LaMelo: la saga Ball une su camino al de Michael Jordan
Hermano de Lonzo e hijo del siempre polémico LaVar, LaMelo llega a la NBA con un poder mediático asombroso para su corta edad. Jugará en los Hornets de Jordan.
NOMBRE: LaMelo Ball
POSICIÓN: Base
EDAD, ALTURA Y PESO: 19 años, 2,00 y 82 kilos
UNIVERSIDAD: Renunció al baloncesto universitario a pesar de tener plaza en California. Procede de los Illawarra Hawks de la National Basketball League (NBL).
PUESTO EN EL DRAFT: 3
EQUIPO: Charlotte Hornets
No es habitual, pero tampoco es insólito que un jugador sea extraordinariamente mediático antes de llegar a la NBA. Ya le pasó a LeBron, que en 2002 y cuando todavía militaba en el instituto copó la portada de la revista Sports Illustrated como The Chosen One (El Elegido), un apodo al que ha hecho honor durante una carrera histórica cuyo final es imposible de vislumbrar. Y quizá LaMelo Ball no tenga el mismo grado de glamour con el que ya contaba el Rey a su edad, pero es de sobra conocido quién es y de dónde procede, seguramente gracias a su siempre polémico padre, LaVar, y al hecho de que Lonzo ya haya vivido en sus carnes lo que supone llevar un apellido del que se espera mucho pero que todavía no ha dado todo lo que imaginaban aficionados y analistas.
La saga Ball continúa con el hermano pequeño de Lonzo, LaMelo, que ha sido elegido en el puesto número 3, uno más tarde que su Lonzo en 2016. Y que jugará en Charlotte Hornets, la franquicia de la que es propietario Michael Jordan en su Carolina natal. Con unas cualidades innatas, comparte posición con el primogénito de la familia y quiere tener más éxito en su etapa inicial que la que tuvo un Lonzo que siempre ha mostrado ramalazos de talento pero que sigue contenido, como sin ser capaz de explotar del todo. Es seguro que al playmaker no le vino bien ni heredar la interminable sombra que dejó Kobe Bryant en una franquicia cuya historia te da una presión añadida, los Lakers, ni que su padre pululara con declaraciones jocosas y acaparara más titulares que él mismo. De una forma u otra, Lonzo tiene margen de mejora y tiempo para ello (23 años), y solo falta por ver si la aparición de su hermano no añade un peso más sobre los hombros de un jugador con mucho talento pero no del todo buenos resultados. Al menos, de momento.
La trayectoria de LaMelo no deja de ser particular. A diferencia de otros proyectos que han tenido un recorrido más tradicional, el también base lo tiene muy singular: en el 2018 se sumó junto a su hermano LiAngelo (otro más) al Prienai lituano, donde pasó de puntillas y estuvo menos de cuatro meses con promedios de 6,5 puntos y 2,4 asistencias. Tras tener un breve paso por una liga creada por su propio padre, finalmente volvió al baloncesto FIBA para la 2019-2020, de la mano de los Illawarra Hawks de la NBL australiana. Renunció así a su plaza en la UCLA, que quería reclutarle, y puso rumbo a tierras lejanas (la NBL) para conseguir números excelentes en 12 partidos y con apenas 18 años: 17 puntos, 7,6 rebotes y 6,8 asistencias a lo largo de 31,3 minutos. El hecho de haber firmado contratos como profesional le hizo automáticamente elegible para el draft de la NBA, al que se presentaba con mucha expectación y en una camada sin nombres excesivamente destacados pero en la que brillaba el suyo.
LaMelo es un base puro, buen reboteador, con brazos largos que le permiten robar balones y una gran habilidad con la pelota en las manos, cualidades que comparte con su hermano Lonzo. Es alto para su posición (2 metros), versátil y veloz, y aunque no es excesivamente explosivo de cuando en cuando se le puede ver por encima del aro. Comete pocas pérdidas y tiene una extraordinaria visión de juego, dos características intrínsecas a cualquier playmaker que se precie. Bota bien y sabe penetrar, se siente cómodo con el balón en su poder y es un buen organizador de juego. Su estilo es poco convencional, lo que confunde a las defensas, y aunque es irregular en el tiro (otra vez como Lonzo) es capaz de lanzar tras botar.
Su selección de tiro y su falta de potencia son algunas de las cosas que tendrá que mejorar en la NBA, al igual que su tiro de tres (solo un 25% en Australia). LaMelo no es propenso al contacto y trata de evitarlo, y a pesar de penetrar de forma excelente se queda a medias y se dedica a tirar bombitas en lugar de llegar hasta debajo de la canasta. Defensivamente tiene aptitudes y es bueno en los cambios, pero le falla la concentración y la constancia. Con madera de estrella, es un tiro al aire con un relato originado antes de llegar a la NBA y al que tendrá que hacer honor ahora que se encuentra en ella. Puede ser un jugador franquicia, un hombre más en cualquier equipo o quedarse a medias en su desarrollo como le ha pasado a Lonzo, que tiene todavía tiempo para enmendar esa reputación. La saga de los Ball continúa en la mejor Liga del mundo con otro hermano que llega dispuesto a dejar su impronta y hacer honor a todas esas promesas que ha hecho su querido padre. LaMelo ya está aquí. Solo falta por ver con qué resultados. El tiempo nos sacará de dudas.