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Recesión española en la NBA 2019-20: solo seis jugadores

Ricky inicia capítulo en Phoenix, Pau Gasol jugará en los Blazers a los que llegó Fernando Martín y Marc e Ibaka siguen en Toronto Raptors.

Recesión española en la NBA 2019-20: solo seis jugadores

En el verano de 2016, los hermanos Hernangómez y Álex Abrines, la siguiente generación de talento, decidieron dar el salto a la NBA. Juancho acababa de ser drafteado por los Nuggets (número 15), Willy había sido seleccionado y traspasado a los Knicks un año antes (número 35) y los Thunder tenían los derechos de Abrines desde 2013 (número 32). Además, Sergio Rodríguez, con 30 años, decidió firmar con Philadelphia 76ers para intentar quitarse el mal sabor de boca que le dejó su inestable primer paso por la liga (Blazers, Kings y Knicks entre 2006 y 2009). En Estados Unidos ya estaban los dos hermanos Gasol, Ricky Rubio, José Manuel Calderón, Niko Mirotic y Serge Ibaka. Así que la temporada 2016-17 comenzó con un récord que habría hecho frotarse los ojos a muchos aficionados un buen puñado de años antes: diez jugadores españoles en la NBA.

Esta primavera se batió otro récord: siete españoles en los playoffs. Marc Gasol y Serge Ibaka fueron campeones tras derrotar en la final del Este (antes de destronar a los Warriors) a los Bucks de Niko Mirotic y Pau Gasol (que estaba lesionado). Además, Ricky Rubio cayó en primera ronda en sus últimos partidos con la camiseta de Utah Jazz, José Calderón jugó diez minutos en tres de los cuatro partidos del 4-0 que se llevaron sus Pistons ante los Bucks y Juancho Hernangómez vivió con un pie fuera de la rotación un recorrido tremendo de los Nuggets, que perdieron en su pista un séptimo partido de segunda ronda que les hubiera conducido a su primera final del Oeste desde 2009: jugó 15 minutos en 5 de los 14 partidos que disputó el e quipo de las Rocosas (4-3 a los Spurs, 3-4 ante los Blazers).

Esa marca, que podría llegado a ocho de no mediar la abrupta salida de Álex Abrines de los Thunder en febrero, tapó lo que ha sido una obvia recesión del baloncesto español en la NBA. Esta nueva temporada 2019-20 arrancará con la representación reducida a seis: Pau Gasol, Marc Gasol, Ricky Rubio, Serge Ibaka, Juancho Hernangómez, Willy Hernangómez. Por su parte, José Manuel Calderón espera la oportunidad de firmar un nuevo contrato después de catorce años en EE UU. Su intención siempre ha sido seguir allí o retirarse si no aparece ninguna oferta interesante. El extremeño no se ha planteado el regreso al baloncesto europeo. De la parrilla de salida de hace un año se ha caído él, que iniciaba su segunda etapa en los Pistons, pero también dos jugadores que por edad no deberían haberlo hecho. Y dos que van a jugar en el Barcelona: Álex Abrines regresó a España por problemas personales con 26 años y Niko Mirotic decidió por criterios básicamente familiares poner fin a un lustro en la NBA. Tiene todavía 28 años y tenía una oferta muy jugosa de Utah Jazz. La franquicia del estado mormón le ofrecía unos 15 millones de dólares de media por temporada durante tres años. Acababa de jugar más de 21 minutos por noche, titular en ocho partidos, en el recorrido por los playoffs de los Bucks, que se quedaron muy cerca (2-4) de derrotar a los Raptors y jugar las Finales.

