Green piensa que ganarían a los Lakers de Kobe y Shaq y el pívot responde: "Le destrozaría"

Comparar eras y jugadores es de lo más común en un mundo como el de la NBA, que vive en onstante debate. Sobre todo ahora, que es casi lo único que nos queda en una competición que está parada y que nadie sabe si va a ser reanudada. Todos están dispuestos a opinar, ya sea acerca del baloncesto actual o de los 90, una década que vuelve a estar de moda gracias a (o por culpa de) The Last Dance, ese documental sobre la carrera de Michael Jordan. Y si se puede opinar de las dos cosas a la vez, comparando ambas eras, mejor todavía.

Es lo que han hecho Draymond Green y Shaquille O'Neal. O más bien el primero, que ha introducido en el debate a un jugador con tanta o más verborrea que él mismo. El ala-pívor de los Warriors ha asegurado que su equipo vencería a los Lakers del pívot, que compartía con Kobe Bryant un proyecto que nació a finales de los 90, por mucho que tuviera su momento álgido a inicios del siglo XXI. Green ha argumentado que acabaría con el center gracias al pick and roll con Stephen Curry, una variante que no era tan común en la época de Shaq, donde primaba más el baloncesto dentro fuera, con una predominancia de los hombres altos y, en el caso del propio O'Neal, con el triángulo ofensivo como bandera.

Eso sí, Green rectificó al cabo de unos días, asegurando que sería "asesinado" en la defensa a Shaq. Y el pívot, que no se corta ni un pelo con sus declaraciones, le ha querido dar la razón en este último punto: "Draymond, qué tiene ¿3 anillos? Vale, lo dejaré ir. Pero es su opinión. Intento no dar opiniones personales sobre otros jugadores. Pero sí que diré, sr. Draymond, que como usted dijo, te habría destrozado en ese duelo", aseguraba la mítica estrella en declaraciones recogidas por SB Nation.

Desde luego, resulta inimaginable un enfrentamiento entre esos Lakers y los Warriors, con estilos de juego que están en las antípodas y que van de la mano de las épocas que dominaron respectivamente. Eso sí, a pesar de que Green es un gran defensor, resulta complicado apostar por él en un duelo individual con Shaq, que en su temporada MVP, sin ir más lejos, promedió 29,9 puntos y más de 13 rebotes por partido. Una fuerza de la naturaleza mastodóntica a la que ni los defensores más acérrimos de la época eran capaz de enfrentarse (véase Mutombo) y que a buen seguro que habría maniatado a un Draymond Green que, por muy bueno que sea en defensa, cuesta imaginar cómo habría podido parar a semejante pívot.