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NBA | CORONAVIRUS

"Tras el positivo de Gobert, ningún hotel quería alojarnos"

Joe Ingles revela lo vivido en las últimas semanas: "Si me dices que no vuelva a jugar para proteger a mi hijo, me voy a Australia y no vuelvo a disputar un partido".

Joe Ingles y Rudy Gobert, durante un partido de la NBA de los Utah Jazz
Steve MitchellUSA TODAY Sports

"Si me dices que no vuelva a jugar para proteger a mi hijo, me voy a Australia y no vuelvo a disputar un partido. Salgo de este gimnasio ahora mismo y ve marcho tal cual. No tendría ningún problema. No quiero que mi familia paso por esto. Ni que lo haga mi hijo Jacob, ni su hermana Milla ni la madre de ambos". Así de contundente se ha mostrado Joe Ingles en una entrevista en The Athletic. El australiano ha sido uno de los jugadores que más de cerca ha vivido este problema, siendo su compañero Rudy Gobert el primer contagiado de toda la NBA, positivo que obligó a parar la competición.

Precisamente de ese episodio habló Ingles, que ha pasado unas semanas tan duras como el resto de los jugadores de los Jazz. El alero ha relatado como Quin Snyder, entrenador del equipo y natural de Wahington, empezó a relatarles los casos que ya sucedían en la capitsal mientras la Liga se encontraba todavía en marcha. "Sentimos que estábamos un paso por delante del resto de equipos, porque el entrendor nos empezó a hablar del virus semanas antes de que nadie hablara de picos o cosas por el estilo", relata.

Además, Ingles ha contado como ningún hotel quería acogerlos cuando se conoció el positivo y la posterior suspensión. "Al final, entramos en el Residence Inn a las 12-1 de la mañana", revela. Antes, todos se habían hecho la prueba, algo que también ha descrito el australiano: "Son 10 segundos con un hisopo en la nariz y parece que va a estallar la parte superior de la cabeza. Es uno de los sentimientos más incómodos que he sentido en mi vida. Cuando terminé tenía los ojos llororos, y el resto igual".

Tanto el alero como el resto de la delegación de los Jazz regresaron a Salt Lake City al día siguiente, donde además les tocó vivir un terremoto. "Toda la casa estaba temblando", dice Joe Ingles, que se encuentra, al igual que el resto de la plantilla, el cuerpo técnico y la mayor parte del país, confinado en su casa y esperando a que pase esta crisis, una a la que nadie nunca se había enfrentado.