Ejercer de líder en el OAKA, ante un Panathinaikos rabioso y con ansia de desquite, es un desafío de altura. Pero el Madrid asumió el reto pese a las bajas y a un escenario inicial algo intimidante (incluyan ahí un arbitraje un pelín casero de partida, luego no). Y lo hizo de maravilla con un Tavares imperial: 14 puntos, 14 rebotes y 3 asistencias para 32 créditos de valoración, con los que iguala su mejor registro. Azote de Papagiannis, también de 2,20 metros, y de cualquiera que vistiera de verde.

Tapaba todos los agujeros que se abrían atrás y forzaba pérdidas a unos enemigos que escapaban despavoridos de sus largos brazos. Aunque para llegar a esa situación actuó con mucha movilidad y más inteligencia. Leía las ayudas y evitaba caer en las fintas. En ataque, aprovechaba las ventajas para colgarse del aro y añadía un carrusel de rebotes ofensivos (8) que era gasolina de alto octanaje para el motor blanco. Desde la cercanía de la zona y tras agarrar esos rechaces, buscó, encontró y asistió a sus compañeros para varios triples liberados. Randolph resultó uno de los beneficiados. Otra noche sobresaliente del americano, recién renovado hasta 2023: 5 de 11 de tres para 22 puntos. Tavares fue un surtidor de pases en un bloque que circuló de maravilla el balón hasta generar 24 asistencias.

Era el sexto partido europeo desde que Rick Pitino regresara al banquillo (balance de 3-3) y el PAO llegaba pidiendo revancha a viva voz. Venía de hincar la rodilla ante el Real en los últimos ocho enfrentamientos directos, pero no hubo redención y sí una nueva derrota, la novena seguida, que es como tropezar con la misma piedra de ida y de vuelta varias veces.

Laprovittola y un quinteto muy competente

El Madrid supo ajustarse y pelear de salida contra los elementos, incluidas dos faltas rápidas de Campazzo y un Fredette on fire que clavó tres triples de bienvenida. Y se amoldó con Laprovittola al mando (15 minutos en pista en la primera parte). El base argentino formó con Causeur, Rudy, Thompkins y Mickey un quinteto muy competente. Los cinco abrieron brecha (32-44, minuto 19) y permitieron un respiro vital para Campazzo, Randolph y Tavares, que resolvieron sin mediar rotaciones en la segunda parte (solo tres cambios y el último para que Garuba disputase 28 segundos). El Facu (8 asistencias) volvía a ganarle el pulso a Calathes digan lo que digan los números y Taylor y Causeur redondearon una gran labor para que Fredette mutara a tirador terrenal. La palabra trabajo bien subrayada, y debajo pueden leer los nombres de Rudy y Deck.

Es la undécima victoria seguida del Madrid en la Euroliga, que le mantiene en la cima igualado con el Efes pero por delante, a la espera de lo que haga el Barça este viernes frente al Olympiacos. Los de Laso no pierden desde que cayeran en Múnich el pasado 30 de octubre. Esta vez tejieron una red para dejar al máximo anotador de la competición (sí, el Panathinaikos) en solo 75 puntos, cuando hasta ahora promediaba 87,9. A una victoria de igualar la mejor marca con el actual formato de todos contra todos, las doce que encadenó el Fenerbahçe el curso pasado. El viernes 3 espera el Villeurbanne, aunque antes toca cerrar el año. Será el domingo en Liga y en el Palau. Clasicazo.