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PORTLAND TRAIL BLAZERS

Lillard quiere a Draymond Green en los Blazers

La estrella de Portland está convencida de que es la pieza que necesita el equipo para dar el paso definitivo. Además, les une una fuerte amistad.

San Francisco (United States), 04/01/2021.- Golden State Warriors forward Draymond Green (L) and Portland Trail Blazers guard Damian Lillard (R) exchange words after Green was called for a foul on Lillard during the first half of their NBA game between Portland Trail Blazers and Golden State Warriors at Chase Center in San Francisco, California, USA, 03 January 2021. (Baloncesto, Estados Unidos) EFE/EPA/JOHN G. MABANGLO SHUTTERSTOCK OUT
JOHN G. MABANGLOEFE

Draymond Green ha cambiado la cara a los Warriors. Y, justamente eso, un giro de 180 grados, es lo que necesita Portland Trail Blazers. La franquicia dirigida por Terry Stotts ni vence, ni convence. Sus 11,7 pérdidas por partido, el máximo de la competición, son muestra de las dudas que azotan al equipo. Sin confianza, la indecisión se ha apoderado de unos jugadores llamados a estar en los puestos importantes de la liga. Hay alegrías puntuales, pero un rodeo rápido al resto de apartados estadísticos ratifica que, ahora mismo, Portland no es un equipo fiable. Como mínimo, no tan fiable como debería. Ni en rebotes defensivos, ni en los ofensivos, ni en el porcentaje de tiros de campo, ni en asistencias. No se encuentra entre los 15 primeros puestos en ninguna de estas clasificaciones. En el juego interior Robert Covington y Carmelo Anthony se ven obligados a asumir excesivas responsabilidades y el traicionero tiro exterior es lo único que está enganchando al equipo a los partidos. Y a esta indescifrable NBA.

De momento, no deja de ser anecdótico; pero no por ello menos preocupante. Más allá de posiciones y números, inservibles a estas alturas de la temporada, las sensaciones no son buenas. Defensivamente, su tradicional flanco débil, no funcionan; ofensivamente, se han abonado a la irregularidad. Lillard incluido.

En medio de este dubitativo inicio, Damian mira a Golden State con envidia. Los Warriors, tras un inicio que invocaba presagios aciagos, se han reencontrado. O, mejor dicho, se han reencontrado con Draymond Green. Le habían echado de menos. Sobre todo, Stephen Curry. “Draymond va a tapar muchos agujeros y traer liderazgo en ese lado (defensivo)”, declaró la estrella de San Francisco tras culminar la semana de su redención (39,7+6+5). Cifras estratosféricas impulsadas por sus 62 puntos (la mejor marca de su carrera) ante los propios Blazers. A Lillard, el principal candidato a amarrar, o, mejor dicho, a contratacar, semejante explosión, no le quedó otra que agachar la cabeza y aceptar la derrota. De forma muy elegante, además. Mirada al suelo, sí; pero no por ello con la mente quieta. Por su cabeza, seguramente, pasaría algo que, según el periodista Sam Amick, de The Atheltic, lleva merodeando desde hace mucho tiempo: “Si pensáramos en posibles destinos para Draymond Green, y los Warriors decidieran traspasarlo, Damian Lillard y su entorno llevan dos años haciendo campaña para traerlo consigo”, explicó en el podcast The Athletic NBA Show.

A día de hoy, parece una opción lejana. Green tiene firmados 72 millones de euros para los tres próximos años. Y, además, cuenta con una opción de jugador de 27,5 millones para la temporada 2023-24. Más allá de lo económico y contractual, también se atisba complicada. Tras ser seleccionado en el draft de 2012 por la propia franquicia de California, Draymond se entiende como parte del espíritu de esos Warriors que, no hace tanto, fueron y que, con su vuelta, vuelven a asomar; pero en la mejor liga del mundo nada es imposible. Y, todavía menos, en una competición en la que, cada vez más, los buenos amigos intentan compartir equipo. DeMarcus Cousins y John Wall, Karl Anthony Towns y D’Angelo Russell… y Lillard y Green, ese también es su caso.

A la amistad y a que las cosas no le vayan del todo bien a la franquicia amarilla es a lo único que puede aferrarse Portland. Después de la incorporación de Kelly Oubre Jr, el impuesto de lujo en California es importante (alrededor de 147 millones de dólares). Insostenible si el proyecto no cala. Sin embargo, para saber eso falta mucho y los problemas de los Blazers no pueden esperar tanto. O nada.