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¿Y, sin Ricky Rubio, quién queda? Mala racha española en la NBA

La representación española en la NBA queda desprotegida con la lesión de Ricky Rubio. Un repaso a la situación de los otros cinco compatriotas.

¿Y, sin Ricky Rubio, quién queda? Mala racha española en la NBA
Jacob KupfermanGETTY IMAGES

Se cumple un mes de la grave lesión de rodilla de Ricky Rubio y el panorama para los españoles en la NBA se nubló en ese mismo punto sin mejorar desde entonces. Los seis representantes del país en la mejor liga de baloncesto del mundo se han quedado huérfanos al perder al jugador que más estaba brillando en la presente campaña, haciendo renacer a los Cavaliers y jugando algunos de los minutos más ilusionantes de una carrera que anda repleta de ellos. En una NBA cada vez más internacional, con tres extranjeros -Jokic, Embiid y Antetokounmpo- pugnando por un MVP que dos de ellos ya han conseguido, España ha visto reducida la pléyade de hombres con la que iba a participar en dicha competición. De la decena que llegó a ser a estos seis, pero con poca participación de la mayoría, muchos cambios a la vista y una imagen que dista de la del conjunto nacional, vigente campeón del mundo tras el éxito conseguido hace tres años en el Wukesong Arena de Pekín (China).

El análisis es debido aunque doliente desde el punto de vista del compatriota. Seis jugadores, seis situaciones distintas. ¿Qué queda en esta 2021/22 sin Ricky Rubio? 

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· Ricky Rubio. El director de juego no volverá a disputar minutos esta campaña. Los Cavs encontraron un sustituto para hacer su fenomenal trabajo, Rajon Rondo, que tiene experiencia en elevar a conjuntos jóvenes o, por lo menos, en no dejar que caigan. El aporte junto a Darius Garland, estrella cada día más brillante, es necesario para ofrecer un contrapunto en un equipo que apunta a entrar en los ocho primeros puestos de la Conferencia Este. La duda queda en Ricky. Es su último año de contrato. Puede pasar de todo. También que sea incluido en un traspaso aunque esté impedido. El jugador es una pieza de cambio muy valiosa para Cleveland si éstos quieren apurar el mercado, dejando ese contrato a otro equipo que les dé una compensación en forma de jugador. Se desconoce si los Cavs querrán extender el acuerdo con Ricky, se entiende que a la baja, el próximo verano, lo cual haría que se quedaran con él a sabiendas de que no jugará. También a la baja podría llegar a partir de julio a un equipo con muchas más opciones de ser campeón, no han sido pocos los que se han mantenido atentos a su progreso para intentar un asalto. El Rubio de Minnesota se ha transformado desde que apareció con la Selección de cara a los Juegos y su papel en el equipo de J.B. Bickerstaff ha sido el del mejor Rubio en la NBA, por lo que sólo esta segunda lesión de rodilla le aleja de los soñadores Cavaliers y de otras franquicias que apuestan incluso más fuerte. No se les espera hasta noviembre o diciembre, perdiéndose el EuroBasket, por lo que todo lo que le rodea es una incógnita aunque se apoyará en el cuasiperfecto trabajo realizado este curso para cazar un nuevo contrato, sea corto o largo. Y, además, habiendo advertido que a su carrera allí le quedan, a lo sumo, cinco años debido a necesidades familiares.

· Serge Ibaka. A sus 32 años el hispanocongoleño cuenta con un campeonato en su vitrina, pero llegar a los Clippers suponía dar el paso para ganar otro. Kawhi Leonard y Paul George han hecho soñar a la afición de los angelinos con su primer título. Las lesiones han tirado abajo el proyecto hasta ahora y veremos si esta historia termina o no aquí. Serge es uno de los que más ha sufrido los problemas físicos, coronavirus aparte. Esta campaña ha vuelto después de la operación en la espalda que le hizo perderse la mitad de la anterior, su primera en los Clippers, pero los constantes ajustes a los que Lue se ve obligado le han dejado corto en progresión. Sus 6 puntos de media son los peores de su carrera, de comienzos humildes tras llegar desde Manresa en 2009. El entrenador prueba a menudo con Morris y Batum en posición de pívot para jugar abierto aunque sean aleros, Zubac sigue siendo el principal ‘5’ y Hartenstein ha respondido tan bien que le ha quitado participación. Ibaka ya ha coqueteado con la idea de irse a otro equipo, como Ántoni Daimiel remarcó en Movistar+, y la opción tiene todo el sentido para las dos partes: Los Ángeles tiene la oportunidad de probar a otro jugador que pueda dar un rendimiento mejor y Serge Ibaka puede elevar sus números en otro conjunto para posicionarse mejor de cara a un verano en el que será agente libre. De nuevo la búsqueda de un contrato entra en conflicto con las opciones colectivas, aunque en este caso empiece a verse claro que estos Clippers no son los que nos vendieron tres años atrás.

