Los Dallas Mavericks jugarán los playoffs por tercera temporada consecutiva. La victoria en Cleveland, unida a la derrota de los Timberwolves en Toronto hace que el equipo texano se asegure una plaza entre los seis primero del Oeste. Veremos en qué posición final porque todo apunta a que jugarán la primera ronda con ventaja de campo por primera vez desde que está Luka Doncic en la franquicia. De momento otra derrota, la de los Warriors en casa ante los Suns, también hace que los Mavs adelanten a los californianos en la pelea por la tercera posición. Pero independientemente del puesto final que ocupen, lo que está claro es que los de Dallas llegan en un momento estupendo a las eliminatorias y con su jugador franquicia, Doncic, en estado de gracia.

Era el segundo partido para los Mavs en menos de 24 horas después de haber arrasado a los Lakers. El jugador esloveno no dio ninguna muestra de cansancio. Todo lo contrario. Puede que espoleado por el gran número de compatriotas que ocuparon las gradas del Rocket Morgage FieldHouse, Doncic dio una exhibición de baloncesto. Especialmente en un tercer cuarto que fue clave para el desarrollo del encuentro. Los Mavs se fueron al descanso 6 puntos abajo y 12 minutos después estaban 11 arriba. El parcial había sido 22-39 con 20 tantos del esloveno. El cuarto se cerró con un pase por detrás de la espalda de Doncic para que Dorian-Finney Smith metiera uno de sus seis triples del día. El alero se fue a 28 puntos, su mejor anotación histórica, y ya es un jugador clave para Dallas.

En el último cuarto los Cavs trataron de remontar, pero lo más cerca que estuvieron fue a distancia de 8 a falta de 1:46. Poco antes Doncic había metido un triple desde muy lejos que silenció a medias (la parte eslovena lo celebró por todo lo alto) el pabellón. El ex del Madrid se quedó a un rebote de firmar otro triple-doble: 35+9+13. "Es un mago con el balón en las manos", decía después el entrenador rival, J.B. Bickerstaff. Para los Cavs es la cuarta derrota en cinco partidos, el tren de las plazas directas en playoffs se les está escapando y empiezan a mirar hacia abajo, con los Nets a dos partidos de distancia, pensando ya en asegurar el factor cancha en la primera ronda del play-in.

Las lesiones, ese incómodo compañero de viaje que han tenido durante toda la temporada, vuelven a acompañarles en este momento fundamental del curso. Evan Mobley, el flamante rookie elegido en el número 3 del pasado draft y que es el gran favorito a hacerse con el premio de Novato del Año, se perdió el primero de al menos tres encuentros por problemas en el tobillo. Unido a la ausencia de Jarrett Allen, que ya lleva 12 encuentros sin jugar, el juego interior de los Cavs, una de las señas de identidad del equipo, brilla por su ausencia. Tampoco jugó en el bando contrario Spencer Dinwiddie, a quien los Mavs reservan por el momento en los back-to-back, pero está claro que los texanos son ahora mismo mucho más capaces de asumir una baja como esa. La buena noticia para los locales fue el partido de Caris LeVert, su fichaje estrella en febrero que hasta ahora no ha dado el rendimiento esperado. Hoy jugó su mejor partido desde que llegó a Cleveland con 32 puntos.