El draft tampoco ha ayudado a regenerar la representación española. El último jugador seleccionado fue Juancho Hernangómez, número 15 en 2016. En los cinco años anteriores fueron elegidos tres jugadores, y solo uno (su hermano Willy: número 35 en 2015) sigue también en la NBA. Ya no está Abrines (número 32 en 2013) y no llegó a plantearse el salto Dani Díez (54 en 2015). Antes, Mirotic (23 en 2011) es un islote que une ese presente menos opíparo con unos años de excelente cosecha, la de la generación de jugadores que siguió a los júniors de oro. Entre 2006 (cuando España fue campeona del mundo) y 2009 fueron elegidos Sergio Rodríguez, Marc Gasol, Rudy Fernández, Serge Ibaka, Ricky Rubio, Víctor Claver y Sergio Llull. De ellos, Ricky es ya un experimentado base titular, Ibaka y Marc han sido campeones (y con mucho peso específivo) con los Raptors y Rudy, Sergio y Claver están de vuelta en Europa. Llull, tentado muy seriamente con los Rockets, nunca se ha ido del Real Madrid.

Pau Gasol tiene 39 años y Marc, 34. Los dos, all star y campeones, grandes bastiones del balocesto español en la NBA van consumiendo sus carreras sin que se aviste un relevo generacional muy claro. Así llegan a la nueva temporada 2019-20 los seis jugadores españoles que continúan en la mejor liga de baloncesto del mundo:

PAU GASOL (39 años, Portland Trail Blazers)

Un jugador de leyenda que afronta su decimonovena temporada en la NBA más de 17 años después de proclamarse Rookie del Año en 2002. Todavía all star en 2016, el pívot da sus últimos coletazos y ha firmado por una temporada con Portland Trail Blazers, un equipo que ya quiso hacerse con él en 2016, cuando firmó con los Spurs. Cobrabá 1,4 millones que mandarán el total de su carrera NBA a, si se miden solo contratos con franquicia, más de 220 millones de dólares. Ha jugado antes en Grizzlies, Lakers, Bulls, Spurs y Bucks, así que el equipo de Oregón será el sexto para él y el cuarto en un lustro después de trece años repartidos entre su explosión en Memphis y sus años de gloria en Los Ángeles.

La pasada temporada, las lesiones no dieron tregua a un Pau que acabó en los Bucks como refuerzo de experiencia y fondo de armario en el mejor equipo de la Regular Season. Sin embargo, solo pudo jugar tres partidos con el equipo de Wisconsin, y ninguno en los playoffs, por la misma lesión en un pie que le ha dejado fuera del Mundial de China. Antes había tenido problemas en el mismo pie en su último tramo con los Spurs. En total, jugó 30 partidos, solo seis como titular y con unas medias de 3,9 puntos, 4,6 rebotes, 1,7 asistencias y 0,5 tapones. Ahora llega a los Blazers como pívot suplente del también recién llegado Whiteside, para ayudar al crecimiento de Zach Collins y echar un cable mientras se recupera de su grave lesión el bosnio Jusuf Nurkic. Aportará lo que pueda, en pista y en el vestuario, en un equipo que debería volver a los playoffs y mantenerse como competitivo y firme en el Oeste de la mano de su tremendo backcourt: Damian Lillard y CJ McCollum. Y jugará, un guiño al destino, en la franquicia por la que pasó el único español que le precedió en la NBA, Fernando Martín (1986-87). Y en la que han jugado también Sergio Rodríguez, Víctor Claver y Rudy Fernández.

MARC GASOL (34 años, Toronto Raptors)

Después de más de una década en los Grizzlies, y con la conexión que ya tenía con Tennessee desde que acompañó a su hermano Pau cuando este saltó a la NBA (jugó en el instituto allí), Marc Gasol no quería salir de la franquicia. A pesar de que los años del grit and grind, una era dorada para un equipo menor (siete billetes seguidos a playoffs, una final del Oeste disputada) quedaban cada vez más atrás. Y contando con que los Grizzlies tenían cada vez más digerida la idea de que no quedaba más remedio que traspasar a sus los dos jugadores más importantes de su historia: Mike Conley, que acabó este verano en los Jazz, y Marc, que después de estar a punto de recalar en los Hornets tuvo la suerte de ser enviado finalmente a Toronto Raptors. Fue el 7 de febrero, un día agridulce para Marc. Salía de un equipo que era parte de su vida y de una ciudad, Memphis, donde su familia había hecho hogar. Pero llegaba a unos Raptors que toquiteaban su roster en busca de la fórmula mágica. La encontraron: ahora son el campeón en funciones de la NBA y Marc se unió a su hermano (tiene dos) y su compañero de equipo Serge Ibaka como españoles con anillos de campeón. Un sueño hecho realidad.

