Doncic ya está aquí

Luka Doncic ya está aquí. No es que se hubiera ido, pero la primera victoria de los Mavericks siempre es tranquilizadora de cara a los aficionados. Especialmente, si tenemos en cuentra el verano que han pasado, uno convertido en guerra civil y que ha sido parcialmente olvidado por luchas mayores (Kyrie Irving, Ben Simmons...) pero que, claro, ha estado ahí. Las salida del manipulador de Mark Cuban, Haralabos Voulgaris, con una enorme influencia sobre el propietario, fue diferencial, aunque el personaje ha vuelto a hablar recientemente para causar revuelo en el interior de la franquicia. Pero el adiós de Rick Carlisle (ahora en los Pacers), toda una institución entre los texanos, fue más sorprendente todavía. Una de cal y otra de arena para una entidad que afronta un año clave con el mismo jugador franquicia pero con otro entrenador.

Jason Kidd, que fue uno de los integrantes del equipo que ganó el anillo en 2011, precisamente a las órdenes de Carlisle, ha aterrizado en un banquillo peligroso con una reputación no demasiado halagüeña. Su paso por los banquillos se fraguó con dos malas experiencias (en Nets y Bucks, dos equipos que hoy son rivales) y su capacidad para ser un hombre cercano a los jugadores es una de sus pocas bazas para esclarecer roles y establecer egos en un equipo necesitado desesperadamente de resultados y con Porzingis y Doncic faltos de química. Kidd parece haber tranquilizado su carácter y sus ínfulas de grandeza como asistente de los Lakers, con los que conquistó el anillo en 2020. Y ahora afronta una nueva aventura con la presión de que, si lo hace mal, su ausencia como primer entrenador puede ser todavía mayor que la anterior.

Los Mavericks se han grabado a fuego lo de no sacar conclusiones precipitadas antes de tiempo y se han olvidado pronto de un duelo inicial infructuoso y parcialmente humillante (113-87) ante los Hawks del eterno rival de Doncic, Trae Young, para sumar su primera victoria en un lugar siempre complicado, Canadá. Los Raptors, en su regreso a casa tras un año en el Tampa por las restricciones, se pueden volver a aprovechar de una zona horaria distinta y una zona en la que gusta poco viajar para jugar. Meteorología y cambio de país se juntan para castigar rivales y de eso se tendrán que aprovechar. De momento, no ha sido así: cayeron en su duelo inicial ante los Wizards y han repetido hoy contra ls texanos. Entre medias, una victoria tan inopinada como merecida en el Garden, con unos Celtics desmadejados que han empezado esta temporada como acabaron la anterior. Y sí, estamos empezando, pero las opciones de los Raptors pasan por ganar en casa. Y si esto no ocurre, estarán perdidos.

Los canadienses empezaron por delante, pero los Mavs no se pusieron nerviosos y nunca dejaron que la diferencia en el luminoso superara los 14 puntos (el impresionante 16-2 inicial). La situación cambió paulatinamente a la vuelta del descanso, donde Kidd hizo ajustes defensivos para frenar a sus rivales, en los que dejó en 21 y 23 puntos a sus rivales. Y con un tercer periodo de Luka Doncic casi perfecto: 12 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, los mejores minutos de su primera gran actuación de la temporada, una que le dejó, como suele ser habitual, a las puertas del triple-doble (27+9+12), haciendo gala de su capacidad innata para repartir juego y de esos movimientos que hace con una capacidad inusitada. Los Mavericks empezaron el último cuarto con 2 puntos de ventaja (74-72) y llegaron a irse a los 16 (94-78). En la recta final del choque se dedicaron a administrar la ventaja y cerrar el partido con posesiones largas y decisiones certeras.

El principal valedor de la victoria junto a Doncic fue Tim Hardaway Jr, con 25 puntos y 7 de 11 en triples. También ayudó Porzingis, a cuentagotas, con una mala serie de tiro en menos de 30 minutos pero 18 tantos y 10 rebotes. Powell y Finney-Smith se fueron a 11 por cabeza y Brunson, Kleber y Bullock tuvieron participación defensiva, pero las rotaciones todavía no están cerradas para un Kidd que sigue probando cosas sin cambiar lo esencial: que todo gire en torno a Doncic. En los Raptors, 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias de Fred VanVleet, 10 tantos con 12 rebotes de Achiwa, 23 de Anunoby 17 de Scottie Barnes y 12, con 3 de 14 en tiros, de Gary Trent Jr., que no tuvo su noche. El equipo de Nick Nurse lanzó con apenas un 41% en tiros de campo en la segunda mitad, en la que anotaron 2 triples de 13 intentos. Y da la sensación de que, en Toronto, o todos los engranajes encajan a la perfección, o la machada de los playoffs va a quedar muy lejana. Pero lo dicho: todavía es pronto. De momento, a todos les queda ese consuelo. Para bien o para mal.