MAVERICKS 111-BUCKS 118

Un gran Doncic (27) no puede con un Antetokounmpo imparable

Exhibición del griego (34+11 en 23 minutos) y excelente Doncic, al que apenas acompañó un Porzingis muy gris en su debut en Dallas.

RONALD MARTINEZAFP

Si alguien quería comprobar a qué se refería Giannis Antetokounmpo con eso de que se sentía "prisionero" en el baloncesto FIBA durante el Mundial, pudo hacerlo de primera mano en Dallas, donde el actual MVP (y un chasco con Grecia este pasado verano) amargó (111-118) el estreno en casa de los Mavericks 2018-19. Es decir, los primeros sin Dirk Nowtizki desde 1998 y los primeros con Luka Doncic y Kristaps Porzingis como pareja de estrellas. Giannis solo jugó 23 minutos y en ese tiempo arrasó literalmente a los Mavs: 34 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y un 13/20 en tiros con un 3/4 en triples que apunta a la que sería la revolución definitiva de un jugador sideral: si alguna vez empieza a ser como mínimo fiable desde la línea de tres, será definitivamente imparable.

A lomos de Giannis, los Bucks mandaron siempre, se escaparon en el tercer cuarto (82-99) y aguantaron en los minutos finales, ya sin él. El quinteto inicial (que no tendrá al lesionado Bledsoe durante alguna semanas) estuvo flojo, con un 2/12 en triples de los cuatro que no eran Antetokounmpo y un 1/6 de otros dos que tampoco brillaron precisamente en el Mundial, Brook Lopez y Khris Middleton. Sin embargo, los Bucks lucieron una profundidad de banquillo que desde luego no tienen los Mavericks. Un clásico como Ilyasova (18 puntos, 5 triples) estuvo bien acompañado por dos que pueden dar un buen empujón a la rotación del equipo de Budenholzer: Donte DiVincenzo (14 puntos en 21 minutos), número 17 del draft de 2018 al que una lesión en un pie estropeó la temporada rookie, y Dragan Bender, el número 4 en 2016 y una decepción mayúscula en los Suns que trata ahora de ganarse un sitio en la NBA que parecía casi perdido con solo 21 años. El croata anotó 17 puntos en 19 minutos y enseñó una lectura de juego y una capacidad de pase que hacen que, como mínimo y en lo que está siendo una prometedora pretemporada (13,3 puntos de media), se pueda pensar que hay una segunda oportunidad para él.

Los Bucks están 3-0 y los Mavericks, 0-3. Es pretemporada y desde luego no importa. Pero en Dallas fue un pequeño jarro de agua fría el primer partido como local de Porzingis, que tras un buen estreno ante los Pistons (18 puntos en 19 minutos) se quedó en 11 puntos en 24, con un 2/9 en triples (4/16 en dos partidos) y 5 rebotes en una actuación gris, en la que falló tiros totalmente liberados, no anotó su segunda canasta en juego hasta el tercer cuarto y apenas tuvo algo de incidencia cuando tuvo enfrente a la segunda unidad rival. El resto, muy poco para un jugador con, obviamente, mucho óxido que sacudirse.

Mejor estuvo, mucho mejor, Luka Doncic: 23 minutos, 27 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias, 4 pérdidas, 6/13 en tiros, 5/8 en triples y 10/11 en tiros libres. Muy eficiente en el catch and shoot, uno de sus grandes campos de mejora tras su estelar curso rookie, el esloveno sostuvo (con un tramo de 11 puntos seguidos) junto a Boban Marjanovic (16+8) a los Mavs en el partido en un primer tiempo del que salieron vivos (55-61) a pesar de 27 puntos de un Antetokounmpo jugando a placer al mando de unos Bucks muy superiores. En los de Carlisle, que están sin Dwight Powell por una lesión muscular (el teórico pívot titular), gustaron Justin Jackson (que quiere ganarse un puesto en el quinteto) y, como siempre que está en pista, Jalen Brunson. El número 33 del draft de 2018 jugó un brillante primer año en la NBA y va camino de demostrar en este segundo que no fue casualidad. Esta vez anotó 12 puntos y repartió 4 asistencias en 12 minutos mucho más positivos que los 19 de Delon Wright, el guard fichado en la agencia libre al que le está costando encajar en su nuevo equipo (2/9 en tiros en tres partidos, 0 puntos ante los Bucks).

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