España, EE UU... Lo mejor y lo peor del Mundial de China 2019
España se corona, Scola se reivindica, Estados Unidos fracasa, la Serbia de Djordjevic se estrella... las dos caras del Mundial de China 2019.
El Mundial de China ha llegado a su fin. España se ha coronado en Pekín 13 años después y vuelve a ser campeona del mundo. La final ante Argentina ha dado el oro a la Selección, que ha jugado un torneo para el recuerdo y un partido en semifinales ante Australia que ya es parte de la historia del baloncesto.
No todo han sido buenas noticias en el campeonato. El oro de España, que no llegaba como favorita, ha dejado un reguero de víctimas. También por parte de la albiceleste, sorprendente finalista. Quitando a Francia (bronce), cualquiera de los cuatro primeros (el otro ha sido Australia) del Mundial ha llegado más lejos de lo que se esperaba en un inicio y esto ha provocado que las derrotas de las selecciones que teóricamente iban a luchar por las medallas hayan sido muy sonadas.
En particular Estados Unidos, que venía de estar imbatida desde 2006, cuando perdió en semifinales ante Grecia. Ya cayeron en las Ventanas, pero sin jugadores de la NBA. Desde entonces, derrota contra Australia en un amistoso y luego ante Francia en los cuartos de final del Mundial, lo que certificó que la plantilla norteamericana, aquejada por las bajas, era más vulnerable que nunca. Tampoco pudieron contra Serbia y se tuvieron que conformar con el séptimo puesto tras vencer a Polonia. Un resultado que sabe a poco y que hará replantearse las cosas al combinado estadounidense de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. Tendrán que volver las estrellas. No queda otra.
Serbia y EE UU no son las únicas decepciones del Mundial. Antetokounmpo ha tenido un inesperado protagonismo negativo en la cita, siendo incapaz de clasificar a Grecia para cuartos. Lo mismo pasó con Alemania y Canadá, que se quedaron en la primera fase. Y China, que como anfitriona y con el grupo más fácil no fue capaz de lograr el pase.
Francia y Australia se quedaría en terreno de nadie. Los europeos llegaban con una plantilla poderosa, pero sin Heurtel, lesionado a última hora. Se convertían en una de las sensaciones del torneo al imponerse a Estados Unidos en cuartos con un Gobert magistral (21+16). Sin embargo, una vez pasaron a semifinales, eran el combinado a priori más poderoso y se tuvieron que conformar con el bronce: no encontraron respuestas ante Argentina. Australia representa una cara distinta; otra vez a las puertas tras un torneo meritorio en el que perdieron unas semifinales antológicas de dos prórrogas ante España. Tampoco pudieron ganar el bronce ante los franceses después de imponerse a ellos en la fase de grupos. No se les puede reprochar nada. Mucho esfuerzo para poco beneficio. Mucho trabajo para poca recompensa. Pocos tiros libres ha fallado Patty Mills en su carrera, pero habrá uno del que le va a costar olvidarse, no cabe duda...
España lidera lo mejor del Mundial
La Selección ha sido, de lejos, lo mejor del torneo. Llegaba con las bajas de Pau, el Chacho y sin ninguno de los dos nacionalizados (Ibaka y Mirotic). No se contaba con ellos. Sufrieron con Italia para lograr la clasificación. Pero contra Serbia, todo cambió. La victoria dio alas a la Selección, que se impuso a Polonia en cuartos sin mucho brillo, a Australia en semifinales en un partido histórico y a Argentina en la final.
El campeonato tiene nombres propios: ha coronado a Scariolo, el hacedor. El italiano sigue liderando incansablemente al combinado nacional y llega a Tokio con su mayor éxito en el bolsillo y tras una temporada en la que ha ganado también el anillo. Igual que Marc, que está temporada ha escapado definitivamente de la sombra de su hermano viviendo el mejor curso de su carrera. Pero sobre todo, el oro ha sido la redención de Ricky, MVP del torneo y líder absoluto en la pista. El base se ha desquitado tras ser traspasado a los Suns (abandona Utah) y se ha reafirmado como el jugador que siempre ha querido ser.
No ha sido lo único positivo del campeonato. Argentina también ha sorprendido colándose en la final. el nivel de juego mostrado ante Serbia y Francia ha sido monumental, y Luis Scola, el último reducto de una generación dorada, fue el alma de la albiceleste. Maniatado por España, destacó en el resto del torneo, firmó un 28+13 en semifinales y demostró que le cuerda rueda para rato.
Polonia o la República Checa son otras de las alegrías del torneo. También Campazzo, que ha rendido a un gran nivel en el Mundial y su compañero Deck, que ha pasado de tener un papel residual en el Madrid a ser la referencia ofensiva de su equipo. Víctor Claver o Sergio Llull salen reforzados del torneo, y Rudy levanta su primer trofeo como capitán y junto a Marc cierra el círculo empezado en Japón 2006.
El Mundial ha finalizado, pero permanecerá en la retina de los aficionados, sobre todo en la de los españoles. La cita ha sido una de las mayores sorpresas en torneos internacionales de los últimos años y una magnífica previa que hará a muchas selecciones reorganizarse de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio, la próxima parada.