación del calendario internacional, que llevó a la ronda española hasta el mes de septiembre. El francés Laurent Jalabert ejerció un dominio absoluto en una edición en la que los españoles no ganaron ninguna etapa.
Jalabert, Zülle, Casagrande, Dufaux, Rominger, Rebelin, Mauri, Escartín, Jiménez e Indurain completaron una participación de lujo en 1996. El equipo ONCE controló la carrera de principio a fin y sólo una infección vírica que afectó a parte del grupo y los ataques de Dufaux hicieron peligrar la victoria final de Zülle.
La Vuelta comenzó por primera vez desde el extranjero en 1997. Arrancó desde Lisboa, donde un año después se celebraría la Expo, y el vencedor fue el mismo que el año anterior, Zülle. Sierra Nevada acabó con las opciones de Olano, que terminó abandonando, y de Jalabert, que sufrió una ‘pájara’. Zülle acabó disputándose el triunfo final con Escartín y Dufaux, que le acompañaron en el podio.
Seis años después del triunfo de Mauri, la Vuelta volvió a tener un ganador español. Su capacidad de resistencia en la montaña y el dominio en las contrarreloj le permitieron hacerse con el triunfo final por delante de dos grandes escaladores, Escartín y Jiménez.
En 1999 el alemán Jan Ullrich no pudo participar en el Tour y pudo resarcirse de ello con su triunfo en la Vuelta. Igor González de Galdeano y Roberto Heras le acompañaron en el podio.
En 2000, Roberto Heras dio un salto importante y lideró la clasificación final por delante de Ángel Casero y Pavel Tonkov. Heras puso los cimientos de su triunfo en Lagos de Covadonga y en el Angliru y lo certificó en Abantos.
Sólo dos ciclistas vistieron de amarillo en 1981. El primero fue un neoprofesional, el francés Regis Clere, vencedor del prólogo y que mantuvo el liderato hasta la cronoescalada de Sierra Nevada. En esta etapa se impuso Battaglin, vencedor final de la Vuelta.
En 1982, por primera vez en la historia de la carrera la organización desposeía de su triunfo al vencedor por un caso de dopaje. El perjudicado, Ángel Arroyo. El beneficiado, Marino Lejarreta.
La edición de 1983 fue una de las más bellas de la historia de la Vuelta. Con toda España como testigo a través de la televisión, fue el año del relanzamiento de la prueba. El vencedor final de la ronda fue el francés Bernard Hinault, quien tuvo que ofrecer una de sus más impresionantes exhibiciones par llegar vestido de amarillo a Madrid. Antes ya se habían lucido los españoles Lejarreta, Gorospe, Pino o Alberto Fernández. Cuatro fueron las etapas que marcaron el desarrollo de esta edición de la Vuelta a España. La primera, la cronoescalada de 38 kilómetros entre Sabiñánigo y Panticosa. Marino Lejarreta, ya entonces líder, afianzó su primera posición tras realizar una portentosa exhibición de condiciones que hizo sonrojarse al propio Hinault. La siguiente fue un par de días después, una etapa en línea entre Zaragoza y Soria que tuvo al viento como protagonista. Este provocó un "abanico" en el pelotón y dio en la cuneta con los huesos de Lejarreta, que perdió el liderato. El tercer gran hito de la prueba tuvo por escenario las rampas de hasta un 17 por ciento de desnivel del alto de La Huesera y a Lejarreta, de nuevo, como protagonista. Su espectacular victoria convirtió Los Lagos de Covadonga en el más emblemático puerto de la Vuelta a partir de ese momento. A pesar de la exhibición del vasco, Alberto Fernández continuó vestido con el maillot amarillo, que pasó después a Álvaro Pino y Julián Gorospe. A falta de tres etapas para la conclusión de la Vuelta y herido en su orgullo de campeón, Hinault pasó a la acción. Destrozó al pelotón en la subida al puerto de Serranillos, venció en la meta de Avila, desalojó a Gorospe del primer puesto y dejó sentenciada la carrera.
