Los Pelicans se llevaron la victoria de casa de los Knicks con una contundencia apoyada en una salida tremenda de los vestuarios tras el descanso y que llevó, una noche más los abucheos a su propio equipo al Madison Square Garden de Nueva York. El conjunto local se deshizo en la segunda mitad y no supo responder a las diversas amenazas del rival, como un sorprendente nativo de Brooklyn como Jose Alvarado. Un parcial de 15-35 en el tercer periodo destrozó a los de Thibodeau, criticado un día más, y dejó visto para sentencia un encuentro que llegó a los minutos de la basura con todo resuelto y que se cerró con un resultado de 91-102. 

Jonas Valanciunas (18+10) fue el mejor del encuentro, no sólo por el doble-doble sino por lograrlo errando sólo tres de su once tiros y por las opciones que abre para los suyos. Hart (17) fue el segundo mejor en cancha para los visitantes y Alvarado (13) fue la sorpresa desde el banquillo. El menudo base de Green batió su mejor marca en la NBA en este encuentro. En el otro lado, Mitchell Robinson y sus 17 puntos y 15 rebotes fueron la mejor noticia en una noche repleta de otras malas. 

New York sigue en negativo, ahora con un récord de 22-24, y lo hace sumando la tercera derrotas seguida. New Orleans está incluso peor, 17-28, pero sin esa racha ni la sensación de deber en partidos como éste que sí tiene su hoy rival.