Los Kings igualan a los Pelicans y sueñan con los playoffs

Hasta cinco. Son los equipos que siguen opositando para el octavo puesto del Oeste, uno de los más baratos (o caros, según se mire) de la historia de la NBA en una conferencia tradicionalmente ultracompetitiva que tenía por encima de las 50 victorias a múltiples franquicias y en la que nunca tantos han luchado por un octavo puesto cuyo rango de triunfos es más bajo que nunca. La número 26 han sumado los Kings en la pasada madrugada, que tras mucho remar y estar prácticamente descartados hace apenas un mes, han conseguido ser aspirantes y tienen ahora el mismo récord que los Pelicans, que cayeron ante los Lakers y se colocan, junto a Sacramento, a tres victorias de un octavo puesto que siguen defendiendo de manera tan inopinada como merecida unos bravos e incombustibles Grizzlies.

Tanto Kings como Pelicans se situán ahora a 3 partidos de Ja Morant y compañía, una distancia relativamente grande cuando queda poco más de un mes para que finalice la regular season. Al mismo número están también los Spurs, más vulnerables que nunca pero que siguen sin ceder en una pelea que tienen muy complicado ganar pero en la que están dispuestos a caer (si caen) con las botas puestas. Y los Blazers, sin Lillard durante los últimos encuentros y cayendo en lugares en los que no deberían haberlo hechoi como Atlanta, se sitúan a 3,5. A ya 5,5 duelos se encuentran unos Suns que a poco que hubieran sido más consistentes en la parte central de la temporada, estarían con opciones reales de llegar a una fase final de la que, salvo sorpresa, están prácticamente descartados. A todos ellos intentan resistir los Grizzlies, impertérritos, como si no fueran un equipo joven en vías de desarrollo y sí uno experto y veterano, capaz de aguantar el chaparrón. Muchos les auguraban un bajón que les dejaría fuera; de momento, no lo han tenido. Y la victoria contra los Lakers hace un par de noches ha sido una buena muestra de ello. 

Volviendo a Sacramento, los Kings se han metido de lleno en una lucha a la que esperan no llegar demasiado tarde. La plantilla joven e inconstante, con un cambio de entrenador la temporada pasada en un movimiento de Vlade Divac relativamente cuestionado (salió Joerger para que llegara Walton), se ha metido, dando tumbos, en una guerra sin cuartel a la que no estaba invitada. La primera parte de la campaña, lesiones mediante, fue nefasta, pero los Kings se han recuperado en los últimos encuentros y suman 5 victorias en los últimos 6 partidos y 11 en los últimos 16 que les dan opciones por segundo año consecutivo. En la capital del estado de California siguen pregúntandose por qué Divac escogió a Marvin Bagley III en la segunda posición del draft por delante de Luka Doncic... un movimiento que a todas luces ha sido un fracaso rotundo si tenemos en cuenta el nivel actual del esloveno, casi en la pelea por el MVP, tan en contraste con el de un ala-pívot que solo ha disputado 13 partidos en el presente curso baloncestístico. El último, el 20 de enero, fue el mejor para él: 15 puntos y 15 rebotes. De nada le sirvió a los suyos, cuyo balance con el número 2 del draft del 2018 es de...2-11. Sobran las palabras.

Ante los Pistons, se las vieron y se las desearon. Empezaron perdiendo 16-31, pero la torcedura de tobillo que Derrick Rose sufrió en el segundo periodo cambió el signo de un encuentro en el que los Kings ya estaban metidos antes del descanso. El base está en 18,3 puntos en la presente campaña, 19,5 en los últimos 4 duelos solo unas semanas después de realizar 14 consecutivos con 20 o más puntos (entre el 4 y el 31 de enero). Una segunda juventud para un jugador que no deja de lesionarse. Ante Sacramento su ausencia pudo ser clave, y la ventaja de 6 puntos con la que los locales se fueron con 12 minutos por delante fue ya la definitiva. D'Aron Fox anotó la canasta definitiva con menos de 20 segundos para el final y puso la puntilla. Acabói con 23 puntos y 7 asistencias, y está en 22 tantos de promedio en 2020, habiendo superado la veintena en 16 de los 25 partidos disputados por su equipo. Su canasta fue muy celebrada por una afición increíblemente ruidosa para no disputar los playoffs desde el 2006, con Rick Adelman en el banquillo. La ausencia más larga de todos los equipos actuales. Tienen difícil volver este año, pero se han ganado el derecho a que se cuente con ellos. Algo es algo.