NBA

Del récord de puntos a jugar con su hijo Bronny: los quince momentos de LeBron, la gran leyenda en la NBA

Veintitrés años de una carrera legendaria, algo nunca visto, dan para mucho. LeBron ha dejado alguno de los momentos y las fotografías más grandes de la historia de la NBA.

LeBron y Bronny, juntos en un partido de los Lakers en la temporada 2024-25, en pista de los Sixers.
EMILEE CHINN | AFP
Juanma Rubio
Nació en Haro (La Rioja) en 1978. Se licenció en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. En 2006 llegó a AS a través de AS.com. Por entonces el baloncesto, sobre todo la NBA, ya era su gran pasión y pasó a trabajar en esta área en 2014. Poco después se convirtió en jefe de sección y en 2023 pasó a ser redactor jefe.
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Veintitrés años en la NBA para el número 23 de los Lakers, un LeBron James que ha alternado entre ese dorsal y el 6 en su carrera NBA. Y que también ha llevado, por cierto, el 32 en sus inicios en el instituto de St Vincent-St Mary, en su Akron (Ohio) natal, y el 9 en su primera (y mala) experiencia olímpica, en Atenas 2004, cuando un Team USA de mucho nombre y pocas costuras acabó con el bronce y un pobrísimo balance de 5-3 en ocho partidos. Nadie había completado tantas temporadas (Vince Carter llegó a 22) en una NBA en la que LeBron ya es también primero en minutos (camino de los 60.000) y segundo en partidos: está a 49 de Robert Parish (1.611 por 1.562), así que lo normal, si el físico no juega una mala pasada, es que en esta nueva temporada se convierta también en el número 1 en esa categoría.

LeBron, el jugador que saltó del instituto a la NBA, sin pasar por college, en 2003 como una de las mayores promesas de siempre, seguramente el más esperado en toda la historia de la liga, ha alcanzado y rebasado, y parecía prácticamente imposible, todas las expectativas. Hasta las más galácticas, las más desmesuradas. Por sus logros, su trascendencia, sus récords, su nivel de juego con una longevidad nunca vista… uno de los tres mejores jugadores de siempre, para muchos ya el mejor, su carrera está llena de momentos trascendentales. Para él, para la NBA y para el baloncesto. Estos son, por orden cronológico, algunos de los más destacados, los más impactantes y los que han ayudado a construir y sostener un legado que ya es inmortal.

El ‘elegido’ es portada de Sports Illustrated

El 18 de febrero de 2002, Sports Illustrated le dio por primera vez su portada a LeBron. Era todavía un jugador de instituto, en su Akron natal, que estaba a más de un año de ser número 1 del draft de la NBA. El titular, The Chosen One (el elegido), dejaba claro cómo de disparadas estaban las expectativas con un jugador que todavía era, básicamente, un adolescente. Pero que ya tenía todo el foco mediático de Estados Unidos sobre él.

El debut en la NBA

El 26 de junio de 2003, y como estaba cantadísimo, LeBron fue elegido con el número 1 del draft por Cleveland Cavaliers, la franquicia (miel sobre hojuelas para las narrativas) de su Ohio natal. En medio de una expectación pocas veces vista en toda la historia de la liga, su debut oficial llegó el 29 de octubre de 2003, en un Kings-Cavaliers en Sacramento. Ganaron los locales (102-96) y LeBron, con 18 años (cumplió 19 el 30 de diciembre) jugó más de 42 minutos y acabó con 25 puntos, 6 rebotes, 9 asistencias y 4 robos. Directo hacia el Rookie del Año (en su primer curso sus medias fueron de 20,9 puntos, 5,5 rebotes, 5,9 asistencias y 1,6 robos).

