Movimiento sorpresa en la WNBA: Griner se muda a Atlanta
La pívot (34 años y 2,06 m) deja Phoenix Mercury tras 11 temporadas. Otro movimiento de gran calado después de los de Jewell Loyd y Kelsey Plum en una Liga en plena revolución.
![Brittney Griner, con Phoenix Mercury, lanza ante Aliyah Boston, de Indiana Fever, en 2024.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/NWBT4B7JQJXWTKL2BVK7IXH2F4.jpg?auth=8fc0d3c13a69463296a48ee52b97cd5a722ce32b60a8d23d84d8fb035b339ef3&width=360&height=203&focal=2444%2C1100)
La WNBA se mueve. Después de muchos años de parálisis, la Liga norteamericana ha cogido cierta velocidad esta temporada con la irrupción de la brillante Caitlin Clark, la próxima llegada de otro monstruo de la naturaleza como Paige Bueckers y la denuncia del actual convenio colectivo para comenzar la negociación de uno mejor aprovechando el inicio del nuevo contrato de televisión a partir de 2026.
Un acuerdo por 11 años y 2.200 millones de dólares (200 al año) para una nueva WNBA que pasará de 12 franquicias a 15 en 2026 con las llegadas de Golden State Valkyries (2025-26), Portland y Toronto (2026-27). El objetivo regresar a las 16 como en el lapso 2000-02.
Una revolución que se ha trasladado al mercado, con movimiento sorprendentes estos últimos días. El último, el fichaje de Brittney Griner por parte de Atlanta Dream en la agencia libre. Un movimiento inesperado que se une al intercambio a tres bandas en el que Las Vegas Aces adquirían a Jewell Loyd y Los Angeles Sparks a Kelsey Plum. Era el primer traspaso de la historia que involucraba a dos números uno del draft.
Griner (34 años y 2,06 m) anunció su decisión a través de Instagram. “En la agencia libre pude encontrar a dónde quería ir. Y, honestamente, lo que me llevó a esa decisión fue el equipo, las jugadoras y mi familia”, comenzó la pívot, que se une en Georgia a Rhyne Howard, uno en 2022, y Allisha Gray, que llegó a Atlanta en 2023. “Fue una decisión difícil. Dejó algo que conozco, que ha sido mío durante toda mi carrera. Pero también está el factor emocionante de mostrar algo diferente”.
La internacional estadounidense sale de Phoenix Mercury, la franquicia que le eligió como número uno del draft 2013 y en la que ha pasado 11 temporadas, todas las de su carrera a excepción de la de 2022 cuando se encontraba presa en Rusia por introducir droga en el país. Una detención en febrero de 2020, cuando Rusia invadió Ucrania y se enfrentaba a sanciones económicas y políticas por parte de Europa y Estados Unidos, por llevar aceite de cannabis para un vaporizador cuando iba rumbo de Ekaterimburgo, donde jugaba la Euroliga femenina.
Fue condenada a nueve años de prisión en una de las colonias penales más duras del país europeo, en plena guerra con Ucrania y liberada en diciembre gracias a un intercambio de presos entre Estados Unidos y Rusia.
Gringer fue campeona de la WNBA en 2014 con los Phoenix Mercury. Con la selección de Estados Unidos ha ganado los tres últimos oros olímpicos (Río 2016 y Tokio 2020) y dos Mundiales (Turquía 2014 y España 2018). En cuanto a reconocimientos personal, Gringer ha sido una de las jugadoras más exitosas de la última década: dos veces mejor defensora de la WNBA, dos veces máxima anotadora y 8 veces máxima taponadora, ha sido elegida en tres ocasiones en el mejor quinteto de la liga y ha jugado 9 veces el All Star. Además, fue incluida entre las 25 mejores jugadoras de la historia de la WNBA en la lista elaborada en 2021 con motivo del 25 aniversario de la liga estadounidense.
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