La edición de 1984 fue una de las más emocionantes de la historia de la Vuelta. Seis segundos separaron a Alberto Fernández de la victoria, que fue de forma sorprendente para el francés Eric Caritoux. La Vuelta de 1985 tuvo un desenlace sorprendente. En la penúltima etapa el ganador virtual, Robert Millar, se dejó arrebatar el liderato por Pedro Delgado, que estaba a más de seis minutos en la general. El escocés llegó a la penúltima etapa, Alcalá de Henares-Dyc, con la única preocupación de controlar al colombiano Pacho Rodríguez, del Zor, que estaba a diez segundos en la clasificación. El momento clave de la etapa llega en la ascensión a las primeras rampas del puerto de Cotos. Pepe Recio, del Kelme, y Pedro Delgado se escaan. Momentos después, pinchó Millar y a los dos fugados se les unen Pacho Rodríguez y Cabestany. Recio corona el alto en solitario. Perico viene por detrás, con Pacho y Cabestany algo más retrasados. El colombiano es el virtual vencedor. Millar consigue enlazar con los escapados, excepto con Recio, en la ascensión a Navacerrada. Delgado vuelve a dejar tirado a Millar, de alcance a Recio y los dos se presentan en solitario en la línea de meta. Aventajan en 6:47 a Millar. Delgado había ganado la Vuelta.
La Vuelta de 1986 encumbró a Álvaro Pino. El corredor gallego se vistió de amarillo tras la contrarreloj de la undécima etapa, afianzó su liderato en la sierra madrileña y sentenció la prueba en Sierra Nevada, donde se impuso Felipe Yáñez. Pino acabó a lo grande, imponiéndose en la última etapa, una contrarreloj sobre 22 kilómetros disputada en Jerez de la Frontera.
Colombia se paralizó en 1987 para seguir el triunfo de su compatriota Lucho Herrera en la Vuelta. El irlandés Sean Kelly partía como favorito, pero un forúnculo le hizo abandonar a falta de tres etapas, dejando el camino libre hasta la victoria para el colombiano, que precedió en el podio al alemán Dietzen y al francés Fignon.
Sean Kelly fue el gran triunfador en 1988. Antes de empezar la Vuelta hubo quien criticó las pocas dificultades montañosas que se iban a encontrar los corredores, algo que favorecía a Kelly y Dietzen, en detrimento de Pino y Cubino. Kelly no defraudó y respondió a las expectativas que había despertado.
El sobre de Perico a Ivanov
Pedro Delgado se apuntó su segunda Vuelta en 1989. Fue un triunfo menos espectacular que en 1985, pero igual de meritorio, ya que el segoviano superó a los escaladores colombianos. Uno de ellos, Farfán, dio positivo cuando iba líder. La polémica también acompañó al triunfo de Delgado, quien en la penúltima etapa contó con la colaboración de Ivanov para responder al ataque de Fabio Parra y Omar Hernández. Al día siguiente comenzaron las especulaciones cuando se supo que Delgado había entregado un sobre en la salida a Ivanov. Perico alegó que era un sobre con su dirección, ya que Ivanov y él eran grandes amigos.
La edición de 1990 estuvo marcada por la escapada que protagonizaron en las primeras etapas un grupo de corredores, entre los que se encontraban Julián Gorospe y Marco Giovanetti, vencedor final de la carrera, y que llegaron a sacar casi 10 minutos a los grandes favoritos al triunfo final.
1971-1980: Fuente, Merckx e Hinault
Ocaña, Tamames, Puolidor y Zoetemelk partían como favoritos en 1971, pero quien se hizo con la victoria fue el veterano belga Ferdinand Bracke, de 32 años. Wilfred David y Ocaña se acompañaron en el podio. Schepers fue descalificado tras dar positivo en un control antidopaje. Una vez concluida la Vuelta, José Antonio González Linares dio positivo por segunda vez en aquel año.
José Manuel Fuente y su equipo, el KAS, se exhibieron en la edición de 1972. Fuente fue líder de la general y de la montaña; Perurena, de la regularidad; el KAS se impuso en la clasificación por equipos y seis de sus integrantes acabaron entre los diez primeros.
Eddy Merckx dominó completamente la edición de 1973. Se impuso en la clasificación general, en cinco etapas, en el prólogo, la regularidad, las metas volantes y fue segundo en la montaña. Luis Ocaña hizo todo lo posible por desbancar al belga, pero resultó completamente imposible.
José Manuel Fuente se hizo en 1974 con su segundo triunfo en la Vuelta. Hasta la llegada de la montaña, la carrera estuvo marcada por el dominio de Perurena, pero desde que comenzó la montaña nadie pudo con Fuente, quien se vistió de amarillo en la décima etapa y ya no lo abandonó hasta el final.
El desenlace de la Vuelta de 1975 fue sorprendente. La espectacular remontada que realizó Tamames en la contrarreloj del último día, y que le permitió hacerse con la victoria final, dejó atónitos a los miles de seguidores que se dieron cita en el velódromo de Anoeta para asistir al triunfo de Perurena o Lasa, los dos guipuzcoanos que se había alternado en el primer puesto desde la tercera etapa.
