Dinwiddie, LeVert y Kurucs acaban con la mala racha de Brooklyn

Por fin se acabaron las derrotas en Brooklyn. El equipo estuva hundido y llevaba siete seguidas. En un escenario como este llegaban a Nueva York los Miami Heat, segundos del Este y un auténtico dolor de cabeza para cualquiera. Aunque después de perder ante los Nets su récord lejos de casa no es para tirar cohetes: 10-10. Los locales fueron mejores durante todo el encuentro y merecieron ganar, como reconoció el entrenador visitante, Eric Spoelstra: "Incluso cuando nos pusimos por delante ellos jugaban mejor, con más intensidad". Pero bien pudo pasar lo contrario.

Butler (33+9) anotó una canasta a falta de 5 minutos que ponía a los suyos 100-109. A partir de ahí, los Nets le hicieron un parcial de 17-4 que les llevó a ganar el encuentro. Dinwiddie con un triple y LeVert con dos iban a dar la vuelta al marcador a falta de 1:09. El primero de los dos jugadores iba a batir su récord de asistencias con 14 (además de meter 26 puntos). El segundo, que se había perdido 25 de los últimos 27 partidos, parece estar en plena forma. No para jugar los minutos normales que le corresponderían (24 hoy, 22 el martes) pero sí para rendir al máximo nivel en el tiempo que está en cancha. Esta noche acabó con 11 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias, amén de esos dos triples finales en plena remontada. 

Taurean Prince (17+4+4) iba a aumentar la ventaja a tres y después Duncan Robinson fallaría el triple para empatar a cinco segundos del final. Pero el otro gran protagonista fue Rodion Kurucs. El jugador que pasó sin pena ni gloria por el Barcelona y que la pasada campaña pareció por momentos uno de los robos del draft. El letón no había pasado de los 9 puntos en todo el año y esta vez le hizo 19 a los Heat. Para Kenny Atkinson, técnico de los Nets, esto puede suponer "un punto de inflexión" en la temporada de Kurucs, del que espera mucho más.