En la NBA tener un proyecto de varios años que va mejorando paulatinamente y asentando las bases de un equipo hasta convertirlo en aspirante es algo que se intenta mucho y no siempre se consigue. En algunos de estos procesos, se ve como las franquicias van ganando solidez y consiguen llevarse encuentros que antes perdían inexplicablemtente y que saben gestionar mucho mejor ciertas situaciones que antes no conseguían sacar adelante.

Es lo que hemos visto hoy en Dallas. Los Blazers, un proyecto consolidado, están en una parte de su proyecto particular mucho más adelantada que los Mavericks, que todavía están empezando a carburar esa historia post Nowitzki que se encuentra dando sus primeros pasos, aparentemente esos sí, en la dirección correcta. Los pupilos de Terry Stotts, que no pudieron contar con un Pau Gasol que sigue recuperándose de su lesión en el pie izquierdo, supieron reaccionar a un primer cuarto espectacular de los locales (40-25) remontar hasta igualar el duelo y sentenciar en un final de infarto en el que tomaron las decisiones correctas en el momento oportuno. Lo que le falló a unos les dio la victoria a los otros. Algo normal en dos franquicias que se encuentran en lugares distintos pero que empezaron (unos hace más de un lustro y otros en estos momentos) de una manera muy parecida sus proyectos particulares.

El inicio de encuentro fue espectacular para los tejanos, que están viviendo un gran inicio de campaña a pesar de sufrir ante los Blazers su primera derrota. 40-25 en el primer periodo con una producción ofensiva extrema y un Doncic que está empezando a hacer de todo: anota, asiste, rebotea y roba balones en defensa. El ex del Madrid acabó con 29 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias (a una de sumar su segundo triple-doble consecutivo) aunque no estuvo fino en el lanzamiento. 8 de 22 en tiros de campo y, sobre todo, un 2 de 11 en triples que fue una losa de la que a buen seguro se acordó al final del choque. 

Los Mavericks mantuvieron la ventaja al descanso (71-59) pero la arenga de Stotts causó impacto al descanso. Los Blazers ajustaron, sobre todo en defensa, dejaron a sus rivales en 24 tantos en los dos últimos cuartos y se llevaron el partido. Ya habían conseguido empatar antes de los útimos 12 minutos (95-95) y tuvieron más acierto en un periodo lleno de desaciertos y en el que decidieron Lillar, McCollum y una última jugada de infarto: salto entre Hood y Porzingis en el centro de la pista con 120-119 para los Blazers. Balón para Bazemore y falta rápida de Dallas. El escolta anota uno de dos, Doncic se lleva el rebote, se la da a Tim Hardaway Jr. y este lanza un triple lejano que choca en el aro y confirma la victoria visitante.

El esloveno, cada vez más querido en Dallas, estuvo acompañado por Kristaps Porzingis, que finalizó con 39 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. La sintonía entre la pareja europea es cada vez mayor y juntos protagonizan una buena parte de las jugadas de un equipo en el que parecen estar demasiado solos; Maxi Kleber hizo 14 tantos y Seth Curry 12, una producción insuficiente para un equipo que parecía muy predecible al final del duelo, con todas las miradas puestas en sus dos estrellas. 

Por parte de los Blazers, de nuevo el peso ofensivo recayó en Lillard y McCollum. 28 puntos y 5 asistencias para el base y 35 increíbles puntos para su compañero, que no había destacado especialmente en los dos primeros partidos de campaña (12 y 19 puntos) pero que en este fue el héroe de los suyos. Rodney Hood (20+6) y Hassan Whiteside (6+14) también destacaron para los de Terry Stotts, que por contra se van de Dallas con Zach Collins lesionado tras una dislocación de hombro. El lunes le harán una resonancia que dará el diagnóstico definitivo, pero el jugador ya es baja en el siguiente partido de los de Oregón ante los Spurs. Por cierto, se ponen con de 2-1, mismo récord que los Mavericks.

¿Hasta dónde pueden llegar los de Doncic? Esa es la gran pregunta. Llevan tres buenos partidos y han caído ante su primer rival de entidad, pero lo han hecho en un final ajustado y con fases del encuentro en las que han mostrado muy buenas sensaciones. La pareja que forma el esloveno con Porzingis es espectacular y es la segunda vez en la historia de la franquicia que una pareja supera los 20 puntos en cada uno de los tres primeros encuentros de Liga (Mashburne y Jackson lo hicieron en la 94-95). Si los tejanos consiguen más participación de la intendencia pueden dar un susto y, por qué no, soñar con los playoffs. Aunque, evidentemente, aún es muy pronto para hablar de eso. Eso sí: 29+10+7+2 de promedio para Doncic en los tres primeros partidos. Ojo con eso.