Axel Hervelle: "¿Mirotic? Ser merengue es de por vida"
El belga (Lieja, 1983) estuvo cinco temporadas y media en el Madrid y nueve en el Bilbao. Ahora, en el Charleroi, medita retirarse. Habla de la Copa, de Mirotic, Mumbrú, Llull...
Después de dos décadas guerreando, ¿se retira?
Seguramente este sea mi último año. Tengo una oferta de trabajo del Charleroi para seguir en el club, pero no he decidido. Voy a cumplir 37 años y me empieza a costar entrenarme cada día. La retirada siempre es una etapa complicada que hay que pasar. Quiero formarme bien y ojalá pueda seguir vinculado al baloncesto.
¿Le gustaría ser entrenador, directivo...?
La función de director deportivo es la que más me atrae.
¿Algún referente?
Varios. Me gustan Himar Ojeda (Alba) y Alberto Herreros (Madrid), un modelo para mí porque hizo muy bien y muy rápido la transición desde su etapa de jugador.
O sea que firma meter la última y pasar a los despachos.
No estaría mal (suelta una carcajada). Aquel triple y la remontada (en 2005 en Vitoria) no se me olvidarán jamás. Herreros se lesionó en el pulgar y se perdió parte del playoff. Volvió con un vendaje para enchufar la última. Uno de los mejores finales de la historia y vivirlo en directo fue incluso mejor
¿Qué otros momentos de su carrera elegiría?
La ULEB que gané con el Madrid en Charleroi, en mi país, fue muy emotiva y también la Liga de ese año (2007). Y en Bilbao, cuando disputamos el playoff con el CSKA de Kirilenko (2012) y le dimos guerra. Tenían un equipazo y llegar hasta allí fue mágico, no se lo pusimos fácil, incluso por razones arbitrales no forzamos el quinto.
Después de dos décadas como jugador, ¿qué cree que debe tener un buen director deportivo?
Debe ser capaz de juntar piezas que se complementen, el entrenador con los jugadores, y debe vivir dentro del equipo para sentir las cosas que ocurren y eso necesita tiempo y mucha madurez. Hay bastantes factores externos como el dinero, los contratos en vigor… que afectan a las decisiones. Debes trabajar mucho para hacer un buen equipo.
¿Qué jugadores y entrenadores le han marcado más?
Siempre voy a decir los mismos porque son mis amigos, aquí es difícil ser objetivo. Tengo en mente a Álex Mumbrú y Raúl López, y a Felipe Reyes y Sergi Llull, con los que he compartido momentos muy especiales. Y también me han entrenado algunos de los más grandes de los que guardo buenos recuerdos, pero como modelo de superación nombraría a Aíto, una leyenda.
Estuvo en el Madrid de 2004 a 2010 y en el Bilbao de 2010 a 2018, ¿le falta un gran homenaje?
No, las aficiones me devolvieron siempre la energía que ponía en la cancha. En el Madrid no salí como deseaba. Messina y su gente llegaron y no me querían... Podíamos haber llegado a un acuerdo antes y de forma fácil. Respetaba al club y no quería marcharme mal, pero no me gustó del todo mi salida. El Madrid es muy grande.
¿Tiene aún al Madrid y al Bilbao en el corazón?
Sí, por supuesto, y además soy muy futbolero, muy del Madrid y sigo al Athletic.
¿Qué se dice en su país de su compatriota Hazard?
Es un gran jugador, una figura al que todo el mundo sigue y también anda en el equipo Courtois, que es un gran ejemplo. Bélgica es un país muy futbolero y a la gente la veo muy pendiente de los dos. Hazard ha tenido mucha carga con el Mundial y todos los partidos que disputó el año pasado, pero estoy convencidísimo de que va a triunfar. Siempre compite, es un ganador.
¿Sigue muy de cerca la Liga Endesa?
Sí, y también la Euroliga.
¿Cómo ve al Bilbao de Mumbrú en su estreno en la ACB?
Bien es poco. Ser quinto con un presupuesto como el que maneja es increíble. Ha creado algo especial con el actual grupo de jugadores. Mucho mérito.
¿Qué pronóstico hace del Madrid-Bilbao en cuartos de la Copa?
Lo veo a favor del Madrid, que sufrió un bajón y poco a poco va subiendo de nuevo. Al Bilbao la lesión de Brown le ha hecho daño y debe integrar ahora a un nuevo jugador.
Tiene buena pinta su tocayo Axel Bouteille.
Está muy bien. Una gran sorpresa. Posee nivel para un grande porque no monopoliza el balón, tácticamente es inteligente y se sacrifica en defensa y en el rebote. Es muy completo.
¿Por dónde pasan las opciones del Bilbao?
Por la defensa, por bajar el ritmo del Madrid. El Alba, por ejemplo, propuso la semana pasada un partido a toda velocidad y eso es muy peligroso frente a los blancos.
¿Y cómo ve a Felipe Reyes y a Sergio Llull?
Felipe es una leyenda viva, hay que disfrutar de todos sus minutos. Jugadorazos como él no aparecen muchos. Y Llull lleva mucha carga después del Mundial y es normal tener un bache, y más tras una lesión como la suya. Si alguien puede volver más rápido de algo así es Sergi, porque mentalmente es uno de los jugadores más fuertes que he conocido.
¿Le dio envidia sana España en el Mundial?
Desde que empecé a ser profesional soñaba con que Bélgica ganara un gran campeonato. La selección siempre fue muy importante para mí y solo el hecho de poder participar en un Mundial era una obsesión personal, así que ganarlo ya ni le digo. Sí, tuve envidia sana al ver cómo algunos amigos lograban el título con España. La edad te quita chispa, explosividad; pero la competitividad y las ganas de estar en una cancha se mantienen. Es bueno que los jugadores y las selecciones transmitan esa energía.
¿Cómo está el baloncesto en Bélgica?
Un poco mal. Hay que replantearse el formato actual y nos queda un gran trabajo por delante. Necesitamos atraer a la gente, que haya más público. Las polémicas FIBA-Euroliga no ayudan porque dividen el baloncesto, no somos tan poderosos como el fútbol y necesitamos un solo camino.
Mirotic creció cuando era un crío con usted en el Madrid, ¿le ha sorprendido su fichaje por el Barcelona?
Sí, mucho. A Mirotic le gusta competir y ha elegido el camino para encontrar la manera más fácil de estar en el mejor equipo. No sé qué ha pasado por su cabeza... Ser merengue es de por vida y si tienes su talento no hace falta marcharse al rival.
¿Hervelle no hubiera fichado por el Barça?
En su situación, no.
¿Cómo ve ahora el pulso Madrid-Barça?
El Barça está muy fuerte y es normal porque ha gastado mucho dinero. No sé si hubo un equipo con tanto dinero en los últimos años, quizá el CSKA de Kirilenko. El proyecto del Madrid me gusta porque lo ha construido en el tiempo, con una columna vertebral basada en jugadores nacionales.