Antetokounmpo hace leña del árbol caído de los Sixers
Con Simmons en el vestuario por lesión y Embiid en el banquillo por faltas, el griego mete 11 puntos seguidos de sus 31 a la vuelta del descanso para romper el partido.
Milwaukee Bucks sigue con su imparable racha de victorias, 16 de los 18 últimos partidos para un récord total de 48-8. Su dominación de la temporada es total y así lo volvieron a mostrar ante los Philadelphia 76ers, uno de sus supuestos rivales más importantes en el Este que de momento está lejos de ser ese equipo que aspira a llegar a las Finales en junio. Anoche en Milwaukee y ante una asistencia de récord en el Fiserv Forum (18.290 espectadores, Oscar Robertson entre ellos), los de Brett Brown sucumbieron por tres motivos: jugaban fuera de casa con lo que eso significa para los Sixers esta temporada, lo hacían ante la mejor defensa de la Liga y se quedaron en lo que iba a ser el momento clave del partido sin sus dos mejores jugadores.
Ben Simmons, que se perdió el último partido por problemas de espalda, no duró ni un cuarto. Después de hacer dos bandejas en cinco minutos fue esa misma parte del cuerpo la que dijo hasta aquí. El base se marchó al vestuario para no volver y hoy será sometido a pruebas. A partir de entonces los Sixers se defendieron como pudieron y se puede decir que no lo hicieron del todo mal en la primera mitad, de la que se marcharon perdiendo por seis puntos a pesar de los problemas en el tiro. Aquí vino el segundo contratiempo. Los Bucks son la mejor defensa de la Liga, los Sixers la cuarta. Pero los primeros lo demostraron y los segundos no. Los locales lanzaron con un 53% de acierto y los visitantes con un 35%. Por ejemplo, los Bucks lideran la NBA a la hora de dejar a su rivales en los peores porcentajes dentro de la zona. Llegaban a este encuentro con un 50,2%. Joel Embiid, que venía de hacerles 39 puntos a los Nets, se quedó en 17 con un 5/18.
El pívot camerunés dio además la puntilla a los suyos al cometer dos faltas en los primeros 50 segundos del tercer cuarto. Fueron la tercera y la cuarta. Brett Brown le sentó y ahí entró el factor Antetokounmpo de la forma más demoledora posible. Metió los 11 primeros puntos de su equipo tras la reanudación y rompió el partido definitivamente. El griego acabó metiendo otra vez más de 30 tantos (31) en menos de 30 minutos. Es la octava vez que lo hace esta temporada y supera el récord de siete partidos en un curso que tenía Stephen Curry desde la 2015-16. Además, también cogió 17 rebotes y repartió 8 asistencias. Y no hay mucho más que explicar. A partir de ahí fue pan comido para los Bucks, que superaron otra vez los 100 puntos. Y ya van 80 partidos seguidos, la quinta mejor racha de la historia.