Alarma en el Madrid

Alarma en el Madrid a poco más de una semana de la Copa del Rey. El equipo está roto físicamente, lo vimos ante el Fenerbahçe (66-51). Estas tres semanas jugando un partido casi cada 48 horas, tras reubicar los aplazados en un calendario de por sí comprimido hasta el extremo, le han provocado nuevas bajas y despojado del buen estado de forma previo. Heurtel, Hanga, Taylor y Deck faltaron en Estambul ("Y Yabusele, afectado por un virus, no debió jugar", reconoció Laso). Y otros tantos casi ni comparecieron en ataque, ahogados por el fuerte oleaje turco, que dejó a su rival en 51 puntos (cerca de la anotación merengue más baja en la historia de la Copa de Europa: 43).

Solo Llull trató de tirar del carro, no muy eficazmente después de los primeros minutos, pero lo intentó empujando en ataque con lo que tenía, sobre todo talento. Tavares peleaba lo suyo sin grandes réditos y ya, al menos hasta la irrupción final de Alocén junto a Juan Núñez en el quinteto, piernas frescas. Y junto a Rudy, no tan frescas, aunque siempre combativo, puro orgullo.

El Fenerbahçe leyó bien la merma de fuerzas de su adversario y la acrecentó con su actividad. En un día regular en lo ofensivo, lo bordó atrás. Pierria Henry, Marko Guduric y Dyshawn Pierre lideraron la novena victoria turca en diez partidos, a la caza del playoff. Para el Madrid no hay buenas noticias. El viernes se presenta el Barça en el Palacio en el siguiente contexto: 38-8 de balance este curso y de las 8 derrotas, cuatro en los últimos 16 días (en 8 jornadas), tres en la ACB y esta en la Euroliga. Y luego, más allá, podríamos reabrir el debate sobre la falta de talento rompedor y en plenitud del perímetro, con el obligado paso adelante que no llega de Williams-Goss y Abalde, pero eso no explica el bajón actual, y más cuando contamos cuatro bajas a la vez en la línea exterior.

17 puntos al descanso, récord negativo

La abnegación defensiva, una zona 3-2 con Poirier y Tavares un buen rato a la vez, maquilló ligeramente una primera parte histórica, en la que los blancos acabaron con 17 puntos, ¡17!, su anotación más baja de siempre en la Copa de Europa. El anterior registro negativo era de 21 (@DatosRMEuroliga). Lo nunca visto no era una exageración en este caso y eso que en el minuto 4 el Real vencía 2-8, así que en los 16 minutos posteriores hasta el descanso sumó apenas 9 tantos. Y pese al esperpéntico primer acto en ataque, los de Laso solo caían por 10 al intermedio: 27-17. Se habían quedado a cero entre el citado minuto 4 y el 12, en total 8:14. Del segundo triple de Llull a una canasta a tabla del capitán vimos un parcial local de 17-0.

Un Fenerbahçe que voló bajo un rato (19-8), luego experimentó un aterrizaje brusco, porque la defensa merengue se le atragantó. Parecía mascar plomo y con 21-16, la entrada de Randolph le dio aire. El americano cometió una falta que se podía haber ahorrado y dio dos libres a Guduric y, en la siguiente acción, casi pierde la posesión y forzó a Llull a un triple que acabó segundos después con un mate de Booker al contraataque. En el saque posterior, Abalde extravió la bola: 27-16. En esos instantes se consumió la vela blanca, no había más cera que la que ya había ardido.

Las piernas frescas de Alocén y Núñez

El poderío del Fener con la fuerza del todoterreno Dyshawn Pierre, que en el primer cuarto había parado en seco las acometidas de Abalde, castigaba ahora duro a un rival con tres interiores a la vez: Yabusele, Thompkins y Tavares. El son lo marcaba Henry (9 asistencias) frente a Llull, Williams-Goss o quien fuera, Causeur apilaba errores y se iba pronto al banco, y Guduric aparecía al final del tercer periodo para elevar la máxima a un +18: 48-30.

El duelo había saltado en mil pedazos, restaba salvar la cara, evitar el récord negativo de anotación, y eso lo hizo Laso con Juan Núñez y Alocén en pista, también Rudy, que durante un tramo ejerció de cuatro en un quinteto de bajitos. La energía de los jóvenes ayudó a correr algo y sumar 21 tantos en el intrascendente último cuarto, el 70% de todo lo encestado antes. El Fenerbahçe no para de acelerar sin De Colo ni Vesely, noveno triunfo en diez encuentros, en una gran labor de Djodjevic, feliz como una perdiz en el pospartido con “la mejor defensa de la temporada”. A la caza del playoff. El liderato al Madrid, eso sí, aún no se lo discute nadie. Al menos hasta el viernes.