Los Lakers cuentan con Fizdale, el 'archienemigo' de Marc Gasol
Después de dos años fuera del primer plano, ahora es asistente de Vogel. Vuelve a trabajar con LeBron pero ya no con un Marc con el que tuvo problemas.
Es básicamente una coincidencia, pero no deja de ser irónico. Casi en paralelo al final oficial del camino de Marc Gasol en Los Angeles Lakers, corto y frustrante, se ultimaba la llegada a la franquicia angelina de David Fizdale, señalado durante mucho tiempo como el enemigo público número 1 de Marc, casi el único que se le ha conocido en sus trece años en la NBA. Fizdale (47 años) salió del ostracismo para enrolarse en los Lakers como asistente de Frank Vogel. Él y John Lucas III ocuparán, básicamente, los huecos que han dejado en el organigrama de Vogel Jason Kidd (entrenará a Luka Doncic en los Mavericks) y Lionel Hollins.
Hace no mucho, Fizdale era una de las nuevas sensaciones en los banquillos NBA. Pero llevaba sin trabajo desde que fue despedido por los Knicks el 6 de diciembre de 2019. Hace casi dos años, un mundo en tiempo NBA. Seguía cobrando su contrato con los del Madison, cuatro años y 22 millones de dólares, pero vivía apartado del primer plano en Miami, donde alcanzó la gloria como asistente de Spoelstra y dirigiendo al equipo de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh: dos anillos como asistente en 2012 y 2013. Después, buscó su propio camino y acabó extraviándose como él mismo reconoció en una entrevista a The Undefeated: “He estado en mi punto más bajo a nivel mental. Pensaba que lo peor eran las derrotas de mis equipos. Pero es peor el marco general, cuando te preguntas qué podrías haber hecho diferente, si realmente merecías siquiera el trabajo. Te sientes como un impostor, como si hubieras engañado a todo el mundo. Como un fraude".
Un nuevo inicio en Los Angeles Lakers
Su gran oportunidad, californiano nacido en L.A. y formado en la Universidad de San Diego, llega con los Lakers y en el reencuentro con LeBron… pero no con Marc. Por los pelos. Después de su etapa en Miami, y reverenciado como uno de los mejores asistentes de la Liga, los Grizzlies lo ficharon para que modernizara al equipo del grit and grind, en busca de la última chispa, el ingrediente final de la fórmula, para ganar un título con aquel bloque que ya es leyenda en Tennessee: Mike Conley, Marc Gasol, Tony Allen, Zach Randolph…
Fizdale firmó una notable primera temporada (43-39, plaza en playoffs) y efectivamente trató de agilizar el juego de ataque con más ritmo y más tiro exterior (algo que obligó a evolucionar a Marc). En su segundo año, sin embargo, todo se vino abajo. Tras un buen inicio (5-1), llegaron las derrotas y los problemas con el vestuario. Los mayores y los más públicos, con Marc. Después de ocho derrotas y con un balance de 7-12, fue despedido el 27 de noviembre de 2017. En mayo de 2018 firmó con los Knicks. Vivió una temporada muy dura (17-65) y un verano (2019) en el que Kyrie Irving y Kevin Durant decidieron firmar con el vecino, Brooklyn Nets. Después de un pésimo 4-18, fue despedido otra vez en plena segunda temporada, como en Memphis. No había sabido conducir la reconstrucción de una franquicia sometida a tanta presión como los Knicks: “Era demasiado agradable con esos chicos. Me preocupaba demasiado de qué iba a pasar si no jugaban. Básicamente, mi comportamiento era el opuesto al que tuve en los Grizzlies".
Sin embargo, en Nueva York había comenzado a enterrar el hacha de guerra con Marc, que le mandó mensajes en los que se disculpaba por cómo habían acabado las cosas en los Grizzlies y le deseaba suerte: “Esos chicos tienen suerte de tenerte como entrenador”. Efectivamente, las aguas bajaban menos revueltas y ambos han hecho declaraciones suavizando las cosas después, pero la salida de Fizdale estuvo rodeada de una enorme polémica pública con Marc, especialmente después de que el español se pasara en el banquillo todo el último cuarto de un partido muy igualado contra los Nets. Desde los propios Grizzlies se filtró así a la prensa el adiós del entrenador: “Fizdale quería un nuevo vestuario, uno a su medida. Convenció a la franquicia para que se deshiciera de Tony Allen y Zach Randolph”. Las mismas fuentes contaron, por ejemplo, que después de una derrota, Fizdale cuestionó la implicación y el deseo de ganar de los jugadores, a los que fue preguntando uno a uno si creían que podían ser campeones en Memphis. La respuesta de Marc Gasol fue “no”, y su explicación fue esta: “No tenemos el líder adecuado”. La respuesta de Fizdale también fue muy clara: “Ya lo pillo. Tú quieres que tu entrenador sea Gregg Popovich, pero es que yo entonces quiero que mi estrella sea LeBron James”.
Fizdale, en la citada entrevista con The Undefeated, también habla muy claro de sus problemas con Marc: "Intenté entrenar a Marc Gasol como entrenaba a los chicos de barrio pero no me había ganado todavía su confianza. Le trataba como mi entrenador de instituto me había tratado a mí, intentaba arrancarle el ego por completo delante de los demás jugadores. Me vi atrapado por mi propio ego y mis emociones, estaba demasiado frustrado con las derrotas".. Y reconoce que, con perspectiva, ha aprendido mucho de los problemas que tuvo en Tennnessee: “En Memphis aprendí que es posible entrenar duro a los chicos pero que hay que saber a qué nivel puedes llegar. Hay que entrenar sabiendo que es algo más importante que el simple baloncesto". Ahora, con aquellos problemas ya casi en el olvido, sus caminos volvieron a cruzarse: Marc Gasol salió de los Lakers por la puerta de atrás, Fizdale llegó en un perfil bajo, mucho más que en sus últimas andanzas en la NBA, para trabajar a las órdenes de otro head coach y en un equipo liderado con LeBron James. Como en sus mejores años, hace ya una década, en Miami Heat.