¿Qué pasa en Portland?: desastre defensivo, dudas y futuro incierto
Los Blazers caen ante los Bulls en un partido que no supieron gestionar en los instantes clave. Sin respuesta en defensa, la franquicia de Oregón está llena de dudas.
Problemas en Portland. Al menos, en este inicio de temporada. La franquicia de Oregón no da con la tecla y no parece haber mejorado los defectos que le condenaron a sufrir de manera constante el pasado curso, llegando a los playoffs de milagro y gracias a un play-in que perjudicó claramente a unos Grizzlies que tenían la fase final en el bolsillo y que cedieron ante un equipo más experimentado y que aprovechó el parón de la pandemia del coronavirus para remontar en Disney. Ahora, unos meses después de su eliminación ante los Lakers en playoffs (4-1 en primera ronda), el equipo que dirige Terry Stotts está más cerca de seguir siendo el caos que representaba hace una temporada que el que se metió en las finales de la Conferencia Oeste en 2019, ganando un séptimo partido histórico para la franquicia a los Nuggets en semifinales y cayendo de manera abultada ante los Warriors (4-0) sin Kevin Durant. Una muestra de que iban por el lado fácil del cuadro pero que no esconde el mérito de aquellos Blazers, que solo se bajaron de las eliminatorias por el título en el año de estreno de Stotts, allá por la 2012-13. Y, desde entonces, siempre han sido un seguro. Aunque cada vez menos fiable.
Ante los Bulls, Portland empezó mandando por 18 puntos a la conclusión del primer cuarto, pero luego se hundieron en una espiral de errores y fallos que, unidos a sus cada vez más obvios problemas defensivos, les dejaron sin premio al final. Eso sí, gestionaron su ventaja en la parte media del choque para llegar seis arriba a inicios del último periodo (87-81), en el que la crisis se acentuó. A falta de seis minutos para el final. Coby White pondría por delante a los Bulls de Billy Donovan, que en nada se parecen a los de ese Jim Boylen que se fue por la puerta de atrás (no podía ser de otra manera) para la alegría de un Zach LaVine que hoy estuvo mal en el tiro pero acabó con 18 puntos y 9 asistencias. Carmelo Anthony, con un triple, recuperaría la ventaja local (100-98), pero la fuerza de los visitantes y los constantes errores de los Blazers hicieron el resto. Un triple milagroso de Lillard puso algo de emoción en la recta final (108-109), pero dos tiros libres de Coby White y el intento de Carmelo (12 puntos) de forzar la prórroga se quedaron en nada.
Nadie defiende en los Blazers, que permitieron que hasta siete jugadores de los Bulls llegaran a los dos dígitos en anotación, además de que anotaran 16 triples de forma combinada para un 39% de acierto. Lillard y McCollum directamente no defienden, Robert Covington es mejor en un colectivo que en lo individual, Jusuf Nurkic todavía no ha alcanzado su máximo desarrollo físico, su suplente es un agujero (el bueno de Enes Kanter) y Carmelo nunca ha tenido el punto fuerte en ese lado de la pista. Y si no defiendes y dependes totalmente de tu acierto en ataque, los problemas crecen. ¿La dificultad? Que los Blazers van a rachas, e igual que anotaron 39 puntos en el priemer periodo se quedaron en 15 en el segundo y en 23 en el último (15 entre Lillard y McCollum), en el que anotaron un 30% en tiros de campo y un ignominioso 3 de 16 en triples. Y solo Carmelo y Gary Trent Jr. participaron en la anotación más allá del dúo dinámico.
Los Blazers van 3-4 y todavía tienen margen de mejora. Los Bulls, 4-4, en otra Conferencia, con nuevo entrenador y en un momento distinto del proyecto, tienen menos motivos para preocuparse, pero Portland está obligado a reaccionar si no quiere ver cómo su proyecto se desvanece antes de tiempo. Objetivamente, es casi impensable que alcancen esas finales del Oeste que parece que serán su techo, pero o hacen algún cambio en modo de traspaso (¿McCollum por fin?) o no volverán a ser ese equipo fiable que ganaba muchos partidos en regular season y llegaba a los playoffs con ganas de comerse el mundo (aunque después, generalmente, se quedaran con hambre). La defensa tiene que mejorar de manera obligada (son el quinto peor equipo de la NBA en este apartado y el tercero más malo del Oeste) y las opciones ofensivaas deberán ser más amplio ahora que Nurkic ha regresado a la rotación y no tiene que hacerlo todo Lillard, como se vio en ese extraordinario año pasado. El tiempo pasa y los Blazers tienen problemas... y tiempo para solucionarlos. De momento, están en negativo. El resto, ya lo veremos.