La Vuelta de 1976 también se decidió en los dos últimos días. El vencedor fue Pesarrodona, que no contaba entre los favoritos. Sólo Ocaña estuvo a la altura de lo que se esperaba de él en una edición que estuvo marcada por el positivo de del alemán Gunther Haritz y del belga Erik Jacques.
Freddy Maertens fue el dominador absoluto en 1977. El belga, considerado como el sucesor de Eddy Merckx, se dedicó a batir registros. Fue líder desde el primer al último día, algo que sólo habían conseguido antes Berrendero (1942) y Anquetil (1963); ganó trece de las veinte etapas, superando así el record de doce victorias parciales de Delio Rodríguez en el 41; y se impuso en la clasificación de la regularidad y en la de las metas volantes.
En 1978 Bernard Hinault estrenó su palmarés de grandes rondas imponiéndose en la Vuelta. Hinault, que se impuso en cinco etapas, no tuvo rival en esta ronda y en ningún momento su victoria se vio amenazada.
La Vuelta a España corrió serio peligro de desaparición en 1979 por problemas económicos. El motivo fue la renuncia a seguir al frente de la misma de El Correo Español-Pueblo Vasco. Luis Puig, entonces presidente de la Federación Española de Ciclismo, consiguió que la Vuelta no desapareciera. Puig logró la colaboración de Unipublic y el patrocinio de Lois para garantizar la supervivencia de la prueba. Deportivamente esta edición no tuvo mucha historia. Zoetemelk aprovechó el pobre rendimiento de Maertens e Hinault para hacerse con el triunfo.
Pocas figuras de renombre tomaron la salida en la Vuelta a España de 1980. Faustino Rupérez se impuso en la primera etapa de montaña, se vistió de amarillo y conservó el primer puesto hasta el final. Sin embargo, estuvo a punto de perder la Vuelta el penúltimo día, en la etapa que transcurrió por la sierra madrileña. Incapaz de responder al ataque de Pedro Torres en la Morcuera, Rupérez tuvo que ser llevado a rueda por M. M. Lasa hasta que dieron caza a Torres en Cotos.
El valenciano Angelino Soler, de 21 años, debutante en la ronda española, fue el vencedor de la Vuelta en 1961. El otro aspecto destacado de esta edición fue el dominio absoluto de los ciclistas españoles en todas y cada una de las clasificaciones: la de equipos fue para el Faema; la de la montaña, por segundo años consecutivo, para el mallorquín Karmany; la de los puntos, para Antonio Suárez; y la de las metas volantes, para Vicente Iturat. No fue Angelino el único joven que dio que hablar en esta edición. Un desconocido Julio Jiménez acabó segundo en la clasificación de la montaña.
Jacques Anquetil era el máximo y casi único favorito para imponerse en la Vuelta de 1962. Todo estaba preparado para que el francés subiese al podio de San Mamés el 13 de mayo como vencedor de la ronda española. Sin embargo, una gastritis derrotó al campeón francés, que se vio obligado a abandonar. La victoria final fue para su compañero de equipo Rudi Altig.
Herido en su orgullo de campeón por la derrota del año anterior ante Altig, Jacques Anquetil se exhibió en la ronda española de 1963 y vistió de amarillo de principio a fin. Anquetil ya tenía las tres grandes: Tour, Giro y Vuelta. En la montaña se impuso Julio Jiménez.
El Ferrys, el equipo español más potente del momento, contaba con las mejores bazas para ganar la Vuelta del 64: Pérez Francés, Manzaneque y Otaño. La lucha entre los tres ciclistas españoles favoreció a Raymond Poulidor, que se hizo con la victoria final.
Adiós a Bahamontes
Poulidor, el máximo favorito a la victoria final, se vio superado por su gregario en el Mercier BP Rolf Wolfshohl. La estrella francesa acabó, como tantas otras veces en su carrera, segundo. Lo más destacado de la actuación española fue el tercer reinado consecutivo de Julio Jiménez en la montaña. Ésta fue la última edición de la Vuelta en la que participó Bahamontes.
La Vuelta a España de 1996 estuvo a punto de no celebrarse debido a los problemas económicos que sufría el Correo Español-El Pueblo Vasco. La mediación de José Antonio Elola Olaso hizo posible que se disputase la Vuelta. La ronda se decidió en el segundo sector de la decimoquinta jornada, una contrarreloj de 61 kilómetros entre Vitoria y Haro. Francisco Gabica, vencedor de la etapa, arrebató el liderato, que ya no abandonó, al holandés Haast.
La Vuelta a España de 1967 reunió a las máximas figuras del momento. Además de los españoles, tomaron la salida en Vigo corredores como Poulidor, Wolfshohl o el británico Tom Simpson. Fue Jan Janssen quien se hizo con la victoria final, convirtiéndose en el primer holandés ganador de la ronda española.
