"Jugadores, empleados... todos tienen una fe increíble en Silver"
"Todos en la NBA creen que están en buenas manos y que el comisionado no les fallará. Eso le puede ayudar porque le seguirán cuando se tomen decisiones".
La NBA afronta una situación sin precedentes. Casi un mes (se cumple mañana) después de la suspensión de la temporada tras el positivo de Rudy Gobert, la situación sigue llena de incógnitas por culpa de la crisis del coronavirus, que puede hacer mella de forma drástica en una Liga que en los últimos años había alcanzado su mejor momento por relevancia social y capacidad para generar ingresos, unos 8.000 millones de dólares al año. Si la temporada 2019-20 acaba sin más partidos y sin coronar campeón, las pérdidas no bajarán de los 1.000 millones y podrían llegar a los 2.000, según algunos expertos.
La NBA tiene abiertos múltiples frentes: negocia con el sindicato de jugadores cómo afrontar el efecto en los salarios de esas pérdidas, todavía imposibles de calcular, y la presión de unas franquicias que quieren ahorrar todo lo que puedan en el corto plazo. Busca fórmulas para retomar algo parecido a un final de temporada y piensa en el medio y largo plazo, cuando haya que recuperar la normalidad en una situación también desconocida y con unos aficionados a los que les costará regresar a los pabellones.
Pero la NBA, al menos, tiene a Adam Silver. El comisionado tiene la bendición y la confianza de todos los actores activos en el tablero de juego, y eso es trascendental en un momento así. Lo ha confirmado Brian Windhorst, el periodista de ESPN que ha sido muy criticado en los círculos internos de la NBA por asegurar que había "mucho pesimismo" sobre las opciones de terminar de un modo u otro esta temporada: "Los entrenadores, jugadores, directivos y todos los demás estamentos, de arriba a abajo de la NBA, tienen una confianza y una fe increíbles en Adam Silver. De las estrellas en la pista a los últimos trabajadores de las franquicias. Realmente se cree en él. No dejó de escuchar a gente que me dice que creen que Adam no les fallará, que están en buenas manos. También le dan mérito por cómo paró la NBA, fue por delante de otros. No de todos, pero hizo lo que tenía que hacer cuando no le quedaba otra opción, y demostró en esos momentos liderazgo. No cometió errores. Dio ejemplo a otras competiciones. Todo eso se valora muchísimo. Y es una gran ventaja: le puede servir para que la gente le siga cuando se tomen decisiones".