Una de las primeras noches legendarias

LeBron jugó sus primeras Finales en 2007, una barrida de unos Spurs muy superiores contra unos Cavs en los que el alero daba una dimensión desmesurada a una rotación con muchas limitaciones. Antes de las Finales, LeBron dejó uno de los momentos más extraordinarios de su carrera: los Cavs remontaron en la final del Este un 2-0 contra los durísimos Pistons (cuatro triunfos seguidos hasta el 2-4). En el quinto partido, en Michigan y con 2-2 en la eliminatoria, los Cavs ganaron un duelo antológico con dos prórrogas (107-109), un clásico moderno, en el que LeBron anotó los últimos 25 puntos, todos, de su equipo, y 29 de los últimos 30 incluida la canasta de la victoria en los últimos segundos del segundo tiempo extra. Acabó con 48 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias en 50 minutos en la pista.

El oro con el Redeem Team

Después de su mala experiencia en Atenas 2004, y de formar parte de un equipo que mejoró pero también se quedó corto en el Mundial 2006, el que ganó España, LeBron fue uno de los líderes del equipo de la redención, el Redeem Team de Pekín 2008 que fue, entonces, lo más parecido al histórico equipo de Barcelona 92. La selección que recuperó la mística y la grandeza del Team USA, y en la que LeBron pudo jugar con Kobe Bryant. Y con Jason Kidd, Dwyane Wade, Carmelo Anthony, Chris Paul… Promedió en esos Juegos 13,9 puntos, 4,8 rebotes y 4,1 asistencias. Y Estados Unidos recuperó el oro después de derrotar a España en el que para muchos sigue siendo el mejor partido de la historia del baloncesto FIBA.

El primer MVP de la NBA

Ahora cuesta creerlo, pero LeBron tardó seis años en ser MVP por primera vez. De hecho, y viendo su carrera con perspectiva, se hace extraño que solo se haya llevado cuatro veces el galardón de regular season (2009, 10, 12 y 13). Para lograrlo por primera vez, con 24 años, promedió 28,4 puntos, 7,6 rebotes y 7,2 asistencias. Los Cavs ganaron 66 partidos, una trituradora en fase regular que arrasó (8-0) en las dos primeras rondas de playoffs pero se quedó fuera en la final del Este (2-4 contra los Magic de Dwight Howard). No hubo el sueño y nunca alcanzado duelo en las Finales contra Kobe Bryant y sus Lakers, que se proclamaron campeones en aquel 2009.

La decisión

En el momento más divisivo de su carrera, uno que le convirtió en villano durante sus años en Miami Heat y que cambió para siempre las reglas del juego de la agencia libre y disparó definitivamente la era de las estrellas empoderadas, dueñas de su destino y con muchas sartenes por el mango, LeBron decidió dejar su Ohio natal para irse, en 2010, a Miami Heat para formar un súper equipo con Dwyane Wade y Chris Bosh. De su tierra, un mercado pequeño, a los focos de Miami; de sus Cavs a un equipo diseñado para arrasar. Y, para colmo, la cuestionable estrategia de anunciarlo a bombo y platillo en The Decision, un especial televisivo en ESPN (grabado en el Boys & Girls Club de Greenwich, Connecticut) creado para su gloria personal. Un antes y un después en la carrera de un LeBron que, a partir de ahí y sobre todo desde su regreso a los Cavs, en 2014, enfocó de otra forma totalmente distinta la gestión de su imagen. Para la parte negra de su historia en la NBA, el terrible ambiente con el que fue recibido cuando jugó por primera vez en Cleveland, la ciudad que años después volvió a aclamarlo como a un héroe, con los Heat. Fue el 2 de diciembre de 2010 y, en medio de una hostilidad absolutamente tóxica, desmadrada, LeBron anotó 38 puntos.

