Los Heat salen mal parados ante la versión triplista de Harden

En días como este poco se puede hacer. Cuando a James Harden le sale el partido, sea en la faceta que sea, sólo te queda rezar. No sabemos si rezaron o no los Heat, pero en las alturas no les hicieron demasiado caso. Porque Harden, que llegaba al partido con un 33,8% de acierto desde el triple y algunas actuaciones sonrojantes vio esta vez el aro como una piscina. No metió todo (41,2%), pero ese ya es un porcentaje bastante bueno desde el perímetro. Y además es que metió algunos bastante difíciles. Sobre todo uno en el último cuarto, con el último intento de los Heat de remontada, desde la esquina y yéndose hacia la línea de fondo que fue bonito, complicado e importante a partes iguales.

Ahí estuvo una de las claves del partido. Otra fueron los puntos en transición, que durante gran parte del encuentro golpearon a los visitantes hasta dejarles medio KO. Westbrook se puso las botas ante una defensa que no corría para atrás todo lo que debía. 27+9+7 para el base en uno de esos días (pocos de momento) en los que lo que te imaginas que podría llegar a ser la pareja Westbrook-Harden en su mejor versión posible parece hacerse realidad. Entre los dos ya llevaban más de 40 puntos al descanso, cuando los Rockets habían conseguido una ventaja superior a 20 (66-42).

Los Heat, que no contaron con Jimmy Butler, no se rindieron. Mediado el último cuarto pisaron la frontera de los diez de desventaja, todo un triunfo para lo que había sido el partido. Espoleados por Tyler Herro (22+8) llegaron a creerse que podían hacerlo. Pero un tal Harden (34+6+5) no estaba de acuerdo. Además se le unió Danuel House Jr. (23+4) en uno de esos días en los que se parece mucho a un jugador clave para este equipo. Los Rockets toman aire después de tres derrotas consecutivas y finalizan un tramos muy duro de la temporada, en el que han jugado uno detrás de otro ocho partidos ante equipos con récord ganador. Y sólo han perdido esos tres.