Sorpresa en la NBA: los Pacers negocian el traspaso de Sabonis
Sin acuerdo para la ampliación de contrato antes de la fecha límite del lunes, el hijo del mítico Arvydas Sabonis puede cambiar de aires por la vía rápida.
La información es de Sam Amick (The Athletic) y no es desde luego una gran noticia, al menos por tiempos, para los aficionados de Indiana Pacers, que estrenan la Regular Season 2019-20 el miércoles, contra los Pistons y en su Bankers Life Fieldhouse. El equipo de Nate McMillan tiene que llevar al zurrón todas las victorias que pueda hasta que regrese Victor Oladipo, su gran estrella (all star las dos últimas temporadas aunque no pudo jugar el partido en 2019), cuyo regreso no está próximo todavía tras la fea lesión en un cuádriceps que sufrió el pasado 23 de enero, cuando los Pacers eran una de las sensaciones de la liga y un aspirante cada vez con más galones en el Este. Sin él, el equipo tenía el vuelo muy corto y acabó cayendo por su propio peso (4-0) ante los Celtics en primera ronda de playoffs tras firmar una brillante y corajuda Regular Season: 48-34 pese a la ausencia durante casi tres meses de su jugador franquicia.
Según Sam Amick, Domantas Sabonis puede ser traspasado en las próximas 48 horas. Los Pacers ya negocian con varias franquicias y por ahora no hay acuerdo cercano porque el precio que exigen por el lituano es demasiado alto para lo que querrían dar, al menos por ahora, los pretendientes. El lunes a las 18:00 de la Costa Este se cierra el plazo para firmar las extensiones de los contratos rookies de los jugadores de primera ronda de 2016. Un asunto que está trayendo de cabeza a varios equipos. Reaccionaron sin dudar y rápido los Sixers con Ben Simmons y los Nuggets con Jamal Murray (máximos en ambos casos: 170 millones por cinco temporadas). En teoría eso es lo que se llevará Pascal Siakam de los Raptors, tal vez ahora o tal vez después de la temporada, porque quienes no acuerden su extensión serán en verano agentes libres restringidos y sus equipos podrán igualar cualquier oferta para retenerlos. Más dudas hay con Buddy Hield, que ha rechazado 90 millones por cuatro años de los Kings y se ha tomado esa propuesta como una ofensa, o con Jaylen Brown, que no quiere ni oir hablar del 80x4 que le han puesto los Celtics sobre la mesa. ¿Otro caso delicado? El de Domantas Sabonis.
El hijo del mítico Arvydas Sabonis, lituano nacido en Portland (cuando su padre jugaba en los Blazers) y criado en Málaga, tiene 23 años y lleva tres en la NBA tras ser número 11 del draft en 2016. Después de un curso con los Thunder, fue junto a Oladipo el precio pagado por los Thunder (pareció muy poco, luego ha resultado ser una buena operación para los de Indianápolis) por Paul George, que solo ha jugado dos temporadas en OKC antes de irse a los Clippers sin pasar de primera ronda de playoffs. En desarrollo constante, la pasada campaña Sabonis (un 2,08 sin la presencia física ni el talento histórico de su padre pero con fuerza y muy buenos fundamentos) promedió 14,1 puntos, 9,3 rebotes y 2,9 asistencias en menos de 25 minutos en pista. Sonó para el premio de Mejor Sexto Hombre y ha dado las suficientes zancadas para considerar que merece ya un gran contrato. Quiere, de entrada, algo que sea como mínimo igual que lo que firmó el pívot Myles Tuner (72 millones por 4 años, a 18 de media). Los Pacers están lejos de llegar a esa oferta y, con el deadline encima, negocian un posible traspaso.
Para McMillan perder ahora a Sabonis sería un problema. Tras la salida de Thaddeus Young y de Bojan Bogdanovic, el lituano tiene que dar el salto al rol de titular (solo lo fue 5 partidos la temporada pasada y solo lo ha sido 90 veces en 229 durante su carrera) y tiene que jugar al lado de Turner, aspirante a Mejor Defensor y un pívot en plena progresión que ya firmó, hace poco más de un año, su gran contrato. McMillan prefería no usar a ambos juntos, pero ahora no le va a quedar más remedio a pesar de que es una opción que cierra espacios en pista, provoca embudos en ataque y deja al equipo sin la aportación desde el banquillo de Sabonis, algo que ahora tendrá que poner Goga Bitadze, el georgiano que fue elegido con el número 18 del último draft y que ha jugado poco en pretemporada (problemas de visado, molestias en un tobillo...) pero tiene trazas de, tal vez, nueva sensación europea de la NBA: enorme talento ofensivo con buena mano exterior, perfil de interior de los que ahora mismo gustan en la liga. Sabonis es un jugador más clásico, con gusto por los movimientos al poste y que puede anotar por fuera pero que no está cómodo como cuatro abierto. Ni en los Thunder de Russell Westbrook ni desde luego la pasada temporada en los Pacers, como se vio en la serie de playoffs contra los Celtics. Sin embargo, cerca de la canasta es una máquina de anotar en altísima eficiencia. Y aunque no es un intimidador tiene mucha capacidad reboteadora y, sobre todo, sentido del juego e inteligencia como pasador, algo que McMillan usa muy bien para descongestionar el ataque cuando los rivales presionan a Oladipo.
Sabonis cobrará 3,5 millones esta temporada y ya ha dejado claro estos días que no quiere oír hablar de contratos ni cifras, y que pretende centrarse solo en lo deportivo. Pero lo tendrá más difícil ahora, con las negociaciones por él hechas públicas. Si alguien se hace con sus servicios, podría firmarle la ampliación hasta esa hora límite del lunes, evitando lo que podría ser una puja muy dura en el mercado de agentes libres del verano de 2020, donde va a haber muy poquita cosa para elegir. Otro factor a favor de Domantas y su deseo de firmar un gran contrato.
Para los Pacers la situación es compleja. Creen que Turner (también 23 años) tiene el techo más alto y no quieren poner a Sabonis por encima en la escala salarial. Pero es que además, y es importante en un mercado con dificultad para generar ingresos, este verano le han dado 85 millones por cuatro años a Malcolm Brogdon para sacarlo de los Bucks y 31,5 por tres a Jeremy Lamb para aportar parte de los puntos que se han ido con Bogdanovic. Así que inician curso con cinco jugadores por encima de 10 millones de salario: Oladipo (21), Brogdon (20), Tuner (18), TJ Warren (10,8) y Lamb (10,5). Además, en los despachos miran (es algo a lo que habrá que acostumbrarse) a la crisis china, que algunos expertos en finanzas NBA ya han deducido que puede provocar una rebaja de entre el 10 y el 15% para la temporada 2020-21... y tal vez más a partir de ahí. Así que la situación no es fácil y McMillan puede quedarse sin una pieza muy importante antes siquiera de saber si es capaz de hacer que la pareja Sabonis-Turner funcione en su quinteto inicial. El límite para saberlo es el lunes.