DALLAS MAVERICKS

Terremoto en los Mavericks: Doncic se queda sin Porzingis

Los Mavericks han renunciado a Kristaps Porzingis, al que han enviado a los Wizards a cambio de Spencer Dinwiddie y Davis Bertans.

Jonathan BachmanGetty Images

"Es un unicornio porque casi nunca lo ves". Es la frase de Tim Legler, exjugador de la NBA y actual analista de la ESPN, sobre Kristaps Porzingis. Así define el hoy periodista al jugador letón, que ha sido traspasado a los Wizards, poniendo así fin a su etapa en los Mavericks. Mark Cuban pues, se mueve como siempre con agilidad en el mercado y busca dar un golpe de efecto a uno de los equipos que está en mejor forma de la competición. El equipo texano suma tres victorias consecutivas y 16 en los últimos 21 partidos, cifras absolutamente magistrales que contrastan con un inicio de curso dubitativo y que dejan al equipo que dirige Jason Kidd (de momento, con acierto) con un récord de 32-23, a dos partidos del cuarto puesto que les daría ventaja de campo en primera ronda y, sobre todo, muy lejos de ese play-in que nadie quiere jugar.

La noticia, que han dado entre otros Adrian Wojnarowki (ESPN), Shams Charania (The Athletic) y un experto en información baloncestística en Dallas como Tim MacMahon (ESPN), demuestra que los Mavericks van a por todas. Cuban ve posibilidades de llegar lejos en playoffs y contenta a Doncic de la misma forma que hizo en verano, cuando apartó a Rick Carlisle del banquillo tras el enfado del esloveno por el despido de Donnie Nelson, y se libró del intervencionismo e influencia que en su persona ejercía Haralabos Voulgaris. Ahora, libra a Doncic de un hombre con el que nunca ha llegado a estar del todo cómodo y le trae a otros dos jugadores potencialmente positivos y poco dispuestos a plantear ningún tipo de pulso en torno al liderato con el ex del Real Madrid.

Por otra parte, los Mavericks se libran del contrato tóxico de un jugador sobrepagado (Porzingis tiene pendientes 31 y 33 millones los dos próximos años, además de una player option de 36 millones) y se hacen con Dinwiddie (17,18 y 18,9 millones, de los cuáles 10 son garantizados ) y Bertans (16, 16, 17 y 16, de los cuáles 5 son garantizados), dos jugadores con buenos salarios que paliarán la posibilidad de que se complique la renovación de Jalen Brunson, que saldrá a la agencia libre cuando acabe la temporada y busca un contrato de 4 años por 80 millones de dólares, cifras demasiado altas para los Mavericks. Es decir, otro acierto de Cuban en el mismo movimiento que permite al equipo texano cubrirse las espaldas de cara al futuro más inmediato.

Buen movimiento, por lo tanto y a priori, para unos Mavericks que buscan hacer avanzar un proyecto ligeramente estancado y que ha tenido dos eliminaciones consecutivas en primera ronda, ambas ante los Clippers (4-2 en la burbuja y 4-3 el año pasado). El último provocó que se vieran las costuras de la entidad, que inicio una pequeña guerra civil a la que Cuban reaccionó con presteza. Todo con vistas, claro, a que en el equipo permanezca Luka Doncic de la misma manera que en su día se mantuvo a Dirk Nowitzki. La cultura de la franquicia se sigue construyendo en torno a un jugador absolutamente generacional, que intentará por todos los medios aumentar su leyenda y acercarse a un título que cualquiera tiene que conquistar para entrar en el Olimpo. Así son las cosas.

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