· Juancho Hernangómez. Está sufriendo en los banquillos más que en las pistas, lo cual no es buena señal. Llegó rebotado a los Celtics y allí sólo entró a jugar en 18 de 45 partidos y con poquísimas opciones: 5,3 minutos por cita. Un desastre para el que necesitaba una salida. San Antonio podría serlo. En condicional, si es que no es traspasado de nuevo. Gregg Popovich es conocido por exprimir a talentos que se han quedado descarriados en la dura travesía que es la NBA, lo puede hacer de nuevo en unos Spurs que empiezan a tener verdaderos problemas por encaramarse más allá de la décima posición del Oeste pese a tener un bagaje de ensueño en los últimos 23 años. Desde 2016 está allí el madrileño y sólo ha habido fogonazos entre Denver y Minnesota, no una regularidad con la que poder asegurar un futuro. Su contrato actual fue fruto de uno de ellos, pero tiene una peculiaridad: el tercer año, en el que entra a partir del 30 de junio, no está garantizado. Lucas Sáez Bravo publicó en El Mundo el interés del Real Madrid en hacerle su próximo objetivo si el jugador es desencadenado y queda libre, y sería un objetivo recurrente ya que en los últimos años se ha monitorizado su situación. Gusta en esos despachos. Sería precipitarse demasiado el ponerse en ese escenario cuando tiene la opción de mandar a paseo las dudas sobre su futuro en Estados Unidos, pero ese plan existe y la pelota no está en su tejado sino en el del que ahora es su equipo.

· Willy Hernangómez. Su caso es para que lo traten Mulder y Scully o Iker Jiménez. El misterio no deja ver el bosque, repleto de trabajo cuando la NBA para y que no se traduce en minutos suficientes para un jugador que, por lo menos en ataque, cumple la mayoría de veces que se le da confianza. Knicks y Hornets ya lo vivieron de cerca y en los Pelicans tampoco está siendo el momento de Willy. Futuro asegurado a medio plazo, como él deseaba, pero sin siquiera ser el pívot suplente de un tremendo Jonas Valanciunas. Hasta ha batido su récord de puntos en la NBA en uno de los partidos en los que se ha visto por encima de su media de minutos. Jaxson Hayes es un obstáculo para él y Zion Williamson lo será si finalmente juega algo de lo que resta de curso, opción cada vez más lejana. Sus compañeros han destacado en sus distintos equipos lo preparado que está aunque deje de jugar durante un período prolongado, es lo que se exige a este nivel pero no todos lo cumplen, pero no cuaja del todo. La buena noticia para el roceño es el margen que tiene: le quedan otras dos temporadas aseguradas en EE.UU. para progresar y entrar en la treintena con energías renovadas, sea en los Pelicans o donde le dejen.

· Usman Garuba. El ir y venir a la G-League no ha sido suficiente castigo para el ex del Real Madrid. Es una lesión casual se ha dañado una muñeca de forma que tiene que pasar por el quirófano. Su potencial como defensor ha pasado desapercibido para Stephen Silas pese a que lo que buscan son piezas versátiles con las que construir un buen equipo de futuro. Los Rockets no están siendo una buena experiencia para Usman, al menos de momento: 1,3 puntos y 2,3 rebotes jugando 15 partidos de los 48.

· Santi Aldama. Se vaticinaba que sería el que más problemas pasaría y se está cargando esa predicción. Poco a poco y teniendo valles de juego, pero está metiendo la cabeza en un equipo que va como un tiro. Los Grizzlies son la revolución y Santi, pese a tener competencia en la posición de pívot y a una inexperiencia profesional que se nota, promedia 3,5 puntos y 2,4 rebotes jugando 26 partidos de los 50.