Escándalo arbitral en Utah contra unos Blazers en cuadro
Los árbitros no pitan un tapón ilegal evidente de Gobert a Lillard a falta de 11 segundos que le quita la opción de ganar a unos Blazers con siete jugadores.
Lo que ha pasado hace un rato en Salt Lake City ya está siendo definido por muchos como una de las peores decisiones arbitrales que se recuerdan en la NBA. Faltaban 19 segundos y los Blazers estaban dos puntos abajo. Damian Lillard bota el balón en el centro de la cancha. De repente acelera el paso y se va directo hacia la canasta librándose de Ingles gracias a un bloqueo. Gobert sale a su encuentro, pero el base le supera por velocidad. Se planta al lado del aro y deja una bandeja contra el tablero, el balón golpea claramente en él y después el francés, que llegaba por detrás a toda prisa desvía la trayectoria del esférico con su mano derecha. Tapón ilegal de libro. Los tres árbitros, alguno más y alguno menos, pero todos en buena posición para ver la jugada y sin nadie delante que les tape la visión deciden no pitar nada. Los Blazers pierden y en la pista (y fuera de ella) se monta una de las gordas.
Los de Portland, en plena remontada tras un inicio de temporada nefasto, persiguen el objetivo de la octava plaza y no están para regalar triunfos. El partido en Utah, una de las canchas más altas de la Liga, se presentaba como un reto mayúsculo por dos razones. Venían de jugar la noche anterior y sólo contaban con nueve jugadores sanos que, para colmo de males, se iban a quedar en siete al principio del segundo cuarto. Primero Anfernee Simons iba a sufrir una conmoción a 20 segundos del final del primer periodo y después Ariza iba a ser expulsado a los dos minutos del segundo por doble técnica. Entre los dos iban a estar 14 minutos en cancha. Gary Trent Jr. iba a acabar jugando 38 minutos, Carmelo 39, Lillard y McCollum 43... Y aún así fueron capaces de pelear el partido en incluso dominarlo en varios momentos. Por ejemplo al descanso, cuando se fueron 58-72 por delante después de un parcial de 2-14.
Hasta la mitad de ese periodo no falló Lillard su primer tiro (7/7 hasta entonces, 10/15 los Blazers en el primer parcial). El base volvió a las andadas con un partido estratosférico, más si cabe que algunos de lo que había firmado últimamente teniendo en cuenta las circunstancias de su equipo. Acabó con 42 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y un 8/14 en triples. Y no se llevó la gloria por culpa de el trío arbitral, que en directo dijeron a los jugadores de los Blazers que ni de cerca había sido tapón ilegal y que después del partido y una vez vistas las imágenes no les quedó más remedio que reconocer su error.
Los Jazz parecían tener el partido en sus manos después de que un triple de Bogdanovic (27) les pusiera 106-99, pero los Blazers no se rindieron y empataron a 114 tras el último tiro de tres de Lillard. Después Donovan Mitchell iba a poner por delante a los suyos a menos de un minuto, antes de que sucediese la jugada del partido que, por desgracia, no la iba a protagonizar ningún jugador. Según la regla, la opción de que Terry Stotts pidiese un challenge nunca existió, ya que para ello la jugada ha tenido que ser previamente arbitrada y señalado algún tipo de infracción. Como los árbitros no pitaron nada no se pudo revisar. Y así los Jazz cortaron una racha de cinco derrotas seguidas y los Blazers no pudieron aprovechar el tropiezo de los Grzzlies en Filadelfia para acercarse un poco más a la octava posición del Oeste. Veremos si cuando acabe la liga regular no echan en falta esta victoria.