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LOS ANGELES LAKERS

LeBron James: "Físicamente siento un dolor infernal"

A punto de cumplir 36 años, 'El Rey' sigue siendo una de las estrellas de la NBA que más brillan, pero la dosificación de sus esfuerzos empieza a ser necesaria.

LAKE BUENA VISTA, FLORIDA - OCTOBER 11: LeBron James #23 of the Los Angeles Lakers reacts during the second quarter against the Miami Heat in Game Six of the 2020 NBA Finals at AdventHealth Arena at the ESPN Wide World Of Sports Complex on October 11, 2020 in Lake Buena Vista, Florida. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement.   Douglas P. DeFelice/Getty Images/AFP
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Douglas P. DeFeliceAFP

Desde que Los Angeles Lakers se proclamaran campeones de la NBA en la burbuja de Orlando hasta el 22 de diciembre, día en que comenzará la nueva temporada, habrán pasado 71 días. Poco más de dos meses. El menor tiempo de la historia entre una temporada y la siguiente. El menor tiempo que ha tenido una franquicia para disfrutar, sin el mono de trabajo puesto, de su anillo. En una videoconferencia con periodistas norteamericanos, LeBron James ha explicado cómo se sintió al conocer el calendario de la nueva temporada: “Siendo completamente honesto, no me esperaba eso, en las primeras conversaciones estaba escuchando que empezaríamos a mediados de enero y que tendríamos la oportunidad de pasar la Navidad con nuestras familias”, ha confesado. Se esperaba más tiempo para descansar. Y, seguramente, también lo necesite.

"Físicamente, ahora mismo, siento un dolor infernal. Acabamos de empezar los entrenamientos, pero este dolor me ha acompañado durante casi toda mi carrera, excepto el primer o el segundo año, cuando tenía 18 o 19 años”, ha confesado LeBron, aclarando rápidamente que no tiene ningún tipo de lesión. De sus primeros años en el baloncesto profesional ya ha llovido. En poco más de diez días, arrancará su 18ª temporada en la mejor liga del mundo, en la que acumula 1.265 partidos oficiales. Todos ellos como titular, a excepción de uno (en 2007, con Cleveland, tras regresar de una lesión). En total, 48.551 minutos jugados a un ritmo vertiginoso. A unas revoluciones que muy pocos han sido capaces de igualar y que le han llevado a disputar diez finales (ocho de ellas de manera consecutiva entre 2011 y 2018), conquistar cuatro anillos y lograr otros cuatro MVP de la temporada regular. Durante los últimos años, la NBA ha bailado al son de LeBron. Sin embargo, para que siga siendo así, el de Akron deberá cambiar el rock & roll por el jazz. Bastante más calmado que el primero, pero igual de eléctrico cuando la ocasión lo demanda.

"Hemos tenido conversaciones, pero los dos tenemos intención de ver cómo evoluciona durante la temporada y de evaluar cada día y cada semana cómo se siente. No nos queremos ceñir a ningún plan preestablecido. Vamos a enfocarlo día a día", confesó recientemente Frank Vogel, entrenador de Los Ángeles Lakers, sobre la distribución de minutos de su jugador franquicia. En la mencionada comparecencia, LeBron, aunque más comedido, se ha mostrado en la misma línea: “Yo siempre escucho a mis entrenadores. Vamos a ser tan inteligentes como podamos. Nos aseguraremos de que esté listo para jugar. Obviamente, todos los partidos importan, pero nosotros competimos por algo más. Somos muy conscientes de lo que hacemos en lo que a mí respecta".

Si bien es cierto que durante la carrera de LeBron James su tiempo en pista ha ido disminuyendo progresivamente (de los 42.5 minutos por partido que disputaba en 2005, su máximo, ha pasado a los 34.6 de la temporada pasada, su mínimo), nunca ha abandonado los valores más altos. La diferencia entre máximo y mínimo, de hecho, no llega a los ocho minutos. Un minutaje difícilmente sostenible para alguien que el próximo 30 de diciembre cumplirá 36 años. J.J Barea (Dallas), J.J. Redick (Pelicans) e Iguodala (Miami), de su misma edad, disputaron durante la campaña pasada 15.5, 26.4, 19.9 minutos por partido respectivamente. El único en acercarse a sus estándares, un Carmelo Anthony con 32.8 minutos que llegaba tras disputar solamente 10 partidos con Houston durante 2018.

De confirmarse un uso más austero de LeBron, nos encontraríamos ante un cambio de paradigma total. Ni la temporada pasada, cuando llegaba de la lesión más grave de su carrera, se produjo. Tras la temporada más larga - confinamiento de por medio – y el menor tiempo de descanso de la historia de la competición, parece inevitable.

¿Y qué pasa con el ‘load management’?

Aparentemente, este nuevo escenario choca frontalmente con el endurecimiento de las directrices marcadas desde la organización de Adam Silver para evitar que las franquicias den descanso a sus estrellas, siempre que no haya lesiones de por medio. Nada más lejos de la realidad. El caso de LeBron se contempla dentro de lo estipulado por las nuevas normas. El texto, publicado por la ESPN, delimita como casos excepcionales “los jugadores veteranos claves que jugaran papeles importantes en equipos que llegaran a las fases finales de los Playoffs de 2020 o los jugadores en proceso de recuperación tras pasar la Covid”. Lebrón, a punto de cumplir 36 años y flamante campeón de la última edición de la NBA, se encontraría dentro del primer caso.

El debut de LeBron y Davis, en el aire

Sin ir más lejos, el nuevo modus operandi con LeBron podría ponerse en marcha hoy mismo. Esta madrugada (4:00 hora peninsular), los Lakers disputarán su primer partido de preparación contra los Clippers. Uno de los dos duelos angelinos que se jugarán durante el próximo fin de semana. En el primero de ellos, como mínimo, no se espera ni al propio LeBron ni a Anthony Davis. "Aún no hemos tomado la decisión, pero es poco probable que jueguen", ha declarado Frank Vogel.

En comparecencia ante los medios, el entrenador de la franquicia púrpura y dorada ha explicado lo peculiar que está siendo la preparación de esta nueva campaña, con entrenamientos muchos más cortos (de no más de una hora) y diseccionados en tramos de actividad muy específica. Un plan de trabajo adaptado a una temporada que, seguramente, ha llegado antes de lo que deseaban; pero que esperan terminar lo más tarde posible.