El primer anillo de campeón

En 2011, LeBron perdió sus segundas Finales, un golpe tremendo para esos rutilantes Heat, un súper equipo que no pudo con los Mavericks de Dirk Nowitzki, que propiciaron (2-4) una de las mayores sorpresas de la historia reciente de la NBA. Un año después, LeBron subió el voltaje y logró su primer anillo (2012), al que dio continuidad con el segundo (2013) en dos temporadas fabulosas en los que aquel big three (LeBron-Wade-Bosh) se elevó por fin al bloque de los grandes equipos de la historia. En 2012, la víctima en las Finales fueron unos Thunder muy jóvenes (Kevin Durant, Russell Westbrook, James Harden…) que ganaron el primer partido de la serie pero perdieron los cuatro siguientes. Los Heat, eso sí, pudieron saltar por los aires antes, pero LeBron lo evitó con una actuación histórica en un momento trascendental de su carrera. En la final del Este, un año después del desastre contra los Mavs, los Heat se asomaron a un abismo que pudo ser definitivo para el proyecto: 2-3 después de tres derrotas seguidas contra los experimentadísimos Celtics de Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen. El sexto partido se jugó en Boston, con la guillotina preparada. Un match point, con la presión en máximos, al que LeBron respondió (7 de junio de 2012) con una grandeza que destapó una nueva dimensión en su carrera: 45 puntos, 15 rebotes, 5 asistencias, 19/26 en tiros de campo y 79-98 para un equipo que desactivó el drama y cerró la serie en el séptimo, de vuelta en Florida.

El triple de Ray Allen

Después del éxtasis de 2012, los Heat aceleraron en la siguiente temporada: 66-16 y billete para unas Finales en las que, sin embargo, estuvieron casi sentenciados en el sexto partido, en su pista. Fue el del mítico triple de Ray Allen para forzar la prórroga, a 5 segundos del final y después de que los Spurs dejaran escapar la victoria desde la línea de personal y de que un rebote rebañado por Bosh permitiera a Allen salvar la temporada después de un triple fallado por el propio LeBron, que en la prórroga anotó una canasta trascendental. El segundo anillo llegó así, con milagro y (4-3) tras una de las mejores Finales, por emoción y nivel de juego, de la historia de la NBA. En el séptimo partido, además, LeBron anotó un tiro crucial por encima de Kawhi Leonard para dar el margen definitivo a su equipo, 92-88 a 28 segundos del final.

El tope de puntos de su carrera

LeBron ha anotado al menos 50 puntos catorce veces en la NBA. Y su máxima anotación está, desde 2014, en los 61 puntos que logró contra Charlotte Hornets el 3 de marzo. Con un 22/33 en tiros de campo (y un 8/10 en triples). Además, capturó 7 rebotes y repartió 4 asistencias.

Las Finales de 2016

Uno de los hitos en la historia de la NBA: LeBron cumplió la promesa de su regreso a Ohio, dos años antes, y dio a los Cavaliers su primer título de campeones de la NBA. Lo hizo con un milagro único, la única vez en la que se ha remontado un 3-1 en la lucha por el título. Los Cavs lo lograron, además, contra unos Warriros pluscuamperfectos, que defendían su título de 2015 y habían firmado (73-9) la mejor regular season de la historia. Del 3-1 al 3-4, con dos victorias en Oakland y una actuación prodigiosa de Kyrie Irving, que anotó el triple definitivo en el séptimo, y un LeBron que dejó, poco antes, su monumental tapón a Andre Igualada. Historia de las Finales. Del 3-1 al 3-3, LeBron apiló entre los partidos quinto y sexto 82 puntos, 18 rebotes, 24 asistencias, 7 robos y 6 tapones con solo 3 pérdidas. En el séptimo acabó con 27 puntos, 11 rebotes, 11 asistencias y 3 tapones. En toda la Final promedió 29,7 puntos, 11,3 rebotes, 8,9 asistencias, 2,6 robos y 2,3 tapones.

