Ayoka Lee: de romperse la rodilla al récord de puntos de la NCAA
61 puntos elevan el récord de la NCAA. Los ha conseguido Ayoka Lee, de Kansas State. Al llegar a esa cifra llevaba los mismos tantos que el rival.
El baloncesto en categoría femenina no profesional tiene nueva reina. Mientras Paige Bueckers (U-Conn) mira de reojo, Ayoka Lee (Kansas State) se cubre de oro. La NCAA, la competición estadounidense de referencia en el nivel universitario, tiene un nuevo récord. Lee, pívot de las Wildcats, se ha convertido en la jugadora con más puntos en un sólo partido de la primera división de este organismo. 61, también con 12 rebotes, 3 tapones, 1 robo, en 35 minutos. La jugadora combinó un 23/30 en tiros de campo, sin triples, con un 15/17 desde la personal.
El resultado final fue 94-65. En el momento en el que Ayoka llegó a 61 las rivales, las Sooners, llevaban los mismos puntos con los que ella terminó la velada: 61. Número terrorífico para Oklahoma, que sale en las noticias habiendo recibido tal recital.
El espectáculo no era novedoso. Esta jugadora nacida en Byron, en el estado de Minnesota, que supera los dos metros de altura es una de las atracciones de la temporada en la NCAA. Se ha renegado de sus medias, que ahora sitúa en 23,6 puntos y 10,8 rebotes con un magnífico 58% en tiros, por haberse enfrentado a rivales de, según los expertos, poca entidad. Pero para batir un récord de estas características hay que dar mucho de sí y ella lo ha hecho.
Lee se ha cargado una marca que compartían dos jugadoras. Rachel Banham en 2016 y Cindy Brown en 1987 habían dejado el récord en 60. Ambas quedan en la historia.
Si hablamos de números rimbombantes es bueno detenerse en el nombre de Brittney Griner, la última gran dominadora estadounidense en las pinturas. Su récord en la NCAA, que en su caso fue de 50, se lo endosó a Kansas State. Casualidades de la vida, la chica que sigue esos pasos les muestra la cara positiva de estas listas.
Superación
Yokie, de físico imponente para cualquier edad, es, según sus propias palabras, "una líder reservada" que estudia terapias de pareja y de familia con la aspiración de trabajar como psicóloga en el deporte cuando termine su carrera como jugadora, que a nivel profesional ni siquiera ha empezado. "Te sorprendes cuando falla", dice su entrenador, Jeff Mittie: "No es una jugadora que esté haciendo grandes números para la Big 12, la conferencia, sino para lo que se ve a nivel nacional". Desde el primer momento la mimaron, incluso cuando las dudas eran lo único que estaba en su cabeza. Ayoka Lee debutó con Kansas State después de que una lesión en el ligamento cruzado anterior, una lesión complicada para cualquier deporte pero que se acrecenta en peligrosidad con una persona de tanta altura para su edad y género. Utilizando la Noah's Ark, una máquina que revela el arco que describen tus tiros, ha ido mejorando su lanzamiento en estático, clave para una jugadora que absorbe tanto balón y a la que se defiende con ahínco. Su pasado en el voleibol y el lanzamiento de peso la han ayudado a ser completa, a perseverar y a tener un abanico de recursos como pocos en la NCAA. Es la jugadora a vigilar.