Nurse, Vogel... ¿Quién será el Entrenador del Año de la NBA?
Con poco más de un mes para el final de la competición, los debates sobre los principales galadornes se multiplican. Nurse, favorito para Entrenador del Año.
Con poco más de un mes para el final de la temporada regular, el debate sobre los principales premios individuales que la NBA reparte tras las Finales (antes se hacía durante los playoffs) no cesa. Todo el mundo habla de sus favoritos para el MVP de la temporada, el Mejor Sexto Hombre, el Rookie del Año y otros grandes trofeos que se asignan a los jugadores más destacados del curso baloncestístico 2019-20. A continuación, repasaremos a los principales candidatos para hacerse con el premio a Entrenador del Año, teniendo siempre en cuenta que se dan más nombres de los que se pueden estar en la pelea para remarcar la importancia de ciertos técnicos que, aunque tengan muy difícil salir ganadores, han hecho un trabajo formidable con sus respectivos equipos. Todo esto, teniendo también en cuenta que quedan cerca de una veintena de encuentros para la fase final y que el desplome o una gran racha de cualquier franquicia podría variar los siguientes nombres.
Nick Nurse (Toronto Raptors)
Es el mejor situado para hacerse con el premio. Meses después de liderar a los Raptors al primer anillo de su historia, el técnico está llevando a los canadienses a una nueva dimensión a pesar de la baja de Kawhi Leonard, que eligió los Clippers por delante de su ya ex equipo (y de los Lakers) y dejó un vacío que muchos pensaban que no se podría llenar. Sin embargo, Toronto tiene ahora un mejor récord que los angelinos (46-18 por 43-20) y juegan, de momento, infinitamente mejor al baloncesto a pesar de contar con una plantilla que, pieza por pieza, tiene más talento. Y lo ha hecho mientras sobrepone a su equipo a las lesiones, que han provocado la ausencia de gente tan importante como Marc Gasol (28 partidos), Kyle Lowry (12), Fred VanVleet (16) o Pascal Siakam (otras 12). Y no sólo eso, sino que ha conseguido mantener a los Raptors en los puestos más altos de todas las clasificaciones, bajando (solo) en menos de 2 puntos el rating ofensivo sin Kawhi (de 113,1 a 111,6), y mejorando el defensivo de 107,1 a 105,2, el octavo mejor de la historia de la franquicia. Toronto es el tercer mejor equipo del Este en ataque con 113 puntos por noche y su defensa es la mejor de la NBA, recibiendo tan solo 106,5. Tienen el séptimo mejor récord de la competición en casa (23-9) y el tercero fuera (23-9), tan solo por detrás de Lakers y Bucks. Además, son séptimos en porcentaje de triples (37%), quintos en tiros libres (80) y segundos en robos (8,8, tras los Bulls). Y todo esto con una plantilla que mezcla a jugadores veteranos (Marc, Lowry, Ibaka) con estrellas casi consolidadas (Siakam) y promesas que apuntan muy alto y que ya tienen un papel fundamental en el equipo (ValVleet o Anunoby). La magia de Nick Nurse.
Frank Vogel (Los Ángeles Lakers)
Está claramente entre los favoritos y lo único que queda por preguntarse es porque no se está hablando más de él. Quizá sea una virtud. Al fin y al cabo, está consiguiendo pasar desapercibido y dar el protagonismo y los focos a los jugadores en la franquicia más sometida a escrutinio de toda la competición. Con un récord de 49-14, ya ha mejorado al equipo en 12 victorias respecto al año pasado, y en los 19 encuentros que quedan aspira a llegar a las 60, algo que los Lakers no hacen desde la 2008-09, año en el que ganaron el anillo. Los angelinos tienen quinto mejor offensive rating de su historia, y el mejor defensivo desde la 2011-12, temporada de lockout. Han sido durante todo el curso una de las mejores defensas de la NBA y en estos momentos son el tercer equipo que menos puntos recibe por detrás y muy cerca de Celtics y Rators. LeBron está produciendo una barbaridad (25,7+7,9+10,6) jugando menos que nunca (34,9) y podría conseguir su tercer MVP con 35 años y en su 17ª temporada como profesional, y Anthony Davis (26,7+9,4+3+1,5+2,4) podría ser Mejor Defensor y seguramente se cuele en los primeros quintetos de la NBA y defensivo. Sexto equipo que más asistencia reparte (25,9), octavo en rebotes (46,1), mejor porcentaje en tiros de campo (48,5%) y mejor récord fuera de casa de toda la Liga (26-6) y con el anillo entre ceja y ceja. En fin, sin palabras.
Mike Budenholzer (Milwaukee Bucks)
Completa el trío de favoritos para hacerse con el galardón y era, hasta hace poco más de una semana, el mejor situado para conseguirlo... hasta que ha llegado el pequeño bajón de los Bucks, que han pasado de aspirar a las 70 victorias a que los Lakers les pisen los talones. La derrota de los angelinos ante los Nets en el Staples les da cierto margen y ahora están con un récord de 53-12 por el 49-14 de LeBron y compañía. Son el mejor equipo en su casa (28-3, con los Sixers, 28-2, en empate técnico), el que más anota de la competición (118,6) y uno de los que mejor defiende (107,4). Y van camino de superar el récord del año pasado (60-22) y también, por qué no, el mejor de la historia de la franquicia: ese 66-16 de los Bucks que ganaron el anillo con Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar. Casi nada. Budenholzer, que tendrá ventaja de campo en todas las eliminatorias de playoffs a no ser que los Lakers digan algo al respecto (y se enfrenten a ellos en unas hipotéticas Finales) y que sigue elevando a Giannis Antetokounmpo hasta otra dimensión ya sabe lo que es ganar el trofeo (lo hizo en 2015 y 2019). La fase final, su tendón de Aquiles y donde el proyecto tendrá que carburar. De momento, están siendo los mejores.
