Willy Hernangómez se queda en los Pelicans. Así lo ha informado Shams Charania, que ha adelantado que el acuerdo que el pívot ha firmado con el equipo con el que pasó la última temporada es de tres años. Justo lo que quería el entorno del jugador español, que quería asegurarse un futuro en la NBA ssin la incertidumbre de firmar año a año y no tener que salir al mercado al final de cada curso baloncestístico. El center se queda pues en un equipo en plena reconstrucción, con el que tuvo buenos minutos el año pasado y en una ciudad que ya conoce, al igual que a sus compañeros, con los que compartió vestuario en la 2020-21.

Con esta información, Willy continúa su aventura en la mejor Liga del mundo, a la que legó en 2016. El pívot nunca ha tenido demasiada continuidad, pero se asegura su permanencia en la competición norteamericana y sigue buscando instalarse en la misma de forma definitiva. Los Pelicans son su tercer equipo en la NBA, tras pasar por Knicks y Hornets. En el último curso, promedió 7,8 puntos y 7,1 rebotes por partido en 18 minutos de juego, entrando cada vez más en los planes de Stan Van Gundy y estableciéndose en la rotación en la segunda parte de la temporada, tras los problemas de Steven Adams y Jason Hayes, que en teoría estaban por delante suya. En los últimos 13 partidos, se fue a más de 11 puntos y 9 rebotes, con seis dobles-dobles y 23,6 minutos por noche.

Ahora, los Pelicans están en una situación complicada como franquicia y como proyecto. Van Gundy ha sido despedido haciendo de sus regresos a los banquillos de la NBA algo efímero. Willie Green se ha hecho con el puesto de primer entrenador y lo hará como neófito, Lonzo Ball ha salido en la agencia libre rumbo a los Bulls, Brandon Ingram ha visto su progresión estancada y todo el mundo mira de reojo a Zion Williamson, cuyo entorno (palabra muy repetida últimamente) ya ha dejado caer que o las cosas cambian pronto... o la estrella dice adiós. En toda esa marejada se verá envuelto un Willy que tiene que ir a lo suyo y seguir progresando tras unos Juegos Olímpicos que se han acabado antes de tiempo para España. Es su momento, y con tres años asegurados por delante. El resto, ya lo veremos.