Buddy Hield, a los Kings: "Que me ofrezcan 90 millones es un insulto"

Ningún equipo lleva más tiempo sin jugar los playoffs que Sacramento Kings, que no pisa las eliminatorias desde 2006. Después de ocho años de Rick Adelman en el banquillo con ocho visitas a las eliminatorias (y un anillo muy cerca en 2002, cuando cayeron ante los Lakers en una histórica final del Oeste), Luke Walton es el décimo entrenador en trece años que va a intentar devolver al equipo a la lucha por el título. La temporada pasada, los Kings estuvieron cerca con un baloncesto muy atractivo y el despegue de un interesante núcleo joven: De'Aaron Fox, Marvin Bagley, Buddy Hield, Bogdan Bogdanovic... Ahora quieren dar el paso definitivo en un Oeste todavía más fuerte. Y ya se han encontrado un obstáculo, uno que puede ser importante. Dicen los general manager que no hay nada peor que un jugador que comienza la temporada con la cabeza en otro sitio porque sabe que se va a ver obligado a cambiar de aires o porque quiere hacerlo. Y a eso se enfrentan los Kings con un Hield que es esencial en los planes del equipo.

Hield forma parte de la generación de 2016 (número 6 del draft), una que está dando problemas para las extensiones de sus contratos rookies. Ben Simmons y Jamal Murray han firmado máximos de cinco años y 170 millones, y parece claro que Pascal Siakam también lo hará. Pero, con la fecha tope fijada en las 18:00 (Costa Este) de este lunes, hay muchas dudas. Los Celtics no se ponen de acuerdo con Jaylen Brown, los Pacers podrían traspasar a Domantas Sabonis... y los Kings están metidos en un lío con Hield. El que no firme antes del lunes, será agente libre restringido el próximo verano. Ese parece el destino de Brandon Ingram, que acaba de aterrizar en los Pelicans... y veremos si de un Hield que amenaza con pedir el traspaso el mismo lunes en cuanto se cierre el plazo para negociar una extenión.

Hield puede firmar un máximo de cinco años y 170 millones en la figura del jugador designado, o uno de cuatro y algo más de 130. Lo Kings le ofrecen 90 millones por cuatro años y lo que se ha filtrado es que él busca al menos 110. En una intervención ante los medios en la que se mostró visiblemente emocionado, aseguró que se sentía "infravalorado" y poco respetado por su equipo: "La oferta que me han hecho me parece un insulto. Creo que merezco más dinero. Si te dicen que cuentan contigo, que eres alguien que va a ser importante, lo normal es que lo demuestren. Los hechos son más elocuentes que las palabras. No respeto a quien dice una cosa y hace la contraria. Me encanta jugar en los Kings, este es mi equipo. Es mi hogar. Quiero comprarme una casa aquí pero ahora mismo todo está en el aire porque no sé si se van a comprometer conmigo de verdad". Hield, además, se mostró pesimista sobre las opciones de que el problema se resuelva en plazos: "No sé si se podrá hacer algo. Pero si no se llega a ningún sitio, yo y me gente intentaremos ir a otro sitio. Vamos a ver si me quieren aquí. Adoro Sacramento, pero si no creen que formo parte del núcleo duro de este equipo... Entonces pediré ir a otra parte".

Luke Walton, cocinero antes que fraile, trata de salir del asunto con mano derecha: "Como parte del organigrama de entrenadores, no entro en los números. Eso es algo entre los directivos, los jugadores y sus agentes. Espero que se arregle y que el jugador pueda concentrarse en los partidos. Conozco esa sensación. La he vivido como jugador. Se analiza todo demasiado... Pero como entrenador intento quedarme con lo positivo, hablar con los jugadores y que sepan que son cosas que entiendo, por las que he pasado. Somo un grupo humano, ese factor es clave. Tenemos que apoyarnos unos a otros. También en lo que se refiere a la situación contractual de cada uno".

El posible error con Harrison Barnes

Hield quiere el contrato que cree que le corresponde por su rendimiento, y tiene más urgencia que otros novatos porque él cubrió los cuatro años de college en Oklahoma (2012-2016). El escolta, nacido en las Bahamas, tiene 26 años y cumple en diciembre 27. Ben Simmons y Jamal Murray, por ejemplo, han firmado sus extensiones con 23 y 22 años, respectivamente. Digamos que, en condiciones normales, tienen un gran contrato más que Hield por delante.

Pero es que además, deportivamente Hield deslumbró la pasada temporada, formando un backcourt tremendo con un De'Aaron Fox también en plena crecida tras un discreto año rookie. Con 20 puntos y 5 rebotes de promedio y un 42% en triples, Hield se convirtió en el primer jugador en la historia con más de 600 triples en sus primeras temporadas en la NBA. Con una tremenda progresión, además: 148, 176 y 278. En todo el curso pasado, solo metieron más triples que él Stephen Curry, James Harden y Paul George. Y solo Curry (43,7%), el mejor tirador de la historia, superó su porcentaje. Solo ellos dos han lanzado más de 600 en una temporada con un porcentaje de al menos un 42%. Letal en transición, sus triples llegando en carrera acompañan a la perfección a una turbina de percusión constante como Fox, y eso le convierte en clave para un equipo al que llegó en 2017, dentro de su año rookie, como parte del intercambio con los Pelicans por DeMarcus Cousins. Se trata, además de su talento, de un jugador muy fiable: solo se ha perdido dos partidos en las tres Regular Season que ha jugado. Lleva 244 de 246 partidos posibles, y disputó todos la temporada pasada.

Pero los Kings lo tienen difícil. Bogdan Bogdanovic también aprieta en las negociaciones de su nuevo contrato y el próximo verano optará a la extensión Fox, a priori el jugador franquicia. En parte por eso, y según información del periodista Shams Charania, en la franquicia californiana ya lamentan haberle dado muy rápido, en cuanto se abrió el mercado, un contrato de 88 millones por cuatro años a Harrison Barnes. El alero había rechazado una player option de más de 25 y se había convertido en agente libre. En esta pretemporada, y tras un gris Mundial con el Team USA, promedia 10 puntos y 2 rebotes con un 23% en triples. En 28 partidos desde que llegó a los Kings en el pasado mercado invernal sus medias fueron de 14,3 y 4,8 con un 40,8% en triples. Y los Kings, con él, firmaron un pobre 11-17 que les apartó definitivamente de unos playoffs a los que quieren volver ahora. Y para eso, desde luego, necesitan a un Buddy Hield a pleno rendimiento.