El 'sí' de LeBron y Davis a Howard: así se ganó el puesto
Según ha revelado Shams Charania, la actitud del pívot convenció a LeBron y a Davis para dar su aprobación al fichaje; el papel de Kidd, clave.
El fichaje de Dwight Howard por los Lakers ha sido el último gran movimiento de la agencia libre. Si bien es cierto que hace unos años la llegada del pívot a la franquicia de púrpura y oro causó un auténtico terremoto, hoy en día su llegada no supone lo mismo. En los últimos años, el que fuera el hombre más dominante de la Liga ha perdido su estrella, y su retorno al equipo de Hollywood de rebote y tras la lesión de Cousins se ve con cierta cautela.
No es para menos. Su primera etapa con los angelinos estuvo marcada por los altercados con Kobe Bryant, sus choques con Mike D'Antoni y el alejamiento del aro de Pau Gasol, que vio como su compañero de por aquel entonces ocupaba en la zona un papel mucho mayor que él. Además, el jugador firmó con los Rockets tras tan solo una temporada en la histórica franquicia, saliendo por la puerta de atrás y sin dejar grandes recuerdos entre los aficionados angelinos.
Parece que las cosas han cambiado en los últimos tiempos. Howard, siempre dueño de un carácter ligeramente infantil y sin tener la ética de trabajo necesaria en un equipo campeón, ha dejado atrás, al menos aparentemente, el ego que le caracterizaba. Eso decía hace unos meses, y parece haberlo demostrado en los entrenamientos con los que se ha ganado un puesto en los Lakers.
Así lo ha revelado Shams Charania. El periodista ha dicho que cuando Cousins se lesionó, Howard y su agente Charles Briscoe, intentaron contactar rápidamente con alguien de confianza de dentro de la franquicia. Después de que los Lakers recibieran el permiso por parte de los Grizzlies para contactar con su jugador, hablaron con Rob Pelinka, General Manager del equipo. Tras esto, encontraron a su persona de confianza en Jason Kidd, una figura clave en la operación.
El ex jugador y hoy asistente de los Lakers tiene una estrecha relación con el pívot desde que ambos compartieran equipo en la selección de Estados Unidos que se hizo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Según Charania, ambos hombres se reunieron para recordar su época de jugadores en una charla en la que Howard trasladó a su antiguo compañero lo mismo que ha venido diciendo en los últimos meses: que ha aprendido de las últimas temporadas y ha comprendido que es uno más dentro de la Liga. Que debe centrarse en la defensa y jugar cuando se le pida.
El center también se mostró dispuesto a apoyar a Davis y LeBron en lo que fuera necesario para la consecución del campeonato. Todo esto convenció a Kidd, que programó junto al resto del cuerpo técnico de los Lakers el entrenamiento de Howard para el jueves (en la misma semana en la que verían al resto de agentes libres). Sin embargo, el pívot apareció el miércoles por la tarde en las instalaciones del equipo, algo que sorprendió positivamente a los funcionarios de la franquicia, con los que el ex de los Magic charló amigablemente.
La reunión con los jugadores
El jueves por la mañana, en el entrenamiento programado, se observo a Howard en una gran forma, y algunas fuentes de los Lakers lo definieron como "increíble". Davis, Rondo o McGee fueron algunos de los miembros de la plantilla que se acercaron a verle entrenar cuando se corrió la voz. Luego, Dwight habló con todos los jugadores en una reunión que, según Charania, fue convincente y emotiva.
El pívot confesó que había tocado fondo durante la pasada campaña y reveló que no era el tipo de jugador que tenía que pasar por tres equipos en tres años. Reveló que estaba intentando encontrar una nueva mentalidad en su vida, reconociendo que no se había tomado el juego lo suficientemente en serio.
En la reunión se ganó a los jugadores, incluido LeBron. También a Davis, que quiere jugar al lado de un '5' puro. Howard se mostró dispuesto a jugar lo que le pidieran, y es consciente de que tendrá que pelear contra McGee por el puesto de pívot titular.
Según Charania, los Lakers afirmaron que en las sesiones de entrenamiento, la antigua estrella no parecía un jugador apunto de disputar su decimosexta temporada en la Liga, sino alguien que está buscando un equipo previo al draft. Esa actitud impresionó a la franquicia, que dejó dos frases que el periodista de The Athletic resaltó por encima del resto.
"Howard ha llegado a la conclusión de que esta es la mejor oportunidad para ganar un título".
"Dwight está listo. No puede esperar".
El pívot ha logrado su objetivo y vuelve a Los Ángeles con intención de resarcirse de su anterior etapa (2012-13) y de encontrar de nuevo su lugar en la mejor Liga del mundo.