Surge la figura de Ocaña
La Vuelta de 1968 no escapó a las reivindicaciones estudiantiles y sociales. La decimoquinta etapa, que discurrió entre Vitoria y Pamplona, fue objeto de un atentado terrorista. Por fortuna, el artefacto explotó minutos antes de que pasaran los ciclistas. Janssen, Altig, Wright y Matín Peñira vistieron de amarillo en las once primeras etapas. Los cuatro sucumbieron ante el empuje de Felice Gimondi y Pérez Francés. La victoria fue para el italiano.
La Vuelta a España de 1969 fue testigo del nacimiento deportivo de Luis Ocaña. El conquense se tuvo que conformar con el segundo puesto en la general, pero logró despertar la ilusión en una afición huérfana de ídolos desde la retirada de Bahamontes. La carrera fue un mano a mano entre Ocaña y Roger Pingeon, quien sería el ganador final.
Luis Ocaña fue el vencedor de la Vuelta en 1970. No resultó un triunfo fácil y Ocaña tuvo que esperar hasta el segundo sector de la última etapa para asegurarse la victoria final. Agustín Tamames resistió hasta el último momento.
1955-1960: Cuatro años después
El Correo sustituye a Ya
La Vuelta, primera organizada por El Correo Español-El Pueblo Vasco, volvió tras cuatro años de ausencia con más fuerza que nunca. Se incrementó la participación hasta los 106 ciclistas de 18 equipos. La escasez de corredores de ediciones anteriores quedó en el olvido y se pasó a 106 participantes, divididos en 18 equipos, con un considerable número de estrellas, tanto nacionales como extranjeras. Bahamontes, Loroño, Emilio Rodríguez, Bernardo Ruiz, Poblet, Bauvin, Magni, Germiniani y el hasta entonces desconocido Dotto, quien sorprendentemente se adjudicó el triunfo final, formaron una participación de lujo.
La Vuelta de 1956 se decidió por apenas 13 segundos, que privaron a Jesús Loroño de una victoria final que se llevó el italiano Angelo Conterno.
El vizcaíno Jesús Loroño se hizo con el triunfo en 1957, después de recortar los 15 minutos de ventaja que le llevaba Federico Martín Bahamontes. Lo hizo en una sola etapa, la décima. Loroño se metió en una escapada y llegó a la meta con 21 minutos de ventaja sobre el pelotón.
La decimocuarta edición de la Vuelta se presentó como el duelo entre Bahamontes y Loroño. Sin embargo, los extranjeros, especialmente belgas y franceses, se aprovecharon de ese dueño español y coparon los primeros puestos de la clasificación. Stablinsky y Van Looy quedaron como únicos candidatos para el triunfo. La retirada por enfermedad del belga Van Looy facilitó el triunfo del francés Stablinsky, quien fue escoltado en el podio por el italiano Fornara y el español Manzaneque.
En la edición de 1959 destacó la participación de Fausto Coppi, quien ya en el ocaso de su carrera no despertó a las expectativas y se retiró después de 14 etapas. Loroño y Bahamontes, que terminó abandonando, tampoco respondieron a las expectativas y la victoria final se la disputaron Antonio Suárez y José Segú. Ganó Suárez, que a su triunfo en la general añadió el de rey de la montaña.
Federico Martín Bahamontes llegó a la Vuelta después de haber ganado el Tour en 1959 y se convirtió en el gran protagonista de esta edición, pero por motivos extradeportivos. Después de que su compañero San Emeterio no fuera repescado por la organización tras llegar fuera de control, Bahamontes amenazó con retirarse el día siguiente. Tomó la salida, pero durante la etapa la emprendió a golpes con un aficionado que le insultó. Se sirvió para la agresión de las bombas para hinchar los tubulares. Acabó la etapa a más de una hora del vencedor y, lógicamente, llegó fuera de control. Quien sacó provecho de tanto revuelo fue el belga Fran de Mulder, quien se hizo con la victoria final en la general.
1941-1950: Entre Guerras
De la Guerra Civil a la II Guerra Mundial
La primera Vuelta de la posguerra tuvo un absoluto protagonismo español. La II Guerra Mundial mermó considerablemente la participación extranjera y sólo cuatro corredores foráneos, todos suizos, tomaron la salida. Esta edición pasó a la historia, además de por el primer triunfo final de un español, por las 12 victorias de etapa que logró Delio Rodríguez, uno de los mejores esprinters que ha tenido nuestro país. No obstante, tantos triunfos no fueron suficientes para asegurarle un puesto entre los cinco primeros de la general.
