La carrera hacia el cielo de Curry: "Tengo que ser MVP"
El base está en medio de una de las rachas de juego más alucinantes de la historia. Sus números están por encima de 2015 y 2016, cuando ganó sus dos MVPs.
Cuando acabó el Wizards-Warriors en la madrugada del miércoles al jueves de la semana pasada, no sólo se terminó un partido, si no que se cortó una de las explosiones de juego más increíbles que se recuerdan. Stephen Curry terminaba el duelo con 18 puntos y un 2/14 en triples. Un partido para olvidar y una derrota, la segunda en siete partidos, que impidía a los Warriors seguir la trayectoria ascendente de las últimas dos semanas. Un trayectoria positiva en gran parte gracias a su base, que acumulaba once partidos con más de 30 puntos. Nadie hacía algo así desde Kobe Bryant en 2012 y nadie con 33 años o más lo ha hecho nunca. En los 10 encuentros anteriores al de los Wizards promediaba 40,8 puntos y un 50,3% en triples. E incluso después de ese partido, en el que estuvo muy desacertado, aún promediaba la misma cantidad de puntos en lo que va de mes. Otro dato. Antes de su noche de descanso desde el perímetro, en cuatro de los cinco partidos anteriores metió 10 o más triples. Por si esto no suena suficientemente impresionante, sólo Klay Thompson ha metido 10 triples en tantos partidos... ¡en toda su carrera! Y un último hito, ahora que ha vuelto al modo destructor en los dos encuentros siguientes al de los Wizards. Esta pasada madrugada ha alcanzado los 85 triples en abril, el mes natural con más lanzamientos de tres acertados por un jugador en toda la historia (el récord lo tenía Harden con 82). Y aún le quedan dos encuentros antes de que llegue mayo.