Nets y Knicks, pretendientes de Mike James en la NBA
Según apuntan el New York Post y Eurohoops, el futuro del base, apartado del CSKA, podría estar en la Gran Manzana. El final del sainete, más cerca.
El regreso de Mike James a sus Estados Unidos natales podría estar cerca de encontrar puerto. El base, cuyo contrato con el CSKA Moscú sigue vigente, partió hacia el otro lado del Atlántico a principios de mes con el objetivo de encontrar una franquicia que desatascara su situación actual: está apartado de la disciplina rusa después de la enésima controversia de la temporada. "James tiene la oportunidad de estar en la NBA esta temporada o, quizá, de encontrar un equipo para la próxima. Con este escenario será más fácil para nosotros llegar a un acuerdo beneficioso", declaró el presidente del CSKA, Andréi Vatutin. Al mismo tiempo, su agencia de representación, BDA Sports INTTL, hacía lo propio, poniendo a su jugador en disposición de negociar a través de un comunicado. Poco más de dos semanas después, con las polémicas en estado de latencia, se empiezan a vislumbrar faros, todos ellos, ubicados en la Gran Manzana. Según el periodista Marc Berman, del New York Post, los Knicks estarían interesados en hacerse con los servicios del jugador; según Dionysis Aravantinos y Antonis Stroggylakis, de Eurohoops, los Nets abanderan la apuesta más decidida. Ambas operaciones, a priori, tendrían sentido.
Recientemente, la franquicia de Nueva York no ofreció a John Henson la posibilidad de sumarse a su plantilla, después de haber formado parte de ella a través de un contrato de 10 días. El motivo, según se apunta en el propio medio neoyorquino, la consideración de Norvel Pelle como recambio de garantías de Nerlens Noel. Con ello, la entidad, con la plantilla abierta de cara a unos playoffs más que ansiados, podría haber virado sus intereses, cambiando las posiciones interiores por las exteriores en su lista de prioridades. Sumándose, además, argumentos a medio plazo: Elfrid Payton, Derrick Rose y Frank Nilikina, todos ellos bases, serán agentes libres en el próximo mercado. En Brooklyn, por su parte, la inopinada retirada de LaMarcus Aldridge podría haber catapultado unos movimientos que ya se consideraban, pero que podrían haber ganado en celeridad. Si bien es cierto que no sería un remplazo por posición, la posibilidad de que la próxima incorporación sea la de un exterior está contemplada por la gerencia de la franquicia. "Estamos en un dilema. No se puede encontrar a otro LaMarcus. Una vez regresen James (Harden) y Kevin (Durant) y otros de los jugadores que no tenemos disponibles, tendremos una mejor idea de lo que necesitamos en la rotación. No creo que esté escrito que tengamos que ir, sí o sí, a por un interior o un exterior. Veremos dónde están las necesidades en el transcurso de la próxima semana y tomaremos una decisión", ha explicado recientemente Sean Marks, general manager de la franquicia, en declaraciones recogidas por Eurohoops.
Sea una opción o la otra, de concretarse, serían buenas noticias tanto para el jugador como para el equipo de Moscú, cuyas relaciones, a la tercera, se han roto definitivamente. En noviembre, James estuvo al margen del equipo durante una semana; en enero, se produjo un distanciamiento que, en muchos momentos, parecía insalvable. "CSKA y yo trabajaremos en esto internamente y trabajaremos en esto como un grupo", publicó en sus redes sociales después de "varios malentendidos" en relación a permisos tras la muerte de su abuelo. "Es imposible zanjar el conflicto entre James e Itoudis. No debemos demonizar a Mike porque es un gran jugador de baloncesto, pero la situación se ha convertido en un conflicto", asumió, ya definitivamente, Vatutin tras las últimas discrepancias. A día de hoy, la vinculación entre jugador y equipo se extiende, legalmente, hasta el año 2023; aunque tanto una parte como la otra han mostrado su predisposición para llegar a un acuerdo de rescisión en caso de encontrar un destino en Estados Unidos.
Pasado y futuro en la NBA
La competición estadounidense no es territorio desconocido para Mike James. Durante la temporada 2017-18, y tras quedarse fuera de los puestos del Draft en 2012, el base pudo disputar 36 partidos en la liga, aunque sin demasiada fortuna. La mayor parte de ellos, 32, fueron con Phoneix Suns, con promedios de 10,4 puntos y 3,8 asistencias con sólo un 26,8% de acierto en el triple; el resto, un paso testimonial por New Orleans Pelicans, donde promedió 4,5 minutos. Ahora, con el estatus de estrella de primer nivel en la Euroliga, 19,3 puntos y 5,7 asistencias esta temporada y máximo anotador de la competición en 2019, con Olimpia Milano, espera tomar un rumbo muy distinto. Deportivamente, ambas opciones son más que atractivas. En Brooklyn, junto al todopoderoso big-three conformado por Harden, Durant y Kyrie Irving, pasaría a formar parte de uno de los máximos aspirantes al anillo (el primero de su historia). En el otro caso, llegaría a unos Knicks que, de la mano de Tom Thibodeau, están volviendo a ver la luz. Después de 20 años, la franquicia vuelve a estar por encima del 50% de victorias y apunta a unos playoffs en los que quiere dar guerra; dado el caso, con James como nuevo soldado. Tic-tac, tic-tac.