LeBron, lesionado

LeBron James nunca deja de ser protagonista, tampoco camino a su 23ª temporada en la NBA, cuando se convertirá en solitario en el jugador que más ha disputado de la historia dejando atrás a Vince Carter. Pero es verdad que en los últimos días está copando más portadas de las habituales incluso para él. Lo último que se ha sabido es que sufre una ciática en el lado derecho de su cuerpo y que estará entre tres y cuatro semanas de baja. Algo que le hará perderse el inicio del curso baloncestístico 2025-26 de la mejor liga del mundo, que arranca el próximo 21 de octubre. En ya menos de dos semanas. Y una noticia que deja a los Lakers huérfano de una de sus estrellas, por mucho que vaya camino de los 41 años (los cumplirá el próximo 30 de diciembre). Una situación que tendrán que gestionar como buenamente puedan y un físico tremendo, pero que también se enfrenta a mucho tiempo de partidos y castigo. La perdurabilidad tiene también sus cosas.

El responsable de revelar la noticia no fue otro que Shams Charania (ESPN), que tantas y tantas exclusivas da haciendo oficiales las cosas antes que los propios equipos. Y pone la guinda al pastel de un verano en el que LeBron ha dado mucho que hablar, para bien y para mal. Primero, insinuando una posible marcha de los Lakers rumbo a un nuevo destino para vivir la última gran aventura. Y luego, desapareciendo extrañamente del mapa sin que a los angelinos pareciera importarles demasiado. Al fin y al cabo, estaban en otras, entregándole las llaves de la franquicia a un Luka Doncic que cuajó un Eurobasket fantástico y que es el futuro de la franquicia.

De ese segundo plano salió LeBron recientemente, cuando insinuó que se iba a retirar esta misma semana para luego anunciar su asociación con una marca de coñac. Algo que no ha gustado a todo el mundo, pero que permitió que se hablara de él y que volviera a ese primer plano que parecía que había perdido con las decisiones, muchas de ellas lógicas, de unos Lakers de los que se supo que no estuvieron interesados en renovar a la estrella. Que se acogió (no le quedaba otra) a una player option de más de 50 millones de dólares y afronta esta temporada sin conocer nada más de lo que vendrá después. Que, en principio, no será la retirada. Cuesta mucho pensar que lo haga sin anunciarlo y renuncie a su particular farewell tour, esa gira de despedida que tendrá que esperar.

El remate ha sido conocer la lesión. Que no es grave, pero que le hará perderse los primeros partidos de la temporada, en la que veremos a los Lakers incompletos pero con Luka Doncic de líder y las nuevas adquisiciones, DeAndre Ayton (que fue número 1 en el draft del jugador esloveno) y Marcus Smart. Pero no estará LeBron James, ese Rey que sigue luchando contra el tiempo y la lógica, pero que ya dijo a través de su entorno que prefería tomarse las cosas con calma este curso para llegar lo mejor posible a las eliminatorias de los playoffs, que comienzan en abril. Veremos si los angelinos llegan (todo parece indicar que sí) y cómo lo hace el monarca. Lo que de momento sabemos es que empieza lesionado después de protagonizar alguna situación cuestionable. El resto, lo dirá esa historia que, a pesar de todo y de algún que otro error, sigue escribiendo de una forma impecable. Eso seguro.

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