El fichaje por los Lakers

Lo que durante toda la temporada 2017-18 había sido un secreto cada vez menos disimulado, se confirmó en la agencia libre de 2018: LeBron James dejó Cleveland por segunda vez, después de una etapa de cuatro Finales en cuatro años, y firmó con el equipo más mediático del mundo, Los Angeles Lakers. Su agente y mano derecha, Rich Paul, definió así la mudanza de su familia al mediático Hollywood, en el Pacífico: “En 2010, LeBron se fue a Miami para ganar títulos. En 2014, volvió a Cleveland para cumplir una promesa. Ahora, en 2018, la motivación es hacer lo que realmente le apetece hacer”. Una leyenda en la franquicia de las leyendas, la imagen de LeBron con la camiseta púrpura y oro fue a la que muchos tardaron en acostumbrarse… y una trascendental para la historia de la NBA. Desde entonces, LeBron no se ha movido de unos Lakers en los que ha completado (ocho años cuando acabe la nueva temporada) el tramo más largo de su carrera en un mismo destino (su primer paso por los Cavs duró siete: 2003-10).

El anillo de la burbuja

Muchos acusaron a LeBron de apartar la ambición deportiva para perseguir otros sueños, en otros ámbitos mediáticos, en California. Muchos hicieron bromas mientras se rodaba la segunda parte de Space Jam, de nuevo detrás de la alargadísima sombra de Michael Jordan. Y más cuando a ocho años seguidos en las Finales siguió una primera temporada en los Lakers sin playoffs. Pero en el verano de 2019 llegó Anthony Davis y en 2020 los angelinos se proclamaron campeones en una de las temporadas más particulares y exigentes (en todos los frentes) de la historia: la del parón por la pandemia y el reinicio en la burbuja sanitaria de Florida Central. Fue el cuarto anillo de LeBron con el cuarto MVP de las Finales y otro hito en su carrera: el primero con ese galardón individual en tres franquicias distintas (Heat, Cavaliers, Lakers).

El récord de los récords

Durante años, pareció que nadie podría superar los 38.387 puntos de Kareem Abdul-Jabbar en la NBA. Hasta, una vez más, que llegó LeBron. El 7 de febrero de 2023, en Los Ángeles y contra los Thunder, LeBron anotó uno de sus tiros de media distancia, fadeaway marca de la casa, y se convirtió en el máximo anotador de la historia de la NBA. Desde entonces, no ha parado: ya está 42.184 puntos y tiene una temporada más para llevar todavía más lejos un récord increíble. También es, de largo, el máximo anotador de los playoffs con una gran diferencia (8.289 por 5.987) sobre Michael Jordan, segundo.

El oro de París

Después de otro trance desagradable para el Team USA, el Mundial 2023 en el que no hubo ni medalla, los peces gordos se unieron para crear otra versión histórica de la mejor selección del mundo, una que de verdad ejerció de nuevo Dream Team. Si en el 92 el trío inolvidable lo formaron Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird, en París 2024 los líderes eran LeBron, ya con 40 años, Kevin Durant y Stephen Curry. El oro (su cuarto medalla olímpica, una de ellas de bronce) necesitó una remontada tremenda contra Serbia en semifinales y un montón de trabajo en la final contra Francia. Otros tiempos, rivales mucho más cerca… pero otro Team USA para la historia y una foto que forma ya parte de la leyenda olímpica: LeBron, Durant y Curry, juntos.

El primer partido con Bronny James

En el primer partido de la temporada 2024-25, contra los Timberwolves y para no dejar pasar ni una sola oportunidad de dejar otra foto para la historia de la NBA, el entrenador JJ Redick hizo coincidir en cancha, con la camiseta de los Lakers, a LeBron y su hijo, Bronny James. Fue justo antes del descanso, un momento que convirtió a los James en la primera pareja de padre e hijo que compartieron pista (y camiseta, demás) en un partido oficial de la NBA. “Es algo que nunca olvidaré”, dijo después un LeBron emocionado que había apretado para que Bronny acabara en unos Lakers que lo eligieron en el puesto 55 del draft.

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