¿Eran los Rockets mejores que los Bulls? Incluso Jordan lo piensa
Un artículo de The Athletic ha revelado una conversación entre Jordan y Tomjanovich en la que el escolta confesaba que no tenían a nadie para frenar a Olajuwon.
Sigue coleando todo eso que nunca ha pasado. En tiempos de coronavirus todo debate es bueno, y si bien Carmelo monopoliza una parte, demostrando estar en la fase más nostálgica de su carrera, hay una línea que ocupa muchas discusiones referentes a la eterna (y eternizada) figura de Michael Jordan. Bien sea por el documental que está a punto de estrenarse o por las declaraciones cruzadas de cualquier ex jugador, algo muy típico, lo cierto es que la figura de uno de los mejores baloncestistas de siempte (o el mejor) está sometida a un escrutinio constante nada habitual en estos últimos años. No es que se haya olvidado su figura, ni mucho menos, pero todo el mundo habla de él por estas fechas, sobre todo para bien, echando de menos un deporte que está, como el resto del mundo, parado.
Una buena parte de ese debate ha incluido también a los Rockets, que ganaron el anillo en 1994 y 1995. Dos campeonatos en los que Michael Jordan no estaba (o llegaba al final, como era el caso del último) y que precisamente por eso tienen menos valor para muchos. Algo que no gusta nada al equipo texano, ni especialmente a Hakeem Olajuwon, líder absoluto de un equipo histórico y jugador de la misma trascendencia en una Liga que es imposible entender sin él, un pívot que fue la única estrella que se llevó un campeonato en esa década horribilis en la que una horda ingente de Hall of Famers se fueron con las manos vacías gracias a o por culpa de Jordan. El center ha reivindicado a ese equipo en las últimas fechas, asegurando que Jordan sí estaba en 1995, pero cayó en semifinales del Este contra los Magic (4-2). Y asegurando también que, en caso de llegar a las Finales, les habrían batido.
El debate ha tenido un nuevo capítulo a través de The Athletic, en un artículo cuya información ha recogido el medio RocketsWire, favorable por motivos obvios al equipo texano. En él, se relata como era el propio Michael Jordan el que temía un enfrentamiento con los Rockets en unas hipotéticas Finales. Parece ser que el escolta coincidió con Rudy Tomjanovich en una cena de 1998, posterior a un retiro que anunciaría a inicios del año siguiente, una vez el primer lockout de la historia se hiciera efectivo. En ella, el legendario jugador reconocía al todavía técnico de los Rockets que temía enfrentarse a ellos en la lucha por el título, ya que no tenían a nadie para frenar a Olajuwon.
No es algo que se aleje mucho de la realidad, al menos de la vivida en regular season. El argumento se hace sólido cuando vemos el parcial de 5-1 que los Rockets endosaron a Chicago entre 1991 y 1993, años del primer three peat de Jordan. La plenitud de los texanos llegó con Jordan retirado, aunque en 1995 regresó, disputó 17 encuentros de la fase regular y los playoffs. Algunos argumentaron que se encontraba oxidado en los mismos, y aunque promedió más puntos, rebotes y asistencias en 1995 que en 1996 (31,5+6,5+4,5 por los 30,7+4,9+4,1, siendo también superiores los promedios en robos, tapones y tiros de campo), la realidad es que erró lanzamientos y perdió balones en los momentos clave, algo impropio de él. Eso sí, también el equipo era peor y estaba menos curtido que ese que en 1996 ganó el anillo con el mejor récord de la historia de la NBA hasta la llegada de los Warriors en 2016 (72-10 por 73-9) y unas Finales en las que empezaron ganando 3-0 a los Sonics para acabar 4-2.
En esa serie se hizo evidente la falta de fuerza interior de los Bulls, paliada ante Shaquille O´Neal al año siguiente con la llegada de Dennis Rodman y la master class defensiva que hizo en las finales del Este ante Shaq para barrerles y culminar su venganza (con 11,5 puntos y 15,8 rebotes del ala-opívot). Sin embargo, Olajuwon, más experimentado y en su madurez deportiva, habría sido en teoría más difícil de defender que O'Neal. Al igual que por sus emparejamientos defensivos naturales de aquella década en los Bulls, Bill Cartwright o Luc Longley, que siempre sufrieron en los enfrentamientos directos ante Hakeem. Aunque sobra decirlo, los números son reveladores en estas comparativas: Longley, en su mejor temporada, apenas llegó a 11,4+5,9. Cartwright, que en su año rookie tuvo su mejor temporada y fue All Star, a 21,7+8,9. Hakeem hizo, por poner un ejemplo entre tanta temporada excelsa, 24 puntos, 14 rebotes y 4,6 tapones de promedio en la 1989-90. Y en 1994 ganó el MVP tras una temporada de 27,8 puntos y 10,8 rebotes. La diferencia, claro, etra abismal entre unos y otros, y las dificultades para frenarle del equipo de Phil Jackson fueron evidentes en temporada regular y lo habrían sido igual en las Finales.
Evidentemente, esto no lleva a ningún sitio. La realidad es que los Bulls no llegaron a las Finales de 1995 al perder contra los Magic, que sí lo hicieron. Pero los Rockets tampoco lo hicieron al año siguiente al caer contra los Sonics ni dos después, cuando no pudieron contra los Jazz en las finales del Oeste en el que fue su último equipo competitivo, juntando a Clyde Drexler (que ya estaba en el último campeonato) y a Charles Barkley. Nunca sabremos qué habría pasado si se hubieran enfrentado los todopoderosos Bulls con esa plantilla del nunca subestimes el corazón de un campeón. Sabemos que Jordan les tenía un muy merecido respeto. Y que muchos equipos pudieron ganar en 1994 y 1995, incluidos los Bulls. Pero los que lo hicieron fueron los Rockets. El resto, vale para los debates. Pero nada más.