Los Bucks son un martillo y Giannis Antetokounmpo es Thor

Un martillo pilón. Eso son los Bucks. ¿Quién les puede parar? Parece que, por muy peliaguados, raros, peligrosos que se le puedan presentar los partidos hay una respuesta. No común, tienen variantes. El equipo de Wisconsin se ha puesto las pilas, las piezas encajan y se sitúan como el equipo al que nadie puede tocar. Sólo estamos en temporada regular, esas dotes de juego fantástico que parece sacado de un cómic de los de leer y releer pueden ir rebajándose conforme se aproxima el mes de junio y, con ello, la fase final en la que se lucha por el título. 

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En Charlotte se encontraron una de esas pruebas que sólo ves durante la travesía, que te encuentras como piedra en sendero. No se podía preveer un partido tan tosco. No todos los días van a ser de 140 puntos, pero sí: pese a atrancarse, siempre hay ración de Antetokounmpo, siempre hay mates y jugadas que te hacen levantarte y quedarte ojiplático. Fue éste un encuentro difícil de admirar, pero el griego se encarga de hacerte ver que es el MVP de la pasada temporada, que lo va a ser de ésta y, en el fluir del juego, te va dando motivos para ello. 

Los Bucks se autoconcedieron la licencia de apretar sólo al final. Viendo que se les atragantaba el partido por completo, ¿por qué no recurrir a lo fácil? Balones a Anteto y que él vaya rematando las jugadas. Cuando tienes a un jugador tan superior, no tienes que sentirte ni mal ni bien por tomar atajos: lo haces y ya está. 21 de los 45 tantos de su equipo al descanso llevaba el alero nacido en Atenas. El juego era escabroso, los Bucks se enrollaban en su propio hilo alargando jugadas de pase extra que terminaban en algo malo. Si es verdad que tuvieron suerte que el rival era Charlotte Hornets y no Toronto o Philadelphia. 

Los Bucks, acostrumbrados a beber mucho de sus tiros de tres, acabaron con un raquítico 7/31 desde la línea exterior. Era un ritmo cansino, a acelerones donde el que se ponía en la pole position siempre era Antetokounmpo. Los locales trataron de forzar algo más la situación, pero dos acciones sobrehumanas, un buen tiro hacia atrás y un carrusel de tiros libres que llevaban la firma del MVP finiquitaron las esperanzas de los de James Borrego. No le podían parar de otra forma que no fuera con faltas pese a los esfuerzos de Biyombo, Washington o Bridges. 

41 puntos, 20 rebotes y 6 asistencias, con 17/28 en tiros. Poco que añadir. 

A resaltar también el papel del español Willy Hernangómez. La no participación de Cody Zeller le está dando más minutos junto a Bismack Biyombo. Willy acabó con un doble-doble (10 puntos y 13 rebotes) que, sin embargo, fue estéril ante el poder del martillo de Thor (del que en la NBA tiene los derechos de explotación un tal Giannis).