2016: Golden State Warriors 3-4 Cleveland Cavaliers
La gran remontada. Nunca se había levantado un 3-1 en la historia de las Finales, con el añadido de que los Warriors venían de firmar la mejor Regular Season de la historia (73-9) y eran los vigentes campeones. Además, fue la primera vez desde 1978 en la que el campeón se coronó en un séptimo partido a domicilio. Kyrie Irving y sobre todo un monstruoso LeBron James propiciaron una remontada imposible. LeBron, de hecho, se convirtió en el primer jugador en liderar una serie completa, no digamos unas Finales, en las cinco principales categorías estadísticas (29,7 puntos, 11,2 rebotes, 8,8 asistencias, 2,5 robos y 2,2 tapones).