ESPANYOL

"Él era el eslabón perdido entre Fernando Martín y los Gasol"

Este jueves se presentó el documental 'Bàsquet en blanc-i-blau’, con las voces de 25 protagonistas que detallaron la historia de la sección de baloncesto.

SD Espanyol.

Hubo un tiempo en el que el Espanyol era un club reconocidamente polideportivo, con secciones de hockey patines, atletismo, rugby, voleibol o baloncesto. "El Espanyol ha sido importante en la construcción del deporte, en su apuesta por la formación y en la creación de las competiciones", detallan los protagonistas que en la noche del jueves presentaron el documental 'Bàsquet en blanc-i-blau'. El pas del RCD Espanyol per l'ACB, 30 anys després', en el que se explica la época dorada de la sección de baloncesto en los años 80.

Manel Gausachs, Iván Bassols y Salva Coromina han creado un producto emotivo, con 25 protagonistas que van desgranando lo que fue una etapa gloriosa en un momento en el que el baloncesto "superó incluso al fútbol", como explicó el periodista de la Cadena SER Xavi Saisó, gracias al viento de cola de la selección de baloncesto que se colgó la plata en los Juegos de Los Ángeles 1984. Justo en ese periodo, el Espanyol competía en la ACB. No hay demasiadas imágenes de la época, pero las opiniones dan cuerpo al relato.

Tras vivir unos años 70 en categorías más bajas y jugando en colegios, todo cambió en los años 80 con la entrada de Antonio de Barnola como responsable de la sección y por la apuesta de Seat. Tras invertir en un equipo más competitivo, el 11 de marzo de 1984 se consiguió el ascenso a la ACB en Gijón. Todo cambió ese día. El equipo empezó a jugar en el Palau d'Esports de la calle Lleida, el más grande de la competición, e invirtió en jugadores como Mike Phillips, que llegó en la segunda temporada, la más exitosa, cuando el Espanyol acabó sexto, ganó al Barcelona en un partido de la Liga Catalana y se clasificó para la Copa Korac.

"Hubiera estado en la NBA si no hubiera sido por sus problemas de rodilla", explica el técnico Víctor Fandos. "Le he visto meter canastas desde el suelo", añade De Barnola, fallecido en 2019, voz emotiva del documental, todo emoción, que narró otros momentos emblemáticos de Philipps, quien también murió en 2015: "Teníamos un partido importantísimo ante el Breogán. Esa semana se le murió la madre a Mike, y tuvo que irse a Estados Unidos. Regresó el viernes y jugó el sábado. Metió 49 puntos y ganamos", comenta.

El documental tiene otros protagonistas, como Santi Abad, quien debutó con apenas 16 años y expresa su "amor y cariño" por el Espanyol. Ángel Martín Benito, técnico de la época, lo veía así: "Para mí es el eslabón perdido entre Fernando Martín y los Gasol. Podía haber jugado en la NBA". Hizo carrera Abad en Real Madrid, Barcelona, Baskonia y llegó a jugar en la Selección.

Pero todos esos momentos duraron un suspiro. El club, presidido por Antonio Baró, canceló el proyecto y se lo vendió a Unipublic por 50 millones de pesetas (300.000 euros). El equipo poco a poco fue perdiendo afección al ya no tener el respaldo del club. Acabó en Granollers y se apagó una sección que llevaba en vigor desde los años 20. "Los mejores éxitos del Espanyol no se los ha dado el fútbol", explica De Barnola. El testigo de aquella historia lo recogen las Seccions Esportivas, que han conseguido en apenas tres años que el equipo de baloncesto compita en la máxima categoría de Cataluña. Baloncesto y Espanyol, un amor que viene de lejos.

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