Berrendero y Fermín Trueba deleitaron a los aficionados con un duelo espectacular y que se saldó finalmente con la victoria del primero.
La edición de 1942 tuvo como claro protagonista al madrileño Julián Berrendero, quien logró su segundo triunfo consecutivo y demostró ser el mejor corredor español del momento. Los madrileños reconocieron la tremenda superioridad de Berrendero y le recibieron como a un héroe el último día de carrera. Más de 100.000 personas se dieron cita en la Casa de Campo para presenciar el final de la Vuelta.
Dos años sin Vuelta
Los aficionados al ciclismo se vieron privados de la Vuelta durante dos años a causa de la II Guerra Mundial y de las serias dificultades económicas que atravesaba España. El diario Ya se hizo cargo de la organización.
El conflicto bélico privó a los seguidores de la presencia de los grandes corredores extranjeros. Sí participaron las grandes estrellas españolas del momento: Delio Rodríguez, Chafer, Langarica, Berrendero, Fermín Trueba o Juan Gemino, entre otros.
Delio Rodríguez sentenció la Vuelta en la segunda etapa. Se metió en una escapada junto con otros cinco ciclistas, que fueron quedando descolgados con el paso de los kilómetros. Rodríguez llegó en solitario a la meta con una diferencia de casi media hora sobre el pelotón. Terminó la Vuelta con una ventaja de más de 30 minutos sobre el segundo.
El desarrollo de la sexta edición fue similar en sus inicios al de la quinta, ya que una escapada en las primeras etapas estuvo a punto de dar el triunfo a un modesto corredor, como Manuel Costa, quien el sexto día de carrera aventajaba a los dos grandes favoritos, Langarica y Berrendero, en 22 y 24 minutos, respectivamente. Sin embargo, la calidad de Langarica y su excelente estado de forma le permitieron reducir, aunque con numerosos esfuerzos, esa ventaja y llegar a Madrid como líder.
Manuel Costa estuvo a punto de lograr en la séptima edición el triunfo que se le escapó en la sexta, pero de nuevo vio como la victoria iba a manos de un rival cuando la Vuelta agotaba sus últimos días. En esta ocasión fue el belga Edouard Van Dyck quien se interpuso en el camino de Costa.
Bernardo Ruiz, Berrendero y la marcha del Ya
1935-1936: El nacimiento
Las primeras ediciones
La Historia de la Vuelta Ciclista a España está íntimamente ligada a los medios de comunicación. Si en la actualidad sería imposible concebir un acontecimiento deportivo de tal magnitud sin la presencia de los distintos medios, que hacen público hasta el más mínimo detalle de la carrera, la primera edición de la Vuelta, celebrada en 1935, fue posible gracias al esfuerzo del diario Informaciones, organizador del evento.
Las condiciones en las que se vieron obligados a competir los 50 participantes convirtieron en epopeya aquella primera edición, ganada por el belga Gustave Deloor, tras una enconada lucha con el español Mariano Cañardo, quien padeció todo tipo de desgracias que le impidieron ser el primer vencedor de la Vuelta. La diferencia final entre ambos fue de más de 14 minutos.
Sólo cuatro ciclistas españoles pudieron subir al podio como vencedores de etapa: Escuriet, primer líder de nuestro país en la Historia de la Vuelta, Cañardo, Cardona y Montes.
La delicada situación social y política que vivía España estuvo a punto de impedir la celebración de la segunda edición de la Vuelta y hasta el mismo día de su comienzo no se pudo confirmar el inicio de la ronda española. El esperado duelo entre los dos primeros clasificados del año anterior, Deloor y Cañardo, se vio truncado por una caída del español en la primera etapa. Un perro se cruzó en el camino de Cañardo y éste se fue al suelo, sufriendo múltiples heridas en las piernas y en la cabeza. Pese a ello logró llegar a la meta, aunque sus opciones de liderar la clasificación el último día ya habían desaparecido totalmente.
El belga ya no abandonó el liderazgo y se dedicó a ayudar a su hermano Alphonse para que consiguiera el segundo puesto, algo que finalmente logró. La victoria, segunda consecutiva, de Deloor se vio revalorizada con la presencia de ciclistas de la calidad de Berrendero, revelación en aquella edición, Delio Rodríguez y Vicente y Fermín Trueba.
La Guerra Civil se cruzó bruscamente en la progresión de la Vuelta, que estuvo cuatro años sin poder celebrarse, y en la de las principales estrellas del momento, como Julián Berrendero, quien vivió el enfrentamiento directamente, ya que en aquella época cumplía sus deberes militares.