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NBA | CORONAVIRUS

Mitchell y Gobert: ¿un proyecto roto por el coronavirus?

Según Shams Charania, la relación entre ambos jugadores preocupa en el seno de la franquicia y en estos momentos es "difícilmente recuperable".

Donovan Mitchell ayuda a levantarse a Rudy Gobert durante un partido de la NBA de los Utah Jazz
Getty Images

En abril de 2017, los Jazz vieron por fin la luz. Llevaban dando los pasos correctos durante dos temporadas, cuando Quin Snyder llegó a la franquicia para enderezar la dispar e insuficiente gestión de Tyron Corbin y optar por la revolución en lugar del reformismo. Algo que la franquicia intentaba sin éxito desde la salida de Jerry Sloan a mitad de la temporada 2010-11, tras una discusión con Deron Williams que le llevaba a dimitir solo una semana después de firmar su renovación. Había que cambiar el rumbo e iniciar un proyecto de cero, algo que Snyder empezó a hacer en la 2014-15. Suya fue la decisión de dar a Rudy Gobert el puesto de pívot titular a mitad de temporada después que en la anterior, la de su debut, apenas participara en 45 encuentros, ninguno de ellos de inicio. La mejora fue notoria para el francés, quepasó de 2,3 puntos y 3,4 rebotes a 8,4 y 9,5, como para unos Jazz que conseguían 38 victorias en regular season, 13 más que el año anterior.

Si bien no consiguieron alcanzar los playoffs entonces ni la siguiente campaña, donde se fueron al 40-42 y se quedaron fuera en el último partido de la temporada, ese en el que Kobe se retiró anotando 60 puntos, sí lo hacían en 2017. Gobert había evolucionado con Snyder, y en cuatro temporadasm tres de ellas con su mentor favorito, había firmado 2,3, 8,4, 9,1 y 14 puntos por encuentro, con 3,4, 9,5, 11 y 12,8 rebotes. Una evolución notable que colaba en la última de esas campañas a los Jazz en los playoffs, su retorno desde 2012 con una victoria tan inopinada como merecida ante los Clippers ganando el séptimo en el Staples antes de caer ante los Warriors más imponentes de la historia (ya con Durant), que firmaron un 16-1 en la fase final sin aparentes esfuerzos.

Por aquel entonces, Gordon Hayward era el líder de los Jazz, algo que cambió por unos Celtics en los que solo duraría un par de minutos antes de sufrir una lesión de la que ya se ha recuperado y de la que intenta salir todavía en estos momentos. Eso sí, Donovan Mitchell llegaría en el puesto 13 de la primera ronda del draft, y Snyder puso en él toda la confianza que antes había puesto en Gobert. Juntos formaron una pareja en pista llamada a liderar a la franquicia en un nuevo proyecto con vistas a convertirse en aspirante. La relación entre ambos era buena y se entendían a la perfección en pista. cada uno centrado en una parte de la pista pero con conexiones evidentes y buena química en todo momento. Gobert, que se perdería 26 partidos por lesiones, bajaría sus prestaciones a 13,5 puntos y 10,5 rebotes, números aceptables y que se combinaban con los más de 20 puntos por partido de Mitchell, acompañados de un debate que no cesó sobre el Rookie del Año, que se acabaría llevando Simmons. Los Jazz se volvían a colar en semifinales tras despachar a los Thunder en primera ronda de nuevo sorpresivamente y en seis partidos. El pívot sumó 14 puntos, 11 rebotes y 2 tapones en esa eliminatoria, mientras que el escolta llegaba a 28,5+7,2, incluidos 38 en el último duelo. Los Jazz cayeron en semifinales ante los Rockets (4-1) pero la semilla estaba plantada.

Ahora, tres años después de la llegada de Mitchell a la NBA y la conformación de la pareja, el proyecto lucha por sobrevivir a la mayor de las crisis que ha tenido. El año pasado volvían a los playoffs y ambos jugadores mejoraban de nuevo (16+13 de Gobert y casi 24 puntos de Mitchell), mientras que en la presente campaña los dos han representado a los Jazz en el All Star, algo que ninguna pareja de Salt Lake City lograba desde Deron Williams y Carlos Boozers. Y si echamos la vista todavía más atrás, desde ese mítico y casi perfecto matrimonio que formaban Stockton y Malone. Sin embargo, el pasado 12 de marzo el positivo por coronavirus de Rudy Gobert provocaba una explosión que obligaba a la suspensión de una temporada que sigue parada... y al resquebrajamiento de una relación que en estos momntos "no parece recuperable".

Al menos, eso es lo que ha publicado Sham Charania en The Athletic. Recordemos que tras el positivo de Gobert vino el de Donovan Mitchell, y pronto empezaron a saltar las críticas hacia el francés, siempre en el punto de mira por su cuestionable carácter. Los informes decían que había sido muy descuidado a pesar de las numerosas recomendaciones sanitarias y que no había respetado nada de lo que se había dicho. Su vídeo sobando los micrófonos con las manos tras una rueda de prensa en la que se tomaba el tema a cachondeo no hacía más que confirmar esos rumores, algo que enfureció a una buena parte de la NBA. Pero a nadie más que a Mitchell, con la ira desatada tras su positivo y que se niega ahora a reconciliarse con el que era su compañero... y amigo.

Según relata Charania, tanto en el viaje a Oklahoma como en las semanas anteriores, ambas estrellas compartieron asientos en el autobús y en los aviones, hablaban regularmente y pasaban mucho tiempo juntos. Eso sí, tal y como señala el periodista, no se puede saber quién a contagiado el coronavirus a quién, ya que el hecho de que Gobert fuera el primer positivo no quiere decir que sea el primer infectado. Esto no parece importar al escolta, que durante un vídeo grabado en Good Morning América declaró sentirse molesto con el comportamiento del francés. Snyder, entrenador del equipo y natural de Washington, donde se estaban produciendo ya muchos casos, avisó a la plantilla del virus y ésta recibió recomendaciones cobre cómo comportarse, lo que ha originado cierta hostilidad hacia el pívot, que no cumplió con dichas recomendaciones.

En la franquicia la preocupación es total respecto a la supervivencia del proyecto. Los jugadores ya están limpios y Gobert ha entonado el mea culpa y se ha disculpado en numerosas ocasiones, pero nadie en el seno del equipo ve posibilidadesde reconciliación a corto plazo. De hecho, muchos piensan que el enfado de Mitchell es legítimo. Eso sí, tienen la esperanza que con el tiempo la situación se resuelva, por lo que ven el parón como algo positivo de cara a la solución, que tiene que ser total para reestructurar la química del equipo. Los Jazz iban en la cuarta posición de la Conferencia Oeste con un récord de 41-23, y si bien el fichaje de Mike Conley no les ha salido todo lo bien que esperaban, sus estrellas seguían una progresión meteórica de cara un proyecto largoplacista como el que tiene Utah, favorecido por la edad de ambos: 27 años de Gobert y 23 de Donovan.

"Estoy seguro de que nuestro equipo estará totalmente bien", decía Joe Ingles, jugador australiano de los Jazz. La preocupación, según Charania, es real y todo el mundo está pendiente de que la relación entre ambos jugadores ponga otro rumbo con presteza y se pueda así reestructurar la química grupal. Aunque en estos momentos parece difícil, habrá que esperar para ver qué pasa con la franquicia y si sus dos mejores jugadores, sobre todo Mitchell, consiguen resolver sus diferencias. Tiempo, desde luego, tienen para ello.