Rick Carlisle (Dallas Mavericks)
Entramos ya en las opciones menos probables, aunque no por eso son de entrenadores que no debamos tener en cuenta. O, al menos, resaltar su temporada. 39-27, 3 victorias más que el año pasado con todavía 16 partidos por disputarse. Si acaban con una buena racha podrás llegar a las 50 victorias, algo que solo han hecho una vez en una década (2014-15). Y salvo catástrofe absoluta conseguirán su mejor récord de las últimas cuatro temporadas y accediendo por primera vez a playoffs desde el 2015. Es cierto que no son el revolucionario equipo que peleaba por el tercer puesto del Oeste a finales de noviembre, pero van séptimos y pueden quedar hasta cuartos. Acaben como acaben, la temporada ya es una auténtica pasada y Carlisle optará a un premio que ya consiguió en la 2001-02, cuando militaba en los Pistons. Junto a Nurse y Spoelestra, es uno de los únicos entrenadores de la lista que ha ganado el anillo, y el único de la NBA junto a ellos dos, Doc Rivers y Gregg Popovich. Y con Luka Doncic jugando a un nivel supremo y una plantilla joven que asegura el futuro. Desde luego, los Mavericks tienen motivo para sonreír, y Carlisle, el mayor éxito de Mark Cuban junto a Dirk Nowitzki, es uno de ellos.
Erik Spoelstra (Miami Heat)
Otro entrenador veterano y otra elección improbable que está demostrando, por enésima vez, su increíble valía. Con jugadores no drafteados (Duncan Robinson, Kendrick Nunn), baloncestistas con fama de difíciles como Jimmy Butler o promesas que parecían que no iban a explotar como Bam Adebayo, está consiguiendo hacer un equipo competitivo que juega muy bien al baloncesto. Butler (20+6,6+6,1) practica el mejor y más completi juego de su carrera, Adebayo (16+10) es un filón en el interior y Robinson (el hombre del triple) o Nunn no optan al Rookie del Año por tener peores estadística y menos focos que Ja Morant o Zion Williamson. Mención especial también para Tyler Herro y Goran Dragic. Los Heat, 41-23, tienen ya dos victorias más que el año pasado, aspiran a llegar a las 50, y han conseguido el mejor ratinf ofensivo de la historia de la franquicia (112,7). ¿El segundo? El de la 2012-13, de 112,3, con LeBron y compañía en la plantilla. Van cuartos y pelearán por el tercer puesto contra los Celtics. Ojito con ellos en playoffs.
Billy Donovan (Oklahoma City Thunder)
Otro gran entrenador, desdibujado en los últimos años por Russell Westbrook pero buenísimo al fin y al cabo. Ya era una leyenda en la Universidad y rozó el anillo en su primer año en la NBA, cuando los Thunder cayeron en el séptimo y definitivo encuentro de las finales del Oeste en una eliminatoria en la que comandaron (3-1 arroba), dominaron y perdieron. Tras la salida de Russ y de Paul George, ha vuelto a hacerse con los mandos del banquillo adoptando un rol distinto, más encima del jugador, para conseguir que los Thunder sean uno de los mejores equipos de la competición, sobre todo después del All Star (7-2 desde entonces). Los Thunder atacan mejor que el año pasado con Westbrook y George (de 110 a casi 112 de rating) y van 40-24 (cuartos del Oeste), a una victoria de los Jazz, tres de los Nuggets y cuatro de los Clippers. Temporadón con Chris Paul enfrente. El que los elimine en playoffs tendrá que sudar.
Brad Stevens (Boston Celtics)
El hombre llamado a ocupar el vacío que deje Gregg Popovich en una Liga que, por cierto, aún tiene por mucho que esté en horas bajas a su Popovich original. Stevens se ha recuperado de la baja de Al Horford, el mejor hombre interior de la historia reciente de los Celtics desde Kevin Garnett, y casi ha agradecido la de un Kyrie que nunca ha encajado en el orgullo celtic y sin el que ya jugaron mejor en 2018, algo que han vuelto a hacer ahora. Con un récord de 43-21 tienen difícil alcanzar a los Raptors y conseguir un cruce en primera ronda más sencillo, pero lucharán por hacerse con el primer puesto contra los Heat. Tatum, Brown, Hayward, Kemba, Smart... cinco intocables, Theis y poco más. Una plantilla corta y sin banquillo pero que promete dar guerra en playoffs. Así ha sido siempre con Stevens, excepto con Kyrie y su cada vez más negra leyenda.
Taylor Jenkins (Memphis Grizzlies)
Temporada histórica para unos Grizzlies que ven la luz. La franquicia lleva un tercio de la Liga ocupando el octavo puesto de la Liga y está aguantando las envestidas de Spurs, Blazers, Pelicans, Kings y ya en menor medida, Suns. Todo el mundo les auguraba un bajón, pero resisten de una manera tan inopinada como merecida y aspiran a su primer récord positivo desde la 2016-17. Pero, y esto es lo más importante, dejan atrás el Grit and Grind y ven definitivamente la luz. Y todo con, ojo, el mejor rating ofensivo (109,4) de su historia. Jenkins, discípulo de Budenholzer en los Hawks, está creando una cultura en una ciudad necesitada de ella. Es el tapado de los que tienen menos opciones y no sería una sorpresa que le dieran el trofeo. Una temporada fantástica para ellos que pueden redondear con los playoffs. Impresionante.