Lillard (33) ensombrece la vuelta de Iguodala 8 meses después

Nadie en la NBA se movió de manera tan magistral antes del cierre de mercado como Miami Heat. La franquicia de Florida reforzó su rotación con la llegada de Jae Crowder y Solomon Hill, y adquirió a uno de los grandes de la Liga: Andre Iguodala. El veterano alero, campeón y MVP de las Finales con Golden State Warriors, aterrizó en Florida tras negarse a jugar con Memphis Grizzlies (equipo al que llegó este verano desde la Bahía) a la espera de un buyout que nunca llegó o un traspaso que finalmente sucedió.

Miami se hizo con sus servicios sin grandes locuras y mejoró una plantilla joven que ya era un dolor de cabeza para los grandes de la Conferencia Este. Sin embargo, el debut de Iguodala, 8 meses después de jugar su último partido en la NBA, las Finales del pasado curso, fue amargo. Los Heat cayeron en su visita a Portland con 2 puntos suyos en 23 minutos y 27 de Dragic, ante los Blazers, que continúan su loca carrera por alcanzar los playoffs. Un maratón que tuvo un parón inesperado con el robo ante Utah Jazz.

La actuación de Damian Lillard

Repuesto de ese mal trago, la franquicia de Oregón (otra vez en cuadro: 8 jugadores) se agarró a su salvador: Damian Lilard. El base realizó otra actuación de matrícula con 33 puntos (6 de 15 desde el triple) y 8 asistencias. Desde que comenzó el nuevo año, promedia 34,2 tantos por encuentros. Nadie en toda la NBA iguala esos registros. Desde el 1 de enero ha finalizado 13 duelos con 30 o más puntos. En la Liga no hay ningún jugador con esos guarismos. Lillard es bueno, muy bueno, pero además, está rabioso: quiere alcanzar por séptima vez seguida la postemporada.

Los Blazers dieron un duro golpe a su rival entre el tercer y el cuarto periodo. Antes, se sustentaron en un gran Trevor Ariza (21 puntos) y la figura de Hassan Whiteside (11 y 17 rebotes). Gran aparición de Gary Trent Jr. con 22 tantos (5 de 7 desde el perímetro). Los Heat, con 31 asistencias, llegaban y se iban en el marcador, pero no tiraron la toalla hasta los últimos instantes del enfrentamiento.