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NBA | LOS ANGELES CLIPPERS

Kawhi y Paul George: una nueva oportunidad para Doc Rivers

El técnico, uno de los más valorados de la Liga, podrá optar al anillo que se le ha escapado en los Clippers y que ganó con los Celtics en 2008.

George y Kawhi en su presentación, con Rivers presente
Gary A. VasquezUSA TODAY Sports

Se abre una nueva era en Los Ángeles. Y no precisamente por los Lakers. Los de púrpura y oro se han movido bien en el mercado de fichajes, se han  hecho con Anthony Davis y han conseguido hacer un equipo competitivo capaz de llegar a unos playoffs que ni huelen desde 2013, cuando Kobe Bryant aún seguía en activo.

No, no es por los Lakers por lo que se abre una nueva era. Sino por el hermano pequeño. El hermano malo. El hermano ya no tan pequeño y ya no tan malo. Los Clippers. El conjunto vecino de una franquicia histórica es uno de los máximos favoritos para el anillo en la 2019/20, algo inédito que pocas veces había visto en su historia.

Los fichajes del mejor jugador del momento, Kawhi Leonard, y de una de las sensaciones de la pasada campaña, Paul George (tercero en la votación para el MVP), unidos a la renovación de jugadores esenciales en el esquema de juego de los angelinos como Patrick Beverly, dejan al equipo como uno de los principales favoritos de cara a la temporada que viene y uno de los mayores atractivos de los últimos tiempos en la Liga.

Eso sí, hay otro nombre propio que parece haber pasado por alto. O al menos, no se le ha tenido en cuenta tanto como su trayectoria y currículum demuestran. Hablamos de Doc Rivers, técnico de los Clippers, uno de los entrenadores más respetados de la competición que tiene en sus manos la posibilidad de ganar un nuevo anillo, que sería el segundo en su carrera tras el conquistado con los Celtics en 2008. 

Rivers, que cuenta con una gran carrera como jugador, llegó a los Magic en la 1999/00, y ganó el premio a Mejor Entrenador del Año en tan solo su primera experiencia en los banquillos de la NBA. A pesar de las lesiones de Grant Hill, el técnico logró sacar lo máximo de Tracy McCrady para alcanzar los playoffs en las tres temporadas siguientes (todas cayendo en primera ronda) antes de ser despedido en la 2003/04, tras un comienzo que se saldó con 10 derrotas en los 11 primeros encuentros de la regular season.

Recaló en los Celtics, el equipo en el que forjó su leyenda. Tocó la fase final en 2005 antes de hundirse en los dos años siguientes. Estuvo apunto de ser despedido por Danny Ainge de cara a la 2007/08, con la vista puesta en el anillo después de los fichajes de Garnnet y Allen, que se unían a Pierce y un joven Rondo en el equipo. El directivo confió en él. Y la franquicia se llevó el primer campeonato desde Larry Bird ganando en las Finales a los Lakers, el eterno rival.

Siguió en Boston hasta 2013, disputando playoffs todas las temporadas, teniendo récords positivos también en todas, sobrepasando las 50 victorias en 4 ocasiones y en dos de ellas las 60. Además, disputaron las Finales del 2010 (derrot ante Lakers) y apunto estuvieron de hacer lo propio en 2012, cuando LeBron enterró definitivamente el proyecto.

Los Clippers: un quiero y no puedo

Su llegada a los Clippers supuso la luz para una franquicia que siempre había estado a la sombra de su hermana mayor y que no lograba avanzar en la fase final con Vinny del Negro en los banquillos. Y esto contando ya con Chris Paul en el equipo.

Con la llegada de 'Doc', los angelinos se convertían automáticamente competitivos, aunque en la fase final no tuvieron más suerte. Mejor récord de la historia de la franquicia en 2013/14 (57-25) y fracaso al año siguiente cuando desperdiciaron una ventaja de 3-1 y de 19 puntos durante el tercer cuarto del sexto encuentro para caer eliminados. La asociación del ya encionado Chris Paul, con Blake Griffin o DeAndre Jordan no funcionó. Años más tarde, Matt Barnes declararía que los egos se cargaron el equipo.

Rivers se refirió a este grupo en la presentación de Kawhi y Paul George, y en declaraciones recogidas por la ESPN habla de la imposibilidad de trasladar a esos jugadores la sensación de urgencia que necesitaban. "Nunca sentí que pudiera hacer que ese grupo entendiera que este era su momento, la urgencia", dijo Rivers. "Cuando vencimos a Golden State (en los playoffs de 2013-14) ellos decidieron al año siguiente que era su momento. No creo que nosotros lo hiciéramos. Simplemente aparecimos y queríamos intentar ganar. Pero eso no es suficiente."

De una forma u otra, Rivers continuó sumando méritos. 4 temporadas de playoffs con más de 50 victorias seguían forjando el currículum del técnico en los Clippers. Tras perder a sus estrellas, siguió haciendo el equipo competitivo, aunque en la 2017/18 firmó su primer año sin playoffs desde 2007. Este último año, en el que perdieron a Harris rumbo a los Sixers a mitad de campaña, tenían un equipo en el que la mayor estrella era Lou Williams, un jugador que no ha sido nunca All Star. Y alcanzaron los playoffs. El siguiente mejor jugador de la plantilla es Danilo Galinari. El resto, jugadores de rol. Patrick Beverly, Wilson Chandler, Mbah a Moute... baloncestistas sólidos que acompañan pero que están lejos de ser las grandes estrellas que juegan en la NBA.

Una nueva oportunidad

Ahora, las cosas han cambiado. Y Rivers, un entrenador ya veterano y curtido en mil batallas, huele el anillo. Sabe que tiene una nueva oportunidad. Que puede volver a conseguirlo. En la presentación de los jugadores, el técnico dejó una reflexión interesante e hizo alusión, una vez más, a los Celtics del big three: "A veces tienes que estar en el momento adecuado de la vida de un jugador para que quiera ganar. Todos dicen que quieren ganar.  La mayoría de las personas quieren ganar siempre que puedan hacer lo que quieran. Todo tiene que ser perfecto para ellos. Pero hay que sacrificar algo para ganar. Con el grupo de Boston entendí eso. Era hora de que Ray, Paul y Kevin ganaran porque cada uno tenía el éxito individual ".

"Cuando nos reunimos, todos dijeron: 'Bueno, no lo ganarán este año. Lo ganarán el año que viene'. Recuerdo haber pronunciado este discurso: '¿El próximo año? El próximo año seremos mayores. El próximo año podría sufrir lesiones. El próximo año podría ser cualquier cosa. Este es el momento'", añadía un nostálgico Rivers.

El técnico, un buen tío siempre cercano a sus jugadores, es muy conocido por el trato con ellos, por la psicología que utiliza para tratarlos y por la increíble motivación que les traslada, como ya hizo en los últimos playoffs arañando dos partidos a los Warriors en primera ronda. De una gran reputación, es uno de los seis entrenadores en activo con anillo (Popovich, Kerr, Carlisle, Nurse, y Spoelstra están con él en la lista), y además de saber que tiene una nueva oportunidad, entiende como nadie el concepto de grupo.

"Este grupo es nuevo. Esta es nuestra creación. Me siento como ese entrenador universitario, cuando consigues el trabajo por primera vez y tomas a todos los reclutas que están allí y tratas de ganar con ellos. Y luego obtienes tus reclutas. Este es nuestro equipo. ... Y nos sentimos muy bien al respecto", sentenciaba el técnico.