EUROLIGA | 18ª JORNADA

El Chacho es un diablo

Sergio Rodríguez le corta de nuevo las alas al Madrid, como en Milán. Esta vez con 7 puntos en los últimos 80 segundos. Carroll cree en una remontada que resulta imposible.

La nevada alucinante sobre Madrid, una de esas que cae cada varios lustros, dejó al Real destemplado. Le costó arrancar, romper a sudar y a jugar, y cuando lo hizo, a la heroica, era tarde. Derrota en Milán en octubre y derrota ahora en la vuelta con un Messina radiante. Y con Sergio Rodríguez de ejecutor, un diablo. Poco utilizado esta vez por su entrenador, pero decisivo por eficacia, templanza y conocimiento del baloncesto. En la ida batió récords con 25 puntos y 37 de valoración y este viernes resolvió con 7 tantos en los últimos 80 segundos, 17 en total en apenas 14:02 en pista. Cortó de cuajo las alas a su exequipo, que aun con ellas mojadas amenazaba con despegar tras reducir a tres (64-67, minuto 35) una desventaja que alcanzó los 17 (41-58, min. 27). Lo hicieron posible el cambio de actitud y el eterno Carroll.

En los cinco primeros minutos, apenas cuatro puntos el Madrid. Tampoco el Olimpia andaba para lanzar cohetes, de hecho, Delaney y Punter comenzaron anotando y no volvieron a aparecer en el tramo inicial. Buen trabajo de Alocén ahí. El que sí asomaba desde el banquillo era el Chacho, 7 puntos en 7 minutos en la primera parte. Abalde y Tavares, y después la entrada de Thompkins, derritieron la nieve. A Messina no le hacía falta subir su temperatura corporal, y no por el traje de Armani, sino porque se calentó con los árbitros. Probó una zona 3-2 que su equipo había ejecutado con éxito en la última jornada en Italia.

En el segundo cuarto, el pulso individual lo protagonizaron Datome y Deck. El italiano caía al tres por las bajas de Micov y Shields y lo enchufaba todo, el argentino respondía con dos triples y Carroll, mientras, padecía a Roll y a la defensa lombarda, que no le permitía salir de los bloqueos con ventaja. El Real no encontraba la vía hacia el aro, el triple no era un recurso esta vez. Mérito visitante.

Pero si el juego blanco era ya frío (39-39), a la vuelta de vestuarios se congeló. En siete minutos, una sola canasta, mal en ataque y peor atrás, así que el trineo del Olimpia cogía velocidad en plena calle Goya: parcial de 2-19 (y 41-58) con Delaney de castigador.

Carroll, 18 puntos en 7 minutos

Laso había optado en el tercer periodo por Abalde de base. El gallego se metió al poste para superar a Delaney y encadenó una pérdida, una falta de ataque y dos tiros marrados. Taylor tampoco andaba centrado en la contención y todo se descompensó, la vuelta de Laprovittola no solucionó nada y el técnico vitoriano apostó por crecer desde la defensa con la energía de Alocén y Garuba, con Deck, y dejó el acierto para Carroll. Funcionó: Boom Boom.

El de Wyoming, a tres meses de cumplir 38 años, encadenó 18 puntos en 7 minutos y el Madrid creyó en el milagro posnavideño: 64-67. Tyus coincidía en pista con Tavares, gran pareja defensiva, y el fichaje añadía dos canastas (y 5 rebotes). La remontada no se culminó porque Carroll acusó la fatiga y su equipo su exceso de foco arrancando la jugada como no suele, con bote. Y no se culminó porque por ahí andaba el Chacho, diablo rojo.

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