¿Se suspenderán los playoffs? ¿Cuándo se decide? Las preguntas clave en un conflicto histórico
Hoy, tras el parón de ayer, es un día trascendental para la historia del deporte estadounidense. ¿Qué pueden hacer los propietarios? ¿Qué pasa si se cancela temporada 2019-20?
La jornada del miércoles de los playoffs en la NBA no se jugó. La del jueves tiene pocas posibilidades de hacerlo, con reuniones programadas de las que, además, puede salir la cancelación definitiva de la temporada 2019-20 que se reinició hace menos de un mes en Florida. Estas son, a las puertas de un día que puede ser transformar para siempre la NBA, las principales claves de un parón histórico en el deporte estadounidense:
¿Por qué deciden parar los jugadores?
Minutos antes del Milwaukee Bucks-Orlando Magic, la franquicia de Wisconsin decidió no jugar el partido. Esa es la clave: la franquicia de Wisconsin. Allí, en la localidad de Kenosha, la policía disparó siete veces por la espalda a Jacob Blake, un afroamericano desarmado y que estaba de espaldas a los agentes y avanzando hacia su coche, donde se encontraban tres de sus seis hijos (de tres, cinco y ocho años). Este nuevo caso de abuso policial sufrido por un afroamericano ha avivado unas llamas de protesta que no se habían apagado del todo desde que George Floyd fue asesinado por agentes de policía en Minneapolis el 25 de mayo.
A estos hecho se sumó la muerte de dos manifestantes durante la noche del martes, abatidos por un hombre de 17 años armado, afín a grupos supremacistas y al que se grabó en vídeo interactuando con absoluta normalidad con agentes de policía de Kenosha, a los que se veía agradeciendo su presencia a estos grupos paramilitares que se presentaron en la zona. La situación es de extrema tensión y a Milwaukee Bucks, el equipo de Wisconsin, le ha tocado en la puerta de su casa. En palabras de George Hill, base de la franquicia que leyó el comunicado emitido por la plantilla: “Los últimos cuatro meses han arrojado luz sobre las injusticias raciales que se viven en las comunidades afroamericanas de Estados Unidos. Ciudadanos de todo el país han usado las plataformas a su disposición para alzar la voz. En los últimos días hemos visto en nuestro estado, Wisconsin, el vídeo horrible en el que se mostraba cómo un agente de policía de Kenosha disparó siete veces por la espalda a Jacob Blake. Y hemos visto después cómo se disparaba a los manifestantes. Pese al clamor por el cambio, no ha habido ninguna acción. Así que nuestra mente no puede estar puesta en jugar al baloncesto”.
¿Se jugarán los partidos de hoy jueves?
No se sabe nada al respecto, pero por plazos y timing, parece como mínimo complicado que, aunque haya fumata blanca, se retome la competición ya hoy, en una jornada que tenía previsto el inicio de la primera serie de segunda ronda: Toronto Raptors-Boston Celtics. A las 11:00 de la Costa Este, las cinco de la tarde en España, hay programadas dos reuniones decisivas, una de los propietarios de las 30 franquicias y otra de los jugadores, que hablaron durante la noche del miércoles sin llegar a un consenso. De ahí saldrán decisiones mucho más firmes y puede que ya definitivas. El periodista Adrian Wojnarowski citó a un alto ejecutivo de la NBA para dejar claro que es difícil una solución inmediata: “Ahora mismo hay muchas emociones todavía. Hace falta más tiempo para que esto cobre una forma definitiva”.
¿Puede cancelarse la temporada 2019-20?
Por supuesto. Es una opción muy real. Por ahora, lo que se sabe es que Lakers y Clippers fueron los únicos que votaron a favor de dejar de jugar y abandonar la burbuja de Disney World, con sus líderes, LeBron James y Kawhi Leonard, firmes al respecto. Pero básicamente las reuniones previstas para esta tarde marcan una hoja de ruta clara: si los propietarios no tienen hoy un plan convincente para los jugadores sobre cómo ir más allá en la implicación por la justicia social y contra el racismo sistémico, los jugadores podrían optar definitivamente por no disputar el resto de los playoffs 2020.
¿Qué pueden hacer los propietarios?
Esa es ahora mismo la pregunta del millón de dólares (o de los miles de millones). Con su movimiento de ayer, los jugadores trasladan la presión a los propietarios de las 30 franquicias y al eje de poder de la NBA. En sus reivindicaciones de los últimos días, muchos han asegurado que se han cansado de llamar la atención sin que haya movimientos reales por el cambio. Están viendo que los mensajes en las camisetas, las llamadas constantes a través de los medios y el logo de Black Lives Matter en las pistas son gestos que no bastan porque no provocan acciones que marcan diferencias reales. Al parar, la pelota pasa ahora al tejado de unos propietarios con mucho poder económico y, en muchos casos, buenas conexiones políticas. Y a la de la NBA, un negocio que genera unos 8.000 millones de dólares de beneficios al año, y los gigantes socios que alimentan esa maquinaria y se nutren de ella: Disney, Time Warner, Nike… Ayer, las franquicias y mucho propietarios a título personal expresaron su indignación por lo sucedido en Kenosha y su solidaridad con los jugadores. En los últimos meses se han comprometido más que nunca a luchar por la justicia social, han apoyado las manifestaciones de protesta durante la interpretación del himno de Estados Unidos y, por ejemplo, han acordado invertir unos 300 millones durante la próxima década para promover la movilización económica de las comunidades afroamericanas. ¿Qué más tienen que hacer? Esa es la cuestión de la que puede que dependa la temporada y el futuro de la NBA.
¿Sirve para algo el paso dado por Milwaukee Bucks?
Desde luego, la acción llega mucho más allá que las palabras y se está volviendo a demostrar. Desde su reunión del vestuario, los Bucks contactaron con el vicegobernador, Mandela Barnes, y el fiscal general de Wisconsin, Josh Kaul. Este último habló después de su conversación con la plantilla: “Quiero expresar mi elogio a los Bucks por dar un paso, hacer que sus voces se oigan y participar en el diálogo sobre estos asuntos. Aplaudo que hayan decidido asumir este rol de liderazgo”. Mientras, la WNBA también paró sus partidos y en otras competiciones (MLB, NHL) se suspendieron encuentros y se abrió el diálogo sobre qué postura tomar. Como sucedió el 11 de marzo con la pandemia, cuando fue la primera en cerrar sus puertas, la NBA ha vuelto a tomar una posición de liderazgo, esta vez gracias a la fuerza de unos jugadores más empoderados que en otras ocasiones.
¿Qué pasa si no hay temporada?
A nivel económico sería un desastre para la NBA, que ha invertido mucho en crear (con éxito) la burbuja sanitaria de Walt Disney World y que no podría ofrecer nada a sus socios televisivos cuando se acercaba la parte más atractiva del pastel: semifinales y finales de Conferencia y las Finales por el título. Las franquicias podrían dar por finiquitado el convenio colectivo, los jugadores no percibirían sus salarios y la liga se abocaría al cierre patronal y las negociaciones para definir un nuevo convenio, algo que podría ser especialmente duro en tiempos de pandemia y sin certezas sobre cuándo y con qué grado de normalidad se podría retomar una competición que pierden una inyección de capital esencial sin público en los pabellones.
¿Por qué hubo tensión entre los jugadores?
Básicamente, hay 30 franquicias y unos 450 jugadores en la NBA. Así que parece como mínimo humano que haya diferentes posturas. Por eso, y más en un asunto en el que hay tantas emociones en juego, se habla de una reunión “muy caliente” y de momentos muy conflictivos en el encuentro de los jugadores del miércoles. Muchos quieren jugar, porque temen las consecuencias económicas de hacerlo (la media del salario NBA supera los 7 millones de dólares anuales pero hay muchos jugadores que perciben mucho menos que eso) y porque sienten que no hacerlo podría no ser una solución a medio y largo plazo. Doc Rivers, entrenador de los Clippers y una de las voces más firmes por las causas sociales, dijo ayer a los jugadores que “su talento es su poder” y que por eso la mejor forma de ejercer su poder es seguir disputando los partidos. Los hay que pidieron más “transparencia” al sindicato de jugadores, presidido por Chris Paul. Otros, como Jaylen Brown, pidieron que quien prefiera irse de la burbuja lo haga por razones estrictamente asociadas con la lucha social y se movilice de forma consecuente ya que algunos temen que podría haber jugadores que simplemente prefieran dejar de jugar porque se han cansado del aislamiento de Florida, donde las franquicias llevan concentradas desde el 7 de julio. Los que apuestan por no jugar consideran que no deben seguir creando una distracción que aparta miradas de la realidad de lo que sucede en la calle en un momento que puede ser histórico para la sociedad estadounidense. El veterano JR Smith, que ahora juega en los Lakers, lo explicó así en su cuenta de Instagram: “¿No queréis escucharnos? Ahora tampoco podréis vernos?”.
¿No son estas las reivindicaciones que hizo Kyrie Irving?
Básicamente, Kyrie Irving lideró un movimiento que rechazaba el regreso de la competición, al que su sumaron numerosos jugadores y jugadoras y que adquirió carácter transversal con la presencia de miembros del mundo de la cultura y el espectáculo. Algunos en su momento confundieron el mensaje, muy válido (aunque obviamente dentro de un debate muy complejo, con su portador, un Kyrie de carácter complicado y que ya ha acaparado en el pasado titulares por razones tan peregrinas como alimentar las teorías terraplanistas. Pero el grupo que él lideró cuestionó al sindicato de jugadores por si falta de diálogo con todos los estratos de sus representados y dejó claro que volver a jugar apartaba el foco de la revuelta social que provocó la muerte de George Floyd y daba pan y circo a la sociedad: “Como hombres y mujeres nativos afrocaribeños que divertimos al mundo seguiremos usando nuestras voces y plataformas para inspirar la búsqueda de un cambio positivo. Estamos en un punto de inflexión en la historia, uno en el que como comunidad colectiva podemos juntarnos -UNIRNOS- y movernos como un solo organismo. Como comunidad oprimida llevamos más de 500 años siendo perseguidos por el sistema, usados por nuestro talento o nuestra propiedad intelectual pero incluso así asesinados por la misma gente que debería 'protegernos y servirnos'. YA HEMOS TENIDO SUFICIENTE”.
¿Se han parado otras veces los playoffs de la NBA?
Sí, se han aplazado antes partidos de las eliminatorias por el título, pero solo en circunstancias realmente excepcionales. En 1992 se pararon un Clippers-Jazz y un Lakers-Blazers que se tenían que jugar en Los Ángeles por los disturbios que sacudieron la ciudad cuando, el 29 de abril, un jurado compuesto casi completamente por blancos absolvió a los cuatro agentes de policía que aparecieron en unas grabaciones propinando una paliza al taxista negro Rodney King. Antes de eso solamente se habían parado partidos de playoffs el 4 de abril de 1968, tras el asesinato de Martin Luther King.