Marc fue vital en semifinales del Este, donde peleó hasta el agotamiento con Joel Embiid en un duelo colosal en las zonas. Después ayudó a frenar a Antetokounmpo en la final del Este y aportó en la serie ante unos Warriors plagados de bajas. Acabó los playoffs en 9,4 puntos, 6,4 rebotes, 3 asistencias y una lección magistral en esos intangibles en los que es (defensa, pase, lectura de juego...) uno de los mejores pívots de los últimos años. Después (y antes de ser campeón del mundo), se enfrentó a un verano con una difícil decisión que tomar, o convertirse en agente libre y firmar por un total más grandes repartido en más años o acogerse a su cláusula unilateral para seguir en Toronto un año más a cambio de 25,6 millones de dólares y convertirse en agente libre sin restricciones el próximo verano. Y todo sin saber qué iba a hacer Kawhi Leonard, de cuya continuidad dependía que los Raptors tuvieran toda el equipamiento para defender su título o quedarán muy tocados en lo deportivo. Finalmente, Marc eligió seguir en Canadá... pero Kawhi se fue a Los Angeles Clippers. Así que ganará mucho dinero y seguirá en una franquicia de excelente funcionamiento pero lo tendrá difícil para soñar con otro anillo. Sus Raptors, eso sí, deberían seguir siendo equipo de playoffs en el Este y Marc, que entonces tendrá 35 años, un jugador con un buen mercado el próximo verano.

SERGE IBAKA (30 años, Toronto Raptors)

Ibaka, no siempre regular en su producción, acabó siendo muy importante para los Raptors campeones. El español de origen congoleño jugó a su mejor nivel en Toronto, donde llegó en febrero de 2017 rebotado de Orlando Magic, y tuvo minutos trascendentales en las segundas Finales de su carrera. Las primeras las perdió en 2012 (con 22 años) en aquel equipo de los Thunder que pudo ser una dinastía de leyenda... pero no lo fue: Kevin Durant, Russell Westbrook, James Harden...

Ibaka promedió en playoffs 9,4 puntos y 6 rebotes por partido, y aprendió con Nick Nurse, campeón en su primer año como head coach, a repartir responsabilidades y roles en la rotación. Relevo de Marc y a su lado en pista solo en tramos muy concretos de partidos ante rivales muy determinados, brilló como pívot pequeño y de trabajo sucio en un equipo liderado por Kawhi Leonard y Kyle Lowry y propulsado por el ascendente Pascal Siakam. Si sigue así, encontrará sin duda acomodo cuando sea agente libre este verano. En la nueva temporada cerrará con 23,2 millones el contrato de tres años y 65 que firmó en el verano de 2017, meses después de llegar a Canadá. Ya no es la estrella en ciernes que un día pareció que podía ser, pero Ibaka demostró que puede ser un jugador de rotación útil en un equipo campeón.

RICKY RUBIO (28 años, Phoenix Suns)

Los Jazz se hicieron con Mike Conley, un equipo en busca de un salto de calidad para ser más que un gran bloque de temporada regular, y dejaron en la práctica sin sitio a un Ricky Rubio que acabó contrato después de años en Salt Lake City y pareció destinado a acabar en Indiana Pacers, un equipo de la zona noble del Este. Sin embargo, el 8 de julio firmó con Phoenix Suns y seguirá en el Oeste. Su nuevo contrato es muy jugoso: tres temporadas, 51 millones de dólares. Y en Arizona (donde llega como campeón y MVP del pasado Mundial) podrá ejercer de veterano estabilizador y de asitente para una pareja joven brillante: Devin Booker no tendrá que tener tanto el balón y podrá concentrarse en anotar, su gran virtud, y DeAndre Ayton (número 1 del draft de 2018, el de Luka Doncic), se aprovechará de la buena lectura del pick and roll que hace el español, cuyos números de asistencias volverá a subir: en los Jazz promedió 5,7 por las 8,5 de sus seis años en Minnesota.

