Miami Heat fortalece su primera posición en la Conferencia Este tras ganar esta madrugada a los Bulls en Chicago (109-127) y enlazar tras triunfos consecutivos. La franquicia de Florida aventaja ahora mismo en un partido y medio a Milwaukee Bucks y, lo que es más importante, parece haber vuelto tras sumar cuatro derrotas consecutivas (máximo de la temporada) hace apenas dos semanas y con el lío entre Butler y Spoelstra-Haslem como un sueño. Un vuelta al calcetín clave en el momento clave, cuando los playoffs están a la vuelta de la esquina. El problema, que viendo como se está poniendo el play in, nadie descarta que en primer ronda llegue un coco disfuncional como son los Brooklyn Nets de Kevin Durant y Kyrie Irving. Cosas de la vida.

Los Heat abrocharon el triunfo con un buen Butler (22 puntos) y el acierto desde el perímetro de Tyler Herro: 19 tantos con un 6/7 de tres. Es la quinta vez esta temporada que anota tantos triples y la primera que alcanza el 86% de efectividad… aunque de dos estuvo horrible, con un 0/9 poco alentador. Sin embargo, lo importante está hecho: la primera plaza está más cerca que nunca y las 50 victorias han llegado a Florida por primera vez desde 2013-14, el último año del Big Three de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Paul.

Mal presagio para Chicago

Chicago aguantó lo que aguanto. Exactamente, dos cuarto. En el tercero se vinieron abajo con un parcial 32-22 y a pesar de una nueva muestra de artillería por parte de Zach LaVine y DeMar DeRozan. Entre los dos, 59 puntos, con 33 el primero y 26 el segundo. Y un mal presagio para la postemporada: los Bulls presentan pésimo 2 de 19 ante los ocho mejores de la NBA. Sigue faltando mucho orden y concierto en la creación de juego. Sin Lonzo Ball, fuera desde enero por la rodilla, los Bulls pierden orientación ofensiva y mucho músculo defensivo. El base comenzará a correr la próxima semana. Puede que tarde. O puede que en el mejor momento, con los playoffs en el horizonte y el sexto puesto puede que asegurado, si Cleveland Cavaliers no aumenta el paso (está a dos partidos) y ellos no resbalan más. Cualquier cosa puede pasar.