El Obradoiro, "el club de lo bueno por conocer"

El Monbus Obradoiro, el Club de Amigos del Baloncesto, vive su noveno curso seguido en la Liga Endesa, a la que regresó en 2009 por sentencia del Tribunal Supremo después de tres lustros de batalla judicial. Bajó en 2010 y ascendió en 2011, ya con Moncho Fernández en el banquillo del Obra. El santiagués afronta ahora la décima campaña como entrenador, una más que Pablo Laso en el Real Madrid. Una estabilidad sin parangón en el resto de clubes.

El Obradoiro lleva nueve años seguidos en la ACB, siempre con uno de los tres presupuestos más bajos de la competición y en la única ciudad de la Liga junto con Manresa que no llega a los 100.000 habitantes. Raúl López es el presidente y José Luis ­Mateo (Madrid, 1975), su director general desde 2012 tras pasar por Alicante, Sevilla y Granada. Pieza clave en la política de fichajes: Mejri, Muscala, Pustovyi, Hummel, Kleber, Caloiaro, Waczynski, Bendzius, Matt Thomas, Brodziansky, Fletcher Magee... Jugadores que han dado títulos al Obra, así simbolizan en el club cada permanencia. Y también una clasificación para un ­playoff y una Copa.

Mateo nos explica qué hace distinto al club gallego: "Competimos en la segunda mejor liga nacional del mundo y si tenemos el presupuesto 17 o 18 y no hacemos las cosas diferentes, vamos a quedar en el puesto 17 o 18. Así que asumimos riesgos. Se suele decir que 'más vale lo malo conocido...', aunque a veces preferimos 'lo bueno por conocer'. Y tenemos paciencia. La hubo cuando Pustovyi, un pívot muy importante (y ahora en el Barça), no daba pie con bola en sus inicios. La directiva, los técnicos e incluso la afición vamos en la misma línea".

Quizá por ahí se explique la continuidad de Moncho Fernández: "Sí, pero no nos engañemos, los resultados son obligatorios en el deporte profesional. Sin ellos no hablaríamos de la trayectoria ni de Laso ni de Moncho. Y luego, sí, es muy importante que el técnico ayude a construir el proyecto".

En esa asunción del riesgo está incorporar jugadores no contrastados, universitarios o de ligas menores como la belga, de donde llegó el ahora madridista Mejri (baja hoy por un esguince). "Si queremos ­acceder a determinado talento, hay que renunciar a aspectos que lo encarecen. En la captación hay mucho visionado de vídeos y se involucra al cuerpo técnico. El seguimiento es de años y nos interesa conocer la personalidad del jugador para que encaje bien. Eso se consigue viajando bastante y con contactos. Hay dos factores principales al fichar, el económico y la competición europea en la que participes. Así que debemos jugar otras cartas. Y una de ellas es nuestra trayectoria, los jugadores que han dado el salto a la NBA y nos recomiendan: 'Ve al Obradoiro', responden cuando les preguntan. Seguimos en contacto con gente como Muscala, Kleber, Mejri... Y somos un club serio, que paga, y eso se sabe. No renunciamos a ningún perfil, pero sí solemos ir a por bases que hagan jugar, buenos tiradores y pívots de más de 2,10 con potencial y ganas de desarrollarse, como lo fue Mejri".

El Obradoiro llegó para quedarse y ya es una referencia en Galicia: el 45% de sus aficionados vienen de fuera de Santiago. Otra manera de hacerse grande.

De rosa en el día mundial contra el cáncer de mama

El Madrid llega líder invicto de la ACB, pero viene de caer en Kaunas en la Euroliga. Garuba y Nakic han viajado. Para incluirles en la convocatoria Laso tendría que descartar a alguien. El Obradoiro vestirá de rosa con motivo del día mundial contra el cáncer de mama.