La carrera de Willy Hernangómez en la NBA no está siendo fácil. Desde que debutó en 2016 con New York Knicks, el internacional español ha tenido más decepciones que alegrías, más partidos fuera que dentro, más minutos en el banquillo que en pista. Sin embargo, hay algo que nunca se le puede echar en cara: sus ansias por triunfar y exprimir cada instante que está en cancha para reivindicarse. Lo hizo en los Knicks y en Charlotte Hornets, y ahora en unos New Orleans Pelicans disfuncionales, sin rumbo deportivo y que pierden más que ganan.

En la victoria contra Washigton Wizards (127-102), la cuarta de la temporada para la franquicia este curso en 20 partidos ya, Willy tuvo uno de esos momentos para exprimir sus opciones. Y no decepcionó. Y ya van dos tras el duelo contra Indiana Pacers. Jugó 22 minutos como reemplazo en la rotación de Jonas Valaciunas y por delante de Jaxson Hayes, que se quedó a cero por decisión de Willie Green. Disputó el final del primer y del tercer cuarto, así como el inicio del segundo y gran parte del último cuando todo el pescado estaba vendido. Cerró con 13 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y 2 tapones. No se puede hacer más con menos.

Misterio Zion Williamson

Es la segunda vez esta temporada que supera los 20 minutos en cancha y la segunda también que se dispara más allá de la decena de puntos. Ambos casos, claro, están relacionados. Solo su aportación defensiva sigue siendo irregular: Harrell no tuvo muchos problemas cuando se emparejó con él. A la espera de que se resuelva el misterio Zion Williamson (todavía no ha debutado esta campaña por lesión), Willy debe seguir como hasta ahora: esperando su turno y aprovechándolo al máximo.