Eso sí, es obvio también que Ricky no jugará salvo milagro los playoffs y deja un equipo de aspiraciones serias para unirse a un bloque en construcción y que intenta sacar a los Suns de lo que ha sido una situación catastrófica en los últimos años. Otro paso en una carrera que puede no haber sido tanto como anunciaba cuando fue elegido como número 5 del draft en 2009, una joya precoz del baloncesto europeo, pero que sí está resultado intachable: ocho años ya en la NBA, 477 de sus 498 partidos como titular y unos promedios de 11,1 puntos y 7,7 asistencias. Ahora inicia capítulo nuevo (cobrará 16,2 millones esta temporada), el tercero en la NBA.

JUANCHO HERNANGÓMEZ (24 años, Denver Nuggets)

Después de tres años en los Nuggets, Juancho Hernangómez sigue buscando su espacio en la NBA, si bien ha dado señales de que ese lugar existe y de que puede aferrarse a él cuando se le da la oportunidad. Al final de la presente temporada (cobra 3,3 millones de dólares) será agente libre restringido, y habrá que ver qué deciden hacer los Nuggets, uno de los mejores equipos de la NBA y con una rotación muy larga en las alas, donde además llega un jugador que puede ser importante, Jerami Grant, y avista su debut Michael Porter, número 14 del draft de 2018 y un jugador que apuntaba a número 1 hasta que se multiplicaron unos problemas en la espalda que todavía no le han dejado debutar en partido oficial en la NBA. Sí lo ha hecho, y con buenas sensaciones, en esta pretemporada.

La temporada pasada fue la mejor por minutos y números para él: 70 partidos, 19,4 minutos, 5,8 puntos y 3,8 rebotes de media. En playoffs apenas jugó 15 minutos en 5 de los 14 partidos que jugaron los Nuggets, ya descabalgado de una rotación en la que empezó siendo importante: 25 partidos como titular de emergencia, en los que cumplió bien, en un equipo que sufrió una plaga bíblica de bajas en la primera mitad de la temporada. Ahí se mostró como un jugador intenso, flexible en defensa y participativo en ataque. Y acaparó highlights con un tapón ganador ante los mismísimos Warriors. Ese es el camino a seguir, aunque está por ver cómo va a gestionar sus minutos Michael Malone, que maneja una de las rotaciones más largas de toda la NBA.

WILLY HERNANGÓMEZ (25 años, Charlotte Hornets)

Año crucial para Willy, que cobrará 1,6 millones de dólares en los Hornets y será agente libre el próximo verano. Entre estos meses de juego y ese mercado se resolverá su futuro NBA, un asunto en cuestión después de tres temporadas entre los Knicks y los Hornets donde la primera, en la que jugó el Rising Stars Challenge del All Star, sigue siendo la mejor en términos estadísticos. Por ahora y en total, 14 minutos de media en estas tres temporadas de aprendizaje: 7 puntos y 5,6 rebotes por noche, con potencial ofensivo pero cuestionado siempre por sus lagunas (concentración, dureza, motor físico...) en defensa.

En febrero de 2018 fue enviado de Nueva York a Charlotte, y tampoco en Carolina ha aclarado su rol, ni con el veterano Steve Clifford ni con el joven James Borrego en el banquillo. La temporada pasada la acabó con minutos y protagonismo, y ahora los Hornets serán seguramente un equipo sin aspiraciones tras la salida de Kemba Walker. Eso dará espacio a un movimiento joven que le puede dar la oportunidad de la que sacar tajada. Eso le daría tal vez el hueco en la rotación de Bismack Biyombo, que en principio será primer relevo del pívot titular, Cody Zeller. Las temporadas son largas, las dinámicas y objetivos de los equipos cambian mucho y Willy tendrá, en algún momento, la ocasión que necesita en último año de contrato.