La presencia de Zion ante los Jazz pende de un hilo
La presencia del jugador franquicia de los Pelicans está más que en entredicho en el partido inaugural de la burbuja. Se reincorpora este miércoles a los entrenamientos tras 13 días.
Restan poco más de 48 horas para que la NBA esté de regreso. El telón lo alzará el duelo que medirá a las 00:30 hora española del viernes a los Pelicans y a los Jazz. Dos equipos que llegan en situaciones clasificatorias totalmente opuestas.
Los de Alvin Gentry llegan en décima posición de la Conferencia Oeste, pero con opciones intactas de pelear con Grizzlies, Blazers o Kings por el octavo puesto del Oeste. Seis puestos por encima se encuentran los de Michael Malone, que miran con ambición el poder pelear el segundo y tercer puesto con Clippers y Nuggets, a los que tienen a tiro de piedra.
Los Pelicans llegan al envite ante los Jazz tras sumar pleno de victorias durante sus tres partidos de pretemporada. Los de Gentry se impusieron a Nets (93-89), Nuggets (119-104) y Bucks (103-124). Por su parte, los Jazz fueron capaces de ganar sus dos últimos duelos de preparación a los Heat (101-99) y a los Nets (107-112), pero no pudieron con los Suns en su primer partido en Orlando, encuentro en el que cayeron por 101-88.
Uno de los grandes focos de atención y por el que la NBA determinó que este fuese el partido inaugural en prime time era la presencia de Zion Williamson, una de los nombres de la temporada. El jugador de Salisbury está llamado a ser uno de las estrellas del baloncesto estadounidense del futuro, llegando incluso a pelear esta temporada por el Rookie del Año junto a jugadores como Ja Morant de los Grizzlies, RJ Barrett de los Knicks o Kendrick Nunn de los Heat.
Sin embargo, el atractivo de poder volver a ver a Williamson puede quedar en nada tanto para la propia NBA como para las televisiones, que ven en Zion una gran figura mediática que puede traer grandes audiencias tanto en Estados Unidos como en el exterior. Pero el pasado 16 de julio se desarrolló un enorme contratiempo tanto para los intereses de los Pelicans como para el panorama mediático en la NBA.
Zion Williamson se veía obligado a abandonar la burbuja por la difiícil situación de salud que atravesaba uno de los miembros de su familia. 9 días más tarde, el número 1 del Draft del año pasado regresaba a Orlando. Pese a su regreso, el jugador se ha visto obligado a pasar una cuarentena de 4 días en su habitación, después de haber dado negativo en todas las pruebas que se le han ido realizando durante su ausencia en la burbuja. En caso de haber llevado a cabo actividades de otra índole, como es el caso de Lou Williams, su cuarentena podría haber llegado a ser de 10 días.
De tal forma, que Williamson cumpliría este martes la cuarentena y regresará el miércoles a los entrenamientos. Con tan sólo 2 días para entrenar, y con los graves antecedentes físicos que presenta Williamson en su currículum, resulta cuanto menos improbable que Zion pueda estar disponible a pleno rendimiento de cara al duelo ante los Jazz, tras casi 2 semanas alejado de las canchas.
Una elección mediática que todo hace indicar seguirá los pasos de lo acontecido en el arranque de temporada. Williamson, que llegaba con honores a la NBA tras su etapa universitaria y tras su éxito en el Draft, vio trastocados sus planes a apenas 2 días del debut en la NBA. Se le diagnosticó una grave lesión de rodilla que le impediría debutar ante los Raptors y competir hasta el mes de enero. En caso de confirmarse la ausencia de Williamson el viernes, sería un nuevo tiro errado por la NBA de encumbrar al de Salisbury ante el panorama mediático.
Alejado de las acusaciones a su familia por haberse aprovechado de la condición de Williamson para sacar tajada económica en la etapa universitaria del jugador, algo totalmente prohibido en Estados Unidos, Williamson pudo rendir durante dos meses y medio a un nivel estratosférico demostrando que su cartel de estrella del futuro está más que justificado.
Apenas pudo disputar 19 encuentros antes de la suspensión pero sus promedios de anotación y aportación al equipo fueron muy altos. 23,6 puntos, 6,8 rebotes y 2,2 asistencias avalan a Zion para ser uno de los grandes líderes de los Pelicans en el asalto a la octava plaza